Durante el año que terminó, la pandemia tuvo la capacidad de frenar al mundo y a sus habitantes, pero lo que no pudo detener fue el calentamiento global y sus efectos sobre el planeta. Su continua trayectoria provocó incendios forestales devastadores y registró importantes niveles de temperatura.
Por si esto fuera poco, también alcanzó un récord al provocar 29 tormentas tropicales en el Atlántico e igualó al 2016 como uno de los años más calientes.
A pesar de ello y otros importantes desastres, aún existen personas que siguen poniendo en duda el cambio climático. Así que… acércate a un ventilador porque el calor apenas comienza.
2020 empata con 2016 como el año más caliente en la historia
En 2016, Antti Lipponen, investigador del Instituto Meteorológico de Finlandia, recopiló una serie de estadísticas meteorológicas entre 1900 y 2016, uniéndolas en un solo video, cuyo objetivo era explicar el cambio climático de 100 años en 35 segundos.
A lo largo de este visual, se notan los picos de temperaturas frías y calientes que se registraron del siglo pasado hasta la fecha. Con ellos se resalta cómo el planeta no ha dejado de calentarse.
Para desarrollar este video, Antti Lipponen, se basó en datos de la NASA que señalan la temperatura en estos últimos años. En él, también se afirma que en 1980 las anomalías de la temperatura eran distantes y mínimas.
Con este video y muchos otros esfuerzos, algunos científicos, activistas y líderes mundiales tenían la esperanza de que se acelerare un trabajo colaborativo entre empresas, gobierno y sociedad para disminuir los niveles del planeta.
La llegada de COVID-19
La creencia de que reduciríamos el calor aumentó cuando la llegada de la COVID-19, obligó a detener nuestro estilo de vida, consumo y producción, y que claramente era dañino para la Tierra, sus ecosistemas y habitantes.
Desafortunadamente, y a pesar de una caída del 7% en la quema de combustibles fósiles debido a los bloqueos del coronavirus, el dióxido de carbono que atrapa el calor continuó acumulándose en la atmósfera. Y la temperatura media de la superficie en todo el planeta durante 2020 se registró con 1,25 ° C, una cifra más alta que en el período preindustrial de 1850-1900.
Con dicha temperatura, 2020 igualó al año 2016 como uno de los más calurosos, no obstante, pudo haberse convertido en el más caliente si el evento climático natural El Niño (que consiste en la oscilación de los parámetros meteorológicos del Pacífico ecuatorial) no hubiera influido.
¿Nos acercamos al fin del mundo?
Los científicos advierten que sin una acción urgente, el futuro de muchos millones de personas se torna negro y desalentador. De hecho, los datos de temperatura publicados por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea, mostraron que los últimos seis años fueron los más caluroso.
Y mostraron que Europa tuvo su año más caluroso registrado en 1,6 ° C por encima del promedio a largo plazo, con una ola de calor abrasadora que azotó Europa occidental a finales de julio y principios de agosto.
Mientras que en el Ártico y el norte de Siberia se vivieron temperaturas promedio particularmente extremas en 2020, con una gran región 3°C más alta que el promedio a largo plazo y algunas ubicaciones más de 6 °C.
Esto generó incendios forestales y se registraron 244 millones de toneladas de CO2 que se impregnaron en el Círculo Polar Ártico. El hielo marino del Ártico también fue significativamente menor durante julio y octubre con la extensión más pequeña registrada para esos meses.
Lo que los expertos opinan…
Carlo Buontempo, director de C3S, comentó que 2020 se destaca por una extraordinaria calidez en el Ártico por lo que no debería de sorprendernos que la última década haya sido la más cálida.
Además de que es un recordatorio de la urgencia de poner en marcha ambiciosos programas e iniciativas para reducir las emisiones y prevenir impactos climáticos adversos.
Por su parte, Matthias Petschke de la Comisión Europea, señaló que los extraordinarios eventos climáticos de 2020 nos muestran que no tenemos tiempo que perder.
Será difícil, pero el costo de la inacción es demasiado alto.
Matthias Petschke.
Por su parte, el profesor Dave Reay, de la Universidad de Edimburgo, aclaró que nos estamos acercando peligrosamente al límite de 1,5ºC y que los bloqueos de COVID-19 en todo el mundo pueden haber causado una leve caída en las emisiones, pero el CO2 que se acumula en la atmósfera sigue aumentando rápidamente.
Una posible solución
De acuerdo con Dave Reay, a menos que la recuperación económica mundial de las pesadillas de 2020 sea ecológica, el futuro de muchos millones de personas sí luce apocalíptico.
El nivel de CO2 en la atmósfera alcanzó un nuevo récord en 2020, con la reducción de las emisiones debido a los bloqueos de COVID-19 que fueron descritos como un «pequeño problema» por la Organización Meteorológica Mundial de la ONU .
Vincent-Henri Peuch, director del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus, comentó que hasta que las emisiones globales netas se reduzcan a cero, el CO 2 continuará acumulándose en la atmósfera e impulsará aún más el cambio climático.
Por su parte, Met Office del Reino Unido, emitió un pronóstico que señala que los niveles de CO 2 superarán un nuevo hito en 2021, siendo un 50% más alto que antes de la Revolución Industrial.
El CO 2 superará las 417 partes por millón (ppm) durante varias semanas de abril a junio, lo que es un 50% más alto que las 278 ppm a fines del siglo XVIII cuando comenzó la actividad industrial.
Met Office.
La acumulación de CO 2 causada por los humanos en la atmósfera se está acelerando cuando las emisiones globales deberían empezar a reducirse a cero dentro de los próximos 30 años si el calentamiento global se limita a 1,5 ° C «. ¿Lo lograremos?