Según el Banco Mundial, anualmente se generan dos mil millones de toneladas de residuos; y sin una acción urgente, el valor de los residuos globales aumentará en un 70% respecto a los niveles actuales para 2050.
Con información de sustainable brands, estas estadísticas globales a veces son difíciles de conectar, sin embargo, la verdad es que nos enfrentamos a la basura a diario; ya sea la comida en nuestro refrigerador o las pérdidas de inventario en nuestra cadena de suministro, no se puede ignorar su prevalencia.
En Francia, una campaña en las redes sociales que comenzó el mes pasado con un usuario anónimo subiendo imágenes de la basura dejada en lugares públicos de París, junto con el hashtag #SaccageParis ahora se ha vuelto viral. Fotos asombrosas de calles parisinas llenas de basura, desperdicios de comida y autos abandonados han captado la atención del mundo mucho más allá de Francia.
Una de las tendencias a largo plazo aceleradas por la pandemia de COVID-19 es el cambio al comercio electrónico. En febrero de 2021, se pronosticó que el 52,1% de las ventas minoristas de China provendrán del comercio electrónico en 2021, frente al 44,8 por ciento del año anterior. Eso significa que, por primera vez en cualquier lugar, la mayoría de las ventas minoristas de todo un país se realizarán en línea.
Con este fenómeno viene aún más desperdicio. Los envases y embalajes ya constituyen el 28 % de los desechos que terminan en los vertederos de EE. UU., según la EPA; y en diciembre de 2020, se estimó que se enviaron tres mil millones de paquetes para Navidad en los EE. UU., 800 millones más que el año anterior.
El valor de los residuos
Todo esto pinta un panorama abrumador, y uno en el que es difícil concluir algo más que «el desperdicio es malo», por otro lado, este pensamiento binario nos impide mirar el panorama general.
Para que la circularidad se convierta en la corriente principal, donde no se desperdicia nada y todo se retroalimenta al sistema, es necesario que las empresas encuentren valor en los recursos que ya están en circulación y que replanteen cómo perciben los residuos en primer lugar. Debemos preguntarnos, «¿qué es el desperdicio?» Y «¿qué consideramos valioso?»
Se piensa que los desechos son algo que nadie quiere o puede usar, está ahí para ser desechado. Estos no deben verse como inútiles, sino como algo que se puede aprovechar como recurso.
Los vertederos, por ejemplo, están llenos de minerales preciosos dentro de los dispositivos electrónicos desechados. Los investigadores han descubierto que hay más oro, paladio y plata en los vertederos y alcantarillas que en los minerales naturales del suelo.
¿Cómo aprovechan las marcas los residuos?
Los residuos plásticos también presentan una oportunidad. La marca de ropa española Ecoalf considera los residuos plásticos como un material, la empresa trabaja con pescadores de todo el mundo que recolectan plástico mientras pescan peces en el océano, estos desechos plásticos del océano se procesan luego en un nuevo hilo de polímero que se utiliza en la ropa de Ecoalf.
La tecnología de identificación digital también está dando nueva vida a los desechos al permitir bucles retornables y garantizar que los productos permanezcan dentro del sistema circular.
CupClub, por ejemplo, trabaja con cadenas de café de la calle para ofrecer tazas de café de polipropileno retornables, reutilizables y reciclables, los vasos están equipados con etiquetas inteligentes, lo que permite a la empresa seguirlos a lo largo de su viaje desde el minorista hasta el consumidor y viceversa.
Adidas ha integrado la nube de productos conectados atma.io de Avery Dennison en su iniciativa Infinite Play para escalar su capacidad de recomprar productos y darles una segunda vida.
El programa etiqueta cada artículo de adidas con una identidad digital única y permite a los propietarios de la ropa, el calzado y los accesorios de la marca devolverlos a la empresa, donde pueden repararse y venderse de nuevo, o reciclarse si no se pueden reparar.
Esta reinvención y reintroducción de «residuos» en la cadena de suministro es solo una de las tendencias clave descritas en un nuevo informe, Zero Waste Futures. El informe gratuito destaca tres escenarios «futuros» en torno a los materiales biomiméticos, la visibilidad del ciclo de vida y los ecosistemas circulares.
La enorme magnitud de los desechos globales ha creado una sensación de urgencia, ya que los gobiernos, las empresas y los consumidores reconocen que no podemos continuar desechando cosas a voluntad sin consecuencias. Crear un mundo en el que se reduzcan y se prevengan los residuos requerirá diferentes enfoques y colaboración intersectorial.
