Se le considera a la didáctica, “el arte de enseñar”, y en sí, es una disciplina que se encarga del estudio y la intervención en el proceso de enseñanza que se vale de diversas herramientas. Recientemente una se ha sumado: videocuentos de responsabilidad social.
Los videocuentos son herramientas de aprendizaje con las que niños y niñas pueden identificar sus emociones desde edad temprana, esto les permite actuar de manera satisfactoria en su entorno. Los videocuentos de responsabilidad social cuentan con ilustraciones llamativas y personajes en donde los protagonistas son niños, niñas, familias, e incluso animales; características que permiten un aprendizaje significativo en los espectadores.
Las obras son cortas y plasman temas de vanguardia:
- Cuidado del medio ambiente.
- Protección de la flora y fauna.
- Problemáticas sociales recientes.
- Reciclaje.
- Causas sociales.
Dichos temas se relacionan con la responsabilidad social y generalmente provocan inquietud en los infantes. Los videocuentos de responsabilidad social son una realidad y CAFFENIO —una empresa 100% mexicana con 80 años de trayectoria, que día a día asume su Responsabilidad Social (RS)— los ha publicado por medio de una nueva iniciativa llamada “Videocuentos con valor”.
Videocuentos con valor: una iniciativa de CAFFENIO
Videocuentos con valor tiene como objetivo reconocer en la comunidad los valores, tradiciones y causas que permitan construir y fortalecer a la sociedad a través de la participación personal, respeto y honestidad; valores con los que se construye la ciudadanía corporativa de CAFFENIO.
En agosto de 2020, Videocuentos con valor comenzó a buscar temáticas para crear los videocuentos de responsabilidad social. Las ideas surgieron de la convocatoria sonorense Ahora nos toca, en la cual niños y niñas participaron en la categoría “Escuelas”, expresándose por medio de dibujos, cuentos y canciones, lo que permitió conocer sus inquietudes durante el proceso más crítico de la pandemia por COVID-19.
CAFFENIO, con el apoyo de Rosa Vila Font, cuentacuentos profesional, comenzaron a crear las historias con temáticas que permitan sensibilizar a muchas niñas y niños de Sonora y de todo México.
Para conectar esas historias, CAFFENIO identificó algunas causas en la comunidad que están alineadas a los valores de la empresa y las acciones que impulsa desde la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Los videocuentos se proyectan de forma semanal, y desde que se concretó esta divertida alianza, se han producido algunos con las siguientes temáticas:
- Reciclaje.
- Reforestación de especies endémicas.
- Prevención de incendios forestales.
- Mantener limpio nuestro entorno.
- Cuidado del agua.
- Cuidado de la biodiversidad.
- Reactivación económica.
- Emprendimiento.
- Educación.
- Respeto a la diversidad e inclusión.
5 videocuentos de responsabilidad social impulsados por CAFFENIO
Los videocuentos de responsabilidad social impulsados por CAFFENIO, son un método de educar, el cual se vale de su protagonista llamado Marcelino. A través de ellos, se narran historias que reflejan una acción-consecuencia que genera un aprendizaje de manera activa y sobre todo divertida para la audiencia infantil.
A continuación, te presentamos cinco de ellos que puedes encontrar en las redes sociales de Foro Cuatro TV:
1. Las maravillas del bosque
Este videocuento narra la historia de cómo Marcelino ha encontrado distintas especies endémicas en la finca de cafetales en donde trabaja su papá. El interés del pequeño por demostrar las maravillas del bosque radica en presentar en su clase de ciencias ambientales lo importante que es cuidar de las especies que habitan ahí.
Su padre le brinda un recorrido y le explica que aunque las especies se encuentran en una zona cafetalera, es necesario respetarlas, ya que ese es su hogar y hábitat natural. Un mensaje para que los niños y niñas generen una conciencia de proteger y cuidar todos los ecosistemas.
2. Efecto lupa
Marcelino recuerda un incendio en un día de campo que marcó su vida y la de su familia. El incidente fue ocasionado por otra familia, que al no recoger su basura, causó el efecto lupa —un reflejo que provocan los rayos solares en contacto con los vidrios, generando así incendios —.
La enseñanza de este cuento es que todos debemos tomar conciencia y ser responsables de nuestros actos para no afectar el entorno en donde habitamos.
3. Reciclar para obsequiarnos
Marcelino y su hermana Lupita reciben un regalo del Día del Niño, un kit completo de compostaje con las herramientas necesarias para crear su propia composta en casa y darle uso a los residuos orgánicos.
El pequeño, al saber que la reutilización y el reciclaje son fundamentales para reducir la huella ambiental, le ayuda a su mamá a recolectar materiales reciclables para venderlos, y con las ganancias apoyar a personas en situación de vulnerabilidad.
4. El buen plan de plantar
En esta ocasión Marcelino cuenta una actividad que realiza la tía Petunia, a quien le encantan las plantas y los árboles. El pequeño queda maravillado al entender la labor de su tía, ahora sabe que cada planta o árbol merece un espacio especial y que el único plan que debemos tener es plantar.
¡Marcelino te invita a unirte a esta gran tarea!
5. El poder de las tres R
En este ingenioso videocuento de responsabilidad social, Marcelino quedó impactado al saber cómo una activista rescató a una gran tortuga marina enredada en plásticos y cuánto tardó en sanar la herida alrededor del cuello de esta criatura.
Después de conocer la historia de la tortuga marina, Marcelino y sus compañeros se acercan a la activista para preguntarle qué pueden hacer para evitar que dicha situación siga afectando a la fauna. ¡Conoce lo que propone la activista a Marcelino!
Para CAFFENIO, la responsabilidad social va más allá de contribuir con acciones sociales o ambientales desarrolladas por la organización en la comunidad, también implica el diálogo y la interacción con los diversos públicos relacionados con la empresa.
Si deseas ver más videocuentos de responsabilidad social y conocer otras aventuras de Marcelino, no olvides dar click aquí, y compartirlos con los más pequeños.
