Blanca Nieves y los Siete Enanos, Barney, Winnie Poo, Bob Esponja, Mickey Mouse y El Hombre Araña tienen un enemigo en común: la piratería.
El uso de las figuras de algunos de estos personajes infantiles para comercializar diversos productos o servicios, sin pagar los derechos de autor correspondientes, es común en México.
Ya sea en piñatas, botargas, shows infantiles, obras de teatro o juguetes, quienes deciden tomar a este tipo de personajes «olvidan» que deben pagar los derechos a los dueños de esas marcas.
Tan sólo Disney tiene alrededor de 80 expedientes de infracción en materia de comercio interpuestas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), por el uso de alguno de sus personajes sin pagar los derechos.
Barney y Bob Esponja son dos de los personajes más «pirateados»; el IMPI ha recibido, por ellos, más de 20 expedientes de infracción en materia de comercio por el uso de su marca sin el pago de los derechos.
Por ejemplo, Lyons Partnership, titular de los derechos de autor de la obra «Barney: The Land of Make Believe», abrió en marzo de 2007 un expediente de infracción en materia de comercio en el IMPI en contra de la empresa Servicios Profesionales para Eventos Infantiles, dedicada a la realización de fiestas y eventos infantiles, pues ejecutan imitaciones de Barney.
El argumento señala que Lyons Partnership no expresó su consentimiento para que dicha empresa utilice públicamente obras de su propiedad.
Sergio Legorreta, abogado en propiedad intelectual de Baker & McKenzie, explicó que en México, a diferencia de países como Estados Unidos, la piratería de este tipo de personajes es cada vez más común.
Por ejemplo, en noviembre una pareja de California compró por eBay dos botargas de Winnie Poo y del Burro Igor; las usaron para montar un show y Disney Enterprises los demandó y se vieron obligados a pagar un millón de dólares, y a devolver las botargas para su destrucción.
Fuente: Reforma – negocios, p. 1
Publicada: 19 de julio de 2010
