Erika Barón
Desde el punto de vista etimológico, la palabra ética se refiere a “la rama de la filosofía que estudia la moral, es decir, la ética estudia el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto de las conductas humanas.
El periodismo, por otro lado, es una herramienta con la que cuenta la sociedad en su conjunto para mantenerse informada de manera objetiva, clara, precisa y verídica sobre hechos reales que acontecen a nivel nacional e internacional.
De acuerdo con el libro “Semillas de periodismo. Ética, información y democracia”, la ética periodística “no es lo mismo que un catálogo de deberes en el quehacer informativo; es más bien un motor unipersonal, un querer hacerlo, una búsqueda constante para ser mejor”.
No se trata sólo de un código del deber ser para los periodistas, sino una forma de potencializar el ejercicio de los derechos humanos de expresión, información, libertad de prensa, pero también, de protección a la privacidad y la protección de datos personales.
Tras lo acontecido sobre las acusaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador a medios de comunicación que publicaron la nota sobre el costo que significó la cancelación del Aeropuerto en Texcoco, Víctor García, catedrático de la Universidad Autónoma de México, detalló que los periódicos siempre se guían por la información oficial, “sí un organismo autónomo como la Auditoría Superior de la Federación (ASF) emite un comunicado o un resultado, de ahí nos tenemos que basar, independientemente de que le guste o no a los implicados”.
“Prácticamente hay muchas maneras de corroborar la información, en primer lugar son los sitios oficiales o los boletines de las propias dependencias u órganos autónomos, incluso sus propias cuentas de Twitter, pues si el encargado tuitea ahí significa que es oficial”, agregó.
En entrevista para Expok, señaló que hoy en día el periodismo también se basa en trascendidos, es decir, información extraoficial de personas allegadas al medio que prefieren manejarse en el anonimato y que, quizá, no se da por veraz en su totalidad pero es aceptable que se dé a conocer a la población.
“Con López Obrador lo que hay es una guerra mediática, en la que él utiliza la tribuna de su mañanera para decir en lo que no está de acuerdo, es un Presidente al que no le gusta la crítica (…) y a final de cuentas cualquier periódico que se atreva a contradecirlo va a estar mal”, añadió el también periodista.
El pasado viernes, en conferencia de prensa, el Presidente de la República mostró un resumen con las notas que presentaron varios medios de comunicación sobre el reporte de la ASF, cuyas cifras por la cancelación del aeropuerto de Texcoco serían tres veces mayores (331 mil millones de pesos) a lo que anteriormente había informado el gobierno Federal (100 mil millones de pesos).
Un día después, esa información sería desmentida por el propio órgano autónomo, que se retractó con la premisa de que el error se debió a una “deficiencia metodológica” en una de sus auditorías la cual provocó un cálculo mayor sobre el costo.
En medio de todo esto se desencadenó la molestia del mandatario federal, quien acusó a periodistas, analistas y medios de estar “al servicio del régimen corrupto” y calificó las notas con la información original de “distorsionada” que “desató un festín entre los conservadores”.
“Estos apoyan, todos ellos, a todos los grupos de interés, desde arriba, pero esto tiene que ver con el llamado círculo rojo, con la cúpula del poder político y del poder económico, no tiene que ver con la mayoría del pueblo de México, la mayoría de la gente de México es honesta, trabajadora; es la élite, el poder político, económico en México”, aseveró.
Ante ello hizo un llamado “a los dueños de los medios de comunicación, las televisoras, con todo respeto, para que se ponga por delante la ética y no se engañe, no se manipule, no se tergiverse la realidad y se tenga respeto al pueblo, y esto no significa subordinación, sometimiento al gobierno, es lealtad al pueblo, en este caso a los televidentes, a quienes escuchan la radio, leen el periódico, es respeto al pueblo que no trafiquen con la libertad de expresión, porque no ejercen la libertad de expresión para causas justas, la utilizan como mecanismos para obtener privilegios, entonces que se actúe con respeto al pueblo”.
Isaid Mera, periodista de El Financiero, consideró que “al final de cuentas los medios reportamos noticias, en este caso información de la ASF, una institución con credibilidad realmente alta, me parece que no es un tema de ética, por lo que asumimos es un error de la Auditoría.
“Una metodología general es tener un hecho, comprobar un hecho, contextualizar el hecho y balancear el hecho, es la metodología que solemos llevar en El Financiero para presentar una noticia”.
En este sentido, especialistas en el tema aseguraron que estas acciones no son más que una estrategia del Presidente, quien ejerce su derecho de réplica sin duda, y con el que habrá quienes estén de acuerdo y quienes no lo estén, no obstante, señalaron como “desgastante” salir a la mañanera sólo a defenderse, lo cual incluso podría resultar contraproducente.
Coincidieron en que es incuestionable la ética de los medios de comunicación que publicaron la información. De acuerdo con Alfredo Lencona, periodista de Aristegui Noticias, los medios se basan prácticamente en la información que publicó la ASF, no en un análisis “ineficiente” y cuyo desmentido se dio un día después (22 de febrero del 2021) de la publicación de las notas informativas (21 de febrero del 2021).
Isaid Mera agregó que cuando hay una información de instituciones “como la ASF, el SAT, INE, Hacienda, etc., es información oficial y corroborada por la misma fuente, uno suele dar fe en automático, sino también se volvería una locura. Por ejemplo, saca un reporte el SAT, entonces tengo que meterme a corroborar si la información está bien hecha, de pronto sería una locura y los medios tardaríamos cinco días en dar esa información”.
“Qué lección nos queda a los medios, no son infalibles estas instituciones y no es infalible la información que dan, si bien me parece que la Auditoría sigue gozando de cierta confianza, evidentemente mermada por lo que ocurrió, sigue siendo una institución con bastante credibilidad que esperamos no se pierda pues sería muy peligroso para el país que la ASF perdiera credibilidad, porque es prácticamente el único ente que audita los gobiernos locales y federales”, agregó.
Indicó que hoy en día cualquier pretexto es usado por el gobierno federal para golpear a los medios de comunicación una vez más: “me es complicado entender cuando el gobierno federal de pronto pareciera querer dar clases de periodismo, me genera conflicto en el sentido que no me parece que sea ese su papel, es válido que ejerza su libertad de expresión, es sumamente válido, pero en este caso es una buena oportunidad ante la opinión pública y ante la gente, cuestionar tratando de dar una imagen de que los medios quieren golpear al gobierno, lo cual me parece que no es así en este caso”.
Kenia López Rabadán, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado y comentarista, tuiteo: “Hoy AMLO arremete en la mañanera contra los medios, las televisoras, los periodistas, los analistas (y me incluye). Su rostro autoritario es peligroso, debe corregir los errores de su gobierno…
Ante un gobierno mediocre la solución no es amedrentar ¡es corregir!”, finalizó.
¡… amigos mexicanos, recordad y ved que a los sistemas comunistas siempre les ha molestado enormemente la prensa y difusión libres; los regímenes comunistas si no han prohibido – que es lo común – las libertades, les han propinado golpes terribles que han dejado al medio quebrado o sin posibilidades de hacer su labor en condiciones normales…! Lo siento, amigos, lo siento, pero… Saludos.