La emergencia sanitaria arribó para cambiar los planes de las personas, empresas e instituciones académicas, sin embargo, puede que la pandemia no haya sido exactamente una sorpresa.
Muchos epidemiólogos, científicos y líderes sociales como Bill Gates ya habían anticipado la aparición de una enfermedad que tendría la capacidad de afectar considerablemente a toda la humanidad.
A la fecha, COVID-19 ha dejado más de 4 millones de víctimas en todo el mundo, sin contar las pérdidas que no aparecen en las cifras oficiales. En cuanto al confinamiento, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), uno de cada siete niños, niñas y adolescentes está sufriendo algún trastorno psicológico causado por el aislamiento.
Los adultos también han sufrido por la disminución de la interacción social, incluso en el ámbito espiritual debido a la interrupción de los cultos. Además, la pandemia ha traído graves consecuencias en la economía global, muchas personas han perdido su empleo y cantidad de empresas se han visto en la necesidad de cerrar.
Con el propósito de abordar este fenómeno, la Universidad Autónoma de Yucatán realizó de manera virtual el 2o Simposio Internacional de Responsabilidad Social Universitaria, los días 7 y 8 de octubre.
Por una educación socialmente responsable post-pandemia
El objetivo del simposio fue difundir información y alternativas de cambio a favor de la comunidad universitaria y de la sociedad tras la emergencia sanitaria. A lo largo de estos dos días, se llevaron a cabo conferencias y mesas panel con la participación de representantes de diferentes universidades nacionales e internacionales como:
- La Universidad Nacional Autónoma de México.
- El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
- La Universidad Central de Ecuador.
- La Universidad de Buenos Aires.
En estas actividades, se abordaron temas como la inclusión y la diversidad en el ámbito educativo, la Responsabilidad Social Universitaria y los retos que enfrentan las Universidades en tiempos de post-pandemia.
Nueva normalidad con enfoque sustentable
Una de las actividades principales fue la conferencia “Desafíos de la responsabilidad social universitaria y la formación profesional para la postpandemia”, que impartió el Lic. Julián D’ Ángelo, director ejecutivo del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial y Capital Social de la Universidad de Buenos Aires, en la que habló acerca del papel que tienen las instituciones educativas y los universitarios en la nueva normalidad.
Vamos a salir adelante, sin embargo, el golpe es duro en términos económicos y en términos de la perdida de educación.
¿Cuántos años tendremos que trabajar para recuperar las horas de clase perdidas en todos los niveles académicos? Nos va a dejar un gran aprendizaje, pero a un costo muy alto.
Lic. Julián D’ Ángelo, director ejecutivo del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial y Capital Social de la Universidad de Buenos Aires.
Sumado a ello, comentó que muchos cambios que se han dado durante la pandemia llegaron para quedarse. Tal es el caso del trabajo y la educación de forma virtual, empero, enfatizó que para que la nueva normalidad sea realmente “nueva” tendrá que ser sustentable, y en este punto la labor de la universidad es muy importante.
El futuro del planeta depende mucho de la formación académica que están adquiriendo las nuevas generaciones, quienes van a ser los futuros líderes sociales y quienes van a tomar las próximas decisiones.
D’ Ángelo declaró que así como las empresas han evolucionado y cambiado su gestión hacia un modelo socialmente responsable basado en valores, transparencia, ética y desarrollo sostenible; también las universidades han modificado su gestión y la manera en la que se genera y comparte el conocimiento.
Responsabilidad social universitaria
Sumado al mundo post-pandemia que han tenido que enfrentar las universidades, el licenciado explicó que una universidad socialmente responsable se caracteriza por ser una institución que realiza la gestión interna de forma integral; produce su propio conocimiento y lo comparte hacia el pueblo pero también se apropia de la información que genera la sociedad enriqueciéndose de este saber.
Asimismo, afirmó que la responsabilidad social universitaria no es igual que la responsabilidad social empresarial. Si bien ambas tienen procesos organizacionales hacia adentro y generan impactos positivos para la sociedad, la universidad es la única que tiene el “monopolio” de la producción de conocimiento y la certificación.
En este sentido, para que los universitarios tengan un desempeño socialmente responsable y este se vea reflejado en sus futuros empleos, es importante que la universidad sea coherente con su gestión y con lo que enseña en las aulas. Por ejemplo, si en clases se enseña a cuidar el medio ambiente, la universidad tendría que tener un programa de huella hídrica y de respeto a la naturaleza.
Y agregó que la ética no solo se debe impartir como una asignatura filosófica, sino que tiene que ser fomentada como un valor en todos los universitarios para que más adelante, esta cualidad se vea reflejada en el ejercicio de su profesión y en distintos aspectos de su vida.
En conclusión, la realidad es que la educación es de suma importancia para afrontar los retos que conllevan los cambios generados por la emergencia sanitaria, y para que el futuro de la humanidad y el medio ambiente sea mejor, es necesario que la educación tenga un enfoque socialmente responsable y sustentable.
Si te gustaría conocer las otras actividades que se llevaron a cabo durante este simposio no dudes en visitar sus redes sociales.
COMUNICADO DE PRENSA HECHO POR EXPOK.
