El cuerpo humano está conformado en un 60% por agua; pero esta no es la única razón por la que esta se considera un recurso vital. Gracias al agua pueden sobrevivir miles de especies en todo el mundo, se mantiene el equilibrio en decenas de ecosistemas y las personas pueden acceder al saneamiento necesario para mantener y mejorar su calidad de vida.
Acceder a agua potable de alta calidad es un derecho humano. Gobiernos, empresas y la sociedad en general necesita trabajar arduamente para garantizarlo a todas las personas; y la infraestructura apropiada es una pieza clave para lograrlo.
La Industria Mexicana de Coca–Cola (IMCC) ha puesto en marcha numerosos esfuerzos para contribuir en esta misión. Entre ellos se incluye la creación de humedales artificiales capaces de proveer agua a comunidades mexicanas, para fortalecer sus actividades productivas; el más reciente de ellos se ubica en la ciudad de Mexicali, Baja California.
¿Qué es exactamente un humedal y por qué este esfuerzo es importante?
Según su procedencia y la función con la que cumplen, los humedales pueden clasificarse principalmente en naturales y artificiales. Los primeros forman parte del patrimonio natural del mundo y sirven como refugio a miles de especies animales y vegetales.
Estos humedales pueden definirse como una zona de transición entre los ecosistemas terrestres y acuáticos. Tienen una baja profundidad y una elevada riqueza natural, ya que poseen una gran diversidad biológica y son capaces de suministrar agua dulce y alimento a mamíferos, aves, anfibios y otras criaturas; lo que los hace fundamentales para la supervivencia humana.
Los humedales artificiales, por su parte, son piezas de ingeniería que juegan un importante papel en la seguridad hídrica de nivel comunitario. Están diseñados para remover la mayor parte de los patógenos contenidos en el agua, replicando los procesos que ocurren naturalmente en humedales naturales de tipo lacustre y marino.
Estas piezas de infraestructura consisten en un terreno sobre el cual se coloca un material impermeable, evitando que el líquido se filtre en el subsuelo. Una mezcla de sustrato y plantas acuáticas se colocan a su vez sobre este, a fin de filtrar el líquido, retirar las impurezas y extraer microorganismos que puedan resultar dañinos en altas concentraciones.
Todo esto ocurre mediante una mezcla de procesos físicos y biológicos, de los que se encargan el sustrato y las plantas; haciéndolo además altamente sustentable.
El agua resultante puede emplearse en actividades como el riego, o la limpieza de espacios; y el humedal puede ser tan grande como sea necesario para abastecer a una comunidad.
Un humedal, una empresa responsable y una comunidad
En concreto, el humedal construido por IMCC, en alianza con Arca Continental, se encargará de tratar parte de las aguas urbanas del área, para retenerla, almacenarla y tenerla disponible para el consumo humano, la producción y el sostenimiento de la vida silvestre.
Este tendrá la capacidad de tratar más de 4 millones de litros de agua diariamente; es decir más de 50 litros por segundo. Esto equivale a llenar alrededor de 800 pipas de agua con una capacidad de 5 mil litros cada una.
Todo este líquido será utilizado para proyectos productivos dentro de la región, con lo que, de forma directa e indirecta, se impulsará también el desarrollo y calidad de vida de los habitantes del municipio.
La inversión total para esta iniciativa es equivalente a 170 millones de pesos; y forma parte de una serie de esfuerzos por continuar devolviendo a la naturaleza el agua empleada en la elaboración de los productos de la compañía.
Así IMCC no solo contribuye a garantizar la seguridad hídrica de una comunidad, a través de infraestructura amigable con el medio ambiente, también consolida su compromiso como una empresa responsable con las personas y con el planeta.