Con los reflectores puestos en el inicio de la Wild Card Weekend, pareciera que el racismo en la NFL se ha erradicado, sin embargo, resulta difícil ignorar que solo uno de los 32 entrenadores de los equipos profesionales es de raza negra. Hablamos de Mike Tomlin de los Pittsburgh Steelers, quien lleva catorce temporadas ganadoras con los acereros.
De acuerdo con Triple Pundit, la escasez de diversidad étnica en los líderes deportivos continúa a pesar de que cerca del 70% de los jugadores de la NFL son afrodescendientes, pues en 100 años de historia de la liga, menos de tres docenas de entrenadores tienen este origen.
Racismo en la NFL
Según el columnista del Atlanta Journal-Constitution, Michael Cunningham, en 2003 los dueños de las franquicias de este deporte se vieron casi obligados a considerar candidatos de color para entrenar a sus equipos:
Estaban dispuestos a fichar a jugadores negros haciéndoles ganar dinero mientras arriesgaban su salud. Eran reacios a dejarlos dirigir una vez que habían terminado su carrera. Después los entrenadores afrodescendientes tuvieron más oportunidades, demostraron que deberían haberlas tenido siempre.
Michael Cunningham, columnista del Atlanta Journal-Constitution.
Esta opinión de Cunningham hace referencia a la Regla Rooney, que exigía entrevistar a personas de distintas razas para las vacantes de entrenador principal. Desde entonces, la liga ha retrocedido en el frente de la diversidad. Solo en 2018, cinco head coaches de raza negra de la NFL fueron despedidos, cada uno de ellos fue reemplazado por alguien blanco.
Discriminación racial en el liderazgo
«Está claro que esos propietarios de franquicias de la NFL están a favor de que los hombres de raza negra hagan una cosa: maltratar sus cerebros y cuerpos como jugadores para entrenar y acrecentar las cuentas bancarias», sentenció la periodista Shalise Manza Young, de Yahoo Sports, en su columna.
El caso de Mike Tomlin resulta excepcional, ya que ha puesto el listón muy alto para los entrenadores jefe. En tanto, los talentosos preparadores asistentes que comparten su origen y están dejando su huella en la disciplina, han sido constantemente ignorados en los puestos que son otorgados a instructores jóvenes, algunos inexpertos —en su mayoría blancos— especialmente tras el éxito de Sean McVay con los Rams.
Además, no han faltado entrenadores blancos que han recibido una segunda oportunidad, los aficionados señalan ejemplos como el de Pat Shurmur (Browns and Giants), Adam Gase (Dolphins vs Jets) y Doug Marrone (Bills y Jaguars).
Para Gabriel Baumgaertner, de The Guardian, el desequilibrio racial en la NFL, va más allá de una falla de la Regla Rooney, incluso señala que, con tanta rotación, resulta confuso que a entrenadores veteranos como Jim Caldwell y Leslie Frazier no se les dé una nueva contratación.
Los equipos van a contratar en última instancia al entrenador que quieran contratar, pero el sorprendente desequilibrio entre los entrenadores blancos y los de minorías sugiere que el problema no es la Regla Rooney, sino el liderazgo del equipo.
Gabriel Baumgaertner, columnista de The Guardian.
Racismo fuera del deporte
En cuanto al mundo real, o digamos el sector privado, no es mucho mejor para la gente de color. Los ejecutivos afrodescendientes solo representan el 8% de los puestos de dirección de las 50 empresas más valiosas de Estados Unidos, según una reciente encuesta de The Washington Post.
A pesar de la gran cantidad de investigaciones que sugieren que la diversidad en el liderazgo corporativo está vinculada a la mejora del rendimiento, es una lucha aún mayor para las mujeres pertenecientes a minorías.
En este sentido, un esfuerzo destacado es el State Street Global Advisors, que anunció está pidiendo a las organizaciones con las que colabora que incluyan al menos una mujer y una persona de color en su consejo de administración.
Sin embargo, no es tan sencillo, ya que al momento de contratar personal las preocupaciones individuales siguen fomentando la discriminación, pues regularmente la decisión está dictada por la comodidad de la percepción.
Por ello, se hace más difícil reclutar objetivamente, sobre todo si la persona tiene una historia de vida o rasgos diferentes a la que selecciona. Lamentablemente, con la forma en la que están estructuradas muchas de las redes profesionales, el racismo en la NFL y en cualquier parte seguirá persistiendo, a menos que estemos comprometidos en erradicarlo.
