Posicionada como una de las compañías más grandes de venta y distribución de boletos, Ticketmaster es un gigante en México en la industria de eventos, sin embargo, durante 2020 sufrió un desplome al cancelar una gran cantidad de conciertos presenciales.
Aunado a ello, usuarios solicitaron el reembolso de sus boletos, o mostraron su molestia porque la compañía llegó a posponer los eventos hasta el 2022, siendo que estaban previstos para 2020.
A esto se le ha sumado otra acusación: Los fanáticos afirman que Ticketmaster está coludido con revendedores, ya que para la final de Cruz Azul y Santos Laguna que se vivirá este domingo, los boletos se agotaron en apenas unos segundos después de salir a la venta. Hoy la empresa se encuentra en aprietos, y la pregunta es:
¿Contará Ticketmaster con mecanismos de debida diligencia que limiten prácticas de reventa? Y… ¿La responsabilidad corporativa de la empresa contempla este tipo de señalamientos y el riesgo que corre su reputación como marca? Te contamos.
Ticketmaster coludido con revendedores
La cita para el partido de Cruz Azul y Santos es el día de hoy (21 de mayo) a las 21:00 horas en el Estadio TSM Corona, y los últimos 90 minutos (o más en caso de ser necesario) se disputarán el domingo 20 de mayo a las 20:25 horas en el Estadio Azteca.
Los fanáticos buscaron por medio de Internet los boletos en la fecha y hora que indicó la empresa, ya que con el fin de salvaguardar las medidas sanitarias, estos nos estarían a la venta en taquilla. El problema se generó cuando tras unos segundos la página arrojó el aviso de «Agotado».
Los compradores afirman que esta no es la primera vez que sucede al tratarse de un evento masivo. Y que curiosamente el día del evento hay gran cantidad de revendedores vendiendo boletos fuera del estado o auditorio en donde es el evento.
También declaran que otra forma de reventa es por Internet, ya que si la entrada más económica en Ticketmaster para dicho evento era de 450 pesos, en el portal StubHub se ofrecía el mismo boleto pero por 10 mil pesos. Asimismo, la entrada más cara, de mil 200 pesos, era ofertada en dicha página en poco menos de 40 mil pesos.
Desde las 10:45am estaba esperando a que los boletos salieran para comprarlos puntualmente a la hora establecida, pero como siempre pasa con Ticketmaster, pasaron dos segundos y ya estaban agotados. Lo peor es que, el día del evento, vas a encontrar a revendedores afuera del Azteca ofreciéndolos. Es más, en paginas de reventa y de Facebook los podías comprar desde ayer.
Juan Carlos Chávez, aficionado del equipo cementero, comentó para El Financiero.
La respuesta de Ticketmaster
La compañía, quien no podría estar más afectada por la cancelación de cantidad de conciertos y el enojo que esto ya había provocado, salió a dar una respuesta en sus redes sociales:
Ticketmaster México comparte el malestar expresado en redes por la falta de boletos para la final de la liga mexicana de futbol.
Hoy continúan las medidas sanitarias emitidas por las autoridades correspondientes, las cuales obligan a un aforo limitado. En atención a ello, todas las transacciones realizadas para el partido Cruz Azul vs Santos tuvieron un máximo de 4 boletos en un aforo total del 25%.
Ticketmaster.
Empero, el problema se genera al momento en que esta no es la primera vez que sucede. De hecho, mucho antes de la emergencia sanitaria se ha visto el mismo patrón de comportamiento por parte de la compañía en eventos masivos, un ejemplo es el concierto que dio Paul McCartney en México en 2017 en donde acudieron 80,000 personas, y los boletos también se agotaron en segundos.
¿En dónde quedó la RSE?
Es importante mencionar que Ticketmaster cuentan con Distintivo ESR, un reconocimiento que acredita a las empresas ante sus grupos de interés como una organización comprometida en materia de responsabilidad social, y también agrega valor y rentabilidad a la marca.
No obstante, lo único que aparece en su sitio web respecto a su Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un breve párrafo en donde afirma tener el distintivo y un poco de información sobre lo qué es la responsabilidad social:
«Ticketmaster se destacó en el 2008 por integrar la Responsabilidad Social como parte de su estrategia y cultura de negocios, ocupándose de maximizar el impacto positivo de su actividad comercial en todos sus grupos de relación, atendiendo sus expectativas y beneficiando a las comunidades donde opera.
Nos es grato mencionar que Ticketmaster cuenta con el distintivo de Responsabilidad Social Empresarial desde hace 11 años, siendo para nosotros una satisfacción y un compromiso que se ha venido gestando desde el año 2008″.
La empresa hoy se ha defendido ante este señalamiento con el argumento de estar respetando las medidas sanitarias, empero, no ha declarado si cuenta con alguna política que limite las prácticas de reventa. Todo esto sucede mientras que los usuarios están haciendo un llamado a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) a tomar cartas en el asunto.
A esto se le suma que su reputación corporativa —el conjunto de percepciones que tienen sobre la empresa los diversos grupos de interés con los que se relaciona como resultado del comportamiento desarrollado por la empresa a lo largo del tiempo— está en juego hoy más que nunca. Ya que esta se ha visto minada desde el inicio de la pandemia cuando muchos denunciaron no haber recibido la atención necesaria a sus inquietudes.
Tras tu experiencia con la empresa, piensas: ¿Ticketmaster coludido con revendedores?
