Las Naciones Unidas afirman que la energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Por esta razón, desde que se firmó la Agenda 2030, y a través del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 7: Energía asequible y no contaminante, se ha instado a todos los sectores a aumentar la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación y la tecnología relativas a la energía limpia, la cual se define como aquella que durante su producción contamina menos.
Esto incluye a las fuentes renovables, la eficiencia energética y las tecnologías avanzadas y menos contaminantes de combustibles fósiles, así como promover la inversión en infraestructura energética y tecnologías limpias.
México es uno de los países que el 27 de marzo de 2015 se comprometió ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) enfrentar el calentamiento global en una serie de medidas para mitigar emisiones contaminantes a nivel internacional, empero, de acuerdo con la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece): México no cumplirá meta de energía limpia a 2024.
¿Qué dice la Cofece sobre la energía limpia en México?
Publicada en 2015 tras la reforma energética de Enrique Peña Nieto, la Ley de Transición Energética establece que la Secretaría de Energía (Sener) fijará como meta una participación mínima de energías limpias en la generación de energía eléctrica del 25% para 2018; 30% para 2021 y del 35% para 2024.
Desafortunadamente, nuestro país no cuenta con una estrategia para mitigar el cambio climático, ya que ha dejado de cumplir con los compromisos, por lo que la Cofece estimó que México no alcanzaría la meta de 35% de energía limpia para 2024
El avance solo ha llegado al 29.8%, esto significa que México está 5.2 puntos porcentuales por debajo de la meta, aún antes de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que se contiende en el poder judicial.
¿Por qué México está rezagado en temas de energía limpia?
Recientemente, la Cofece publicó la versión final del estudio titulado:Transición hacia los mercados competidos de energía: Los Certificados de Energías Limpias en la industria mexicana en donde afirma que México no cumplirá la meta de energía limpia a 2024.
De acuerdo con los resultados del estudio, elaborado en enero de este año, previo a la aprobación de las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) por parte del Congreso de la Unión, el déficit de energía limpia para el fin de sexenio equivaldría a 6,700 megawatts (MW) de energía eólica o de 8,300 MW de energía solar fotovoltaica, de manera que no se alcanzarían las metas planteadas en la Ley General de Cambio Climático ni en la Ley de Transición Energética.
La Cofece aseguró que con la reforma es previsible que no se podrá evitar un escenario de incumplimiento y más porque los objetivos de protección al medio ambiente no llegaron a la meta, y los que se plantearon en materia eléctrica quedaron anclados a la existencia de una dinámica de competencia en la generación de electricidad, como medio para producirla de manera eficiente y a los menores costos sociales posibles, incluyendo los ambientales.
El organismo puntualiza que la generación de electricidad es menos costosa y suele ser precisamente la que proviene de fuentes limpias.
La posición del presidente ante la situación
Un artículo elaborado por Forbes a inicio de año, arrojó que la administración del presidente López Obrador ha atacado la generación eléctrica del sector privado, especialmente a las plantas de energía renovable, por el supuesto riesgo de su intermitencia hacia el Sistema Eléctrico Nacional.
Los ataques se centran en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuyo director, Manuel Bartlett Díaz, las ha calificado como costosas, al tiempo que ha denunciado que la compañía estatal las subsidia.
A partir de la emergencia sanitaria por COVID-19 en marzo de 2020, la Sener buscó limitar la participación de las centrales de energía limpia con una política de confiabilidad, desarticulada por la Suprema Corte en febrero de este año.
Tras su derrota legal, López Obrador contra atacó con una iniciativa de reforma eléctrica puntualizando en los siguientes puntos:
- Priorizar el despacho de las plantas eléctricas de CFE.
- Relegar a las plantas privadas de energía limpia.
- Cancelar permisos de autoabasto eléctrico.
- Eliminar la obligación de CFE a comprar luz de las subastas eléctricas derivadas de la reforma energética de Enrique Peña Nieto.
Según el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero 2015, la generación de energía eléctrica es la segunda actividad con la mayor aportación en la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en México, solo por debajo del sector transporte.