Un grupo de banqueros, propietarios y gestores de activos, aseguradoras de todo el mundo se unen a un reto global encomendado por la ONU: alinear sus carteras de préstamos e inversiones a emisiones netas cero para 2050. ¿Es posible lograr la meta cero neto en un banco? Te decimos.
Aunque las emisiones de carbono son una amenaza para el mundo, en las economía global existen puntos externos difíciles de abordar por una sola empresa o nación. Por ello, ningún grupo ha querido dar el primer paso para abordar este problema. Sin embargo, 53 bancos de 27 países con $ 37 billones en activos han sido llamados para acelerar los compromisos de emisiones cero neto.
Así es, como a través del grupo Net-Zero Banking Alliance, se ha establecido un ambicioso compromiso de acelerar y apoyar la implementación de estrategias de descarbonización, proporcionando un marco y directrices coherentes a nivel internacional en los que operar, respaldado por el aprendizaje entre pares de bancos pioneros.
Si los bancos se toman en serio el cero neto, está bastante claro que ya no pueden financiar la expansión de la infraestructura, las tecnologías y los modelos comerciales que sabemos que son incompatibles con el objetivo climático de 1,5 ° C.
Inger Andersen, Subsecretaria General de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva del PNUMA.
Qué es la meta cero en un banco
Cuando hablamos de meta cero, nos referimos a prevenir las catástrofes naturales derivadas del cambio climático. Mitigar la acción climática requiere de grandes inversiones, pero al mismo tiempo, los flujos financieros deben alejarse actividades dañinas para el planeta.
Según el Acuerdo Internacional de París sobre cambio climático, menciona tres objetivos a largo plazo para lograr los compromisos climáticos de los gobiernos. Por un parte esta la mitigación y acción climática, mientras que el tercero es » hacer que todos los flujos financieros sean consistentes con un camino hacia un desarrollo con bajas emisiones y resiliente al clima».
«Alcance 3», en la que los actores asumen la responsabilidad de las emisiones no solo de sus propias operaciones y cadenas de suministro, sino también de los usuarios de sus productos
Para lograr este tercer objetivo, las instituciones financieras, incluidos los bancos privados son clave. Y responsables de las inversiones destinadas a financiar proyectos de combustibles fósiles.
Ciertamente en un reconocimiento de las finanzas sostenibles, los bancos han mostrado un compromiso con los acuerdos climáticos. Producto de ello ha sido la alianza financiera Net-Zero Banking Alliance.
Cuando los bancos se comprometen a lograr emisiones netas cero, están asumiendo reducir y eliminar esas emisiones financiadas con el tiempo. A pesar de la urgencia de la crisis climática y un número creciente de finanzas sostenibles, aún existen activos relacionados con combustibles fósiles en sus balances.
Por ejemplo, de acuerdo con el portal Green Biz, Amalgamated Bank en los EE. UU. Y ASN Bank en los Países Bajos están mucho más avanzados en su alineación de París y sus objetivos de reducción de emisiones que otros bancos.
Impulsar la meta cero neto en un banco
Sin embargo, de acuerdo con el portal de Green Biz, lograr la meta cero neto en un banco no depende únicamente de éste último. Para lograrlo, se plantea que los sistemas de incentivos más amplios que impulsan la actividad empresarial global se reajusten de muchas maneras.
1. Estandarizar el mercado del carbono
Las empresas necesitan una forma universal de estimar el volumen y el costo del carbono que emiten. La oferta y la demanda hacen que los precios del mercado de carbono se mantengan en fluctuación. Con un precio global del carbono impulsado por acciones políticas colectivas y la dinámica del mercado, proporcionaría la claridad que se requiere.
La Carbon Pricing Leadership Coalition también afirma, en su informe , que si se quiere alcanzar el objetivo de temperatura de París, los precios del carbono deben rondar los 40-80 USD / tCO2 para 2020 y los 50-100 USD / tCO2 para 2030.
Los bancos necesitan un acuerdo internacional sobre las prácticas contables adecuadas para el carbono para que todos puedan medir su progreso de la misma manera. Asimismo se requiere desarrollar estándares e indicadores generados a partir de un acuerdo mutuo.
Nadie está completamente seguro de cuánto están produciendo las empresas de carbono porque los datos no están disponibles de manera fácil y universal.
Para lograr la estandarización, las autoridades internacionales podrían ayudar creando normas aplicables para todas las empresas y así utilicen el mismo lenguaje al informar sobre sus actividades de carbono.
2. Gestión de Riesgos
A pesar de la creación de alianzas de las instituciones bancarias globales, existe cierta expectativa sobre las acciones dirigidas de los bancos en pro de una estabilidad financiera. Pero ante ello, cabe responder que los bancos se enfrentan también a riesgos por el cambio climático.
Por ejemplo, los prestamos que han concedido a empresas en regiones costeras que corren riesgos ante el aumento del nivel del océano; y se produzcan inundaciones debido a las mareas.
Los riesgos relacionados con el clima son parte de los riesgos financieros. Por lo tanto, para las instituciones financieras y los supervisores tampoco es algo agradable. No es parte de la [responsabilidad social corporativa] . Es imprescindible y es parte de la gestión de riesgos.
Para ello, la International Financial Reporting Standards Foundation, con sede en Londres, tiene como objetivo crear dichos estándares para mediados de 2022.
3. Rastreo y medición de emisiones contaminantes
Para que los bancos puedan alcanzar la meta cero, necesitan la capacidad de rastrear las emisiones de carbono en todo el mundo. Aunque los datos de las emisiones de las empresas están disponibles en múltiples fuentes, no son exhaustivos.
Se requiere de una base de datos únicos. Esta base beneficiaria no solo a los bancos al brindarles información sobre cómo dirigir el capital de forma sustentable; también ayudaría a los científicos a generar modelos sobre los niveles de carbono. Además de poder monitorear constantemente las condiciones atmosféricas.
Incluso se habla de satélites de órbita baja que monitoreen el metano. Y la aparición de nuevas empresas tecnológicas que midan y rastreen las emisiones.
Si bien, los bancos están dando un gran paso en la lucha contra el cambio climático; se requiere que las empresas adopten el cero neto en su agenda. Y que los gobiernos promuevan exenciones fiscales, subsidios, contratos públicos o investigación para empujar en esa dirección.
