Tras las paredes de una de las granjas de su cadena de suministro, LALA, una de las principales productoras de lácteos en México y Latinoamérica, esconde algo que dejó atónitos a los investigadores encubiertos de Mercy For Animals.
Mutilaciones sin ningún tipo de anestesia, agresiones constantes y maltrato que inicia prácticamente desde que los animales nacen: becerros separados violentamente de sus madres en cuanto llegan al mundo: el destino de los machos es el matadero, el de las hembras, ser explotadas y violentadas de la misma forma que sus madres.
Pero aquí la pesadilla apenas comienza. A las vacas les mutilan los cuernos con un alambre, para luego cauterizar la herida con un fierro caliente. Todo esto mientras están totalmente conscientes, sin anestesia alguna que mitigue su dolor, mismo que continuará durante horas. Si llega a quedar una hendidura en la cabeza, ésta se sella con un pedazo de empaque. En las imágenes que captaron nuestros investigadores, se aprecia a una vaca llorando mientras es sometida a este procedimiento.
Las vacas también son lastimadas mientras se les liman las pezuñas. Nuestro investigador documentó a una de ellas sangrando de la pata como consecuencia de estas prácticas atroces, que generan un alto nivel de estrés y sufrimiento en el animal.
En otra de las imágenes, nuestro investigador captó a una de las vacas con un ojo salido y mucha sangre en el piso. Tras días en estas condiciones, el animal no recibió atención médica alguna, por lo que la sangre en su ojo se coaguló y se infectó con pus.
Como parte de un procedimiento estándar, las vacas son inseminadas de manera forzada una y otra vez, introduciendo un brazo en el ano del animal, mientras por la vagina se les inserta una pistola de inseminación con el semen del toro.
Para su manejo, las vacas son pateadas brutalmente y golpeadas con un tubo largo. En ocasiones, su cola es retorcida. En la grabación se observa cómo uno de los trabajadores incluso les arroja excremento.
A juzgar por las imágenes documentadas, la granja que es parte de la cadena de suministro de LALA no cuenta con asistencia veterinaria cualificada para sus procedimientos, y sus trabajadores no parecen estar informados apropiadamente respecto a salud y bienestar animal.
Este tipo de prácticas no solo son inhumanas, sino que no existe la mínima consideración a la dignidad y la vida de las vacas, quienes son tratadas como máquinas productoras en una cadena de suministro.
Numerosos estudios han comprobado que las vacas son seres inteligentes y sociables. que sienten un inmenso sufrimiento cuando son separadas de sus crías, además del profundo dolor físico que padecen por este tipo de procedimientos, en que son mutiladas y violentadas de una u otra manera todos los días de su vida, hasta que no sirven más a la industria y son asesinadas como desechos.
Nuestra petición es directa hacia LALA: es urgente que detenga estas acciones horrendas e incorpore en sus procedimientos prácticas de bienestar animal.
También invitamos a la audiencia a no consumir ningún tipo de producto de origen animal, por tener como procedencia el sufrimiento y la explotación de los mismos, y a elegir opciones a base de plantas.
Comunicado de prensa de MFA