Denuncia en su cinta Robert Kenner los males que causan empresas alimenticias
El modelo de producción de alimentos en serie imperante en Estados Unidos provoca consecuencias dañinas a la salud, la economía global y la política internacional, y en su práctica las responsabilidades se dividen entre gobernadores, como Arnold Schwarzenegger, las cuatro compañías de cereal y carne que dominan el mercado estadounidense, y los consumidores en todo el mundo.
Esa es la premisa de la cinta documental Comida S.A., de Robert Kenner, nominada en la más reciente entrega del Óscar a Mejor Documental, la cual se estrenará el viernes.
De acuerdo con el filme, las compañías productoras de ganado y cultivos vegetales evolucionaron para satisfacer la demanda creciente de centros de comida rápida.
En el proceso implementaron prácticas que propician el desarrollo de microorganismos mortales, promueven la entrada de inmigrantes con trato infrahumano para trasegar y trasladar el ganado, y provocan crisis económicas en países subdesarrollados como México, los cuales no pueden competir con el bajo costo del grano de maíz sobreproducido en Estados Unidos.
El Centro para la Prevención y el Control de las Enfermedades, en Estados Unidos, estima que hay una bacteria de la carne que causa 5 millones de muertes anuales en Estados Unidos. No obstante, ninguna fábrica productora de carne contaminada ha sido cerrada.
«La gente de todo el globo está preocupada por el alto costo de este sistema de producción de comida a bajo costo. En Estados Unidos estamos viendo que este sistema tiene muchos costos invisibles y se hacen cada vez más evidentes», señaló Kenner ayer en videoconferencia, «lo que más me asustó fue acudir a una audiencia donde los gobernadores vetan que se etiqueten los productos con carne clonada. ¡Ni siquiera sabía que eso existiera!».
Comida S.A. exhibe cómo miembros relevantes del Senado y de estructuras de salud y alimentación en Estados Unidos son, a la vez, elementos prominentes de las juntas directivas de Tyson, Cargill, Smithfield y Kellog’s, entre otras compañías trasnacionales de alimentos.
Es por ello que, tras la filmación, en 2008, Kenner asegura aún enfrentar procesos legales por acusaciones de las compañías, debido a que el documental es el más vendido en el sitio electrónico Amazon.com.
«No tenía idea de que la comida tuviese más derechos que yo. Hice otros 15 documentales, pero gasté más en este que en los otros 15, combinados y multiplicados por tres. Todo en cuestiones legales. Aún hoy, a dos años, sigo enfrentando procesos legales».
Y en México…
La semilla alterada invade el mercado mexicano, advirtió Kenner.
«El grano transgénico se introduce en los alimentos exportados y nadie los pone sobre aviso» señaló.
Empresas de alimentos importados ocupan el lugar de los nacionales en las mesas mexicanas y los consumidores deberían optar por productos frescos traídos de los mercados convencionales.
«Gruma, Maseca, Nestlé y Kellog’s, junto con Cargill, y todas las empresas provistas por Monsanto, están utilizando semillas transgénicas, y los mexicanos estamos pensando que no consumimos semillas transgénicas», informó la nutrióloga Julieta Ponce.
Reforma – gente, p.3