Desde el inicio de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, la construcción de un transporte ferroviario que conectara a cinco estados de la península mexicana, ha sido uno de los grandes objetivos de su gobierno; sin embargo, los datos oficiales sobre los impactos ambientales del Tren Maya hacen repensar si este es responsable.
Asociaciones civiles y activistas locales e internacionales han alzado la voz, incluso han catalogado a este proyecto como ambicioso e inestable, y hasta lo han tachado de «ecocidio«, debido a la magnitud de recursos naturales y humanos que se desplegarán para realizarlo.
El tren debe funcionar pase lo que pase
Según lo reporta la página web del Tren Maya, este recorrerá 1,500 km y atravesará los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, asimismo requerirá de una inversión de 200,000 millones de pesos y terminará de construirse para 2023.
Dicha ruta se ha mostrado como una alterativa supuestamente positiva para la región, ya que la administración asegura que traerá mejoras a las comunidades aledañas y generará una reactivación económica y desarrollo para esta zona del país.
El Tren Maya traerá prosperidad y certidumbre a las familias del sureste.
Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR).
Además, FONATUR asegura que «con la construcción del tren se generarán aproximadamente medio millón de empleos durante la obra», y con él se pagará una deuda histórica con aquella parte del país.
La región del sur-sureste muestra una importante concentración de las actividades económicas en un número limitado de centros urbanos.
Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR).
Asimismo, la instancia señala que el proyecto contempla los ejes social, ambiental y cultural, aspectos que enfatiza serán beneficiados al consolidar esta ruta. Sin embargo, cada uno de estos rubros ha sido criticado por la falta de una estrategia que en verdad proteja tanto a la diversidad humana como a la natural.
Sobre todo se han mantenido en el «oscurantismo» los impactos ambientales del Tren Maya, los cuales han sido denunciados por varias organizaciones dedicadas a proteger el medio ambiente y a las que se les ha prestado oídos sordos.
Falta de reportes medioambientales
De acuerdo con Greenpeace, el gobierno mexicano ha declarado que no habrá daños al medio ambiente, ya que se construirá sobre vías antiguas; empero, muchas organizaciones civiles nacionales e internacionales tienen otros datos.
Por ejemplo, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEDMA) asegura que «la falta de certeza sobre el trazo final del proyecto impide identificar los impactos puntuales que se pudieran ocasionar al hábitat y a los ecosistemas terrestres y costeros».
A esta voz se une, la del colectivo Articulación Yucatán, que ha señalado que a pesar de las numerosas denuncias hechas de forma pública y continua sobre la problemática del tren Maya, las autoridades correspondientes no han dado una respuesta y han evadido sus responsabilidades minimizando o desprestigiando a quienes denuncian.
La postura del gobierno ha quedado clara o al menos así lo demuestra el decreto sobre obras prioritarias, aprobado hace un año y que tiene efecto directo sobre las obras del Tren Maya, en concreto sobre los tramos 5, 6 y 7, que van de Quintana Roo a Campeche.
15 impactos ambientales del Tren Maya
Con este mandato, el FONATUR ya no tendrá que esperar el permiso de ninguna instancia regulatoria incluso de la Manifestación del Impacto Ambiental (MIA). Dado este panorama, te presentamos esta lista de las posibles repercusiones que tendrá este megaproyecto que, más que un acto de progreso en ocasiones parece un simple capricho con pocos argumentos.
1. Deforestación
La ruta del tren abarca municipios que son considerados grandes hábitats y un pulmón para el planeta. Por ello, la construcción de este medio de transporte es preocupante, pues para abrirle paso se están sacrificando muchos árboles y zonas selváticas.
La CEDMA estima que en la construcción del tren maya se talarán 2 mil 500 hectáreas de selvas húmedas y secas que representarían alrededor de 8 millones 736 mil árboles. En enero de este año se habían reportado la remoción de 20,000 árboles.
Cabe señalar que México ocupa uno de los primeros lugares en deforestación a nivel mundial, siendo las actividades humanas la principal causa de esta problemática, asimismo la zona sur de nuestro país es la que, desde antes del proyecto, sufre más de este problema.
2. Ruido
Como lo señala el Foro Ambiental, la contaminación acústica se ha visto como un problema urbano, sin embargo, este tipo de daño al ambiente puede provocar diversas afectaciones en los ecosistemas y en la fauna que las habita.
Esta contaminación reduce la capacidad de los animales de escuchar a sus depredadores acercarse y también provoca interferencias en su apareamiento.
Las plantas pueden verse afectadas cuando se altera el comportamiento de los animales herbívoros que dispersan sus semillas.
Foro Ambiental.
Acusttel será la compañía encargada de realizar estudios sobre el impacto acústico, empero, no se encontraron datos concretos de cómo y cuánto afectará este tipo de contaminación al medio ambiente de la zona donde transitará el tranvía.
3. Reserva de agua
La región de la Península de Yucatán es considerada como una gran reserva de agua, principalmente de origen subterráneo con un valor calculado de recarga natural en 21,813 hm3/a, con una disponibilidad de 2,386.82 hm3 al año, según la CONAGUA.
Esta reserva de aguas subterráneas es la más importante a nivel nacional y de la que depende más del 32% de la recarga media de todo el país.
Diario Oficial del Gobierno de Yucatán.
Por ello, con la llegada y explotación del recurso para subsidiar la construcción, puede que esta fuente del vital líquido se vea gravemente dañada y sea uno de los grandes impactos ambientales del Tren Maya.
4. Pérdida de hábitat
La pérdida de la biodiversidad es resultado del deterioro y la modificación de los hábitats, ya que al transformar los ecosistemas para adaptarlos a las necesidades y actividades humanas, muchas especies son afectadas.
La pérdida de hábitat sucede por el “cambio de uso del suelo” de ecosistemas naturales, pese a los esfuerzos por ocultar está realidad en la construcción del tren es notorio que los entornos naturales circundantes serán dañados.
Por ejemplo, con la división de los territorios se verá modificado el libre flujo de la fauna y «al considerar el ancho de la red de vialidades, la pérdida de hábitat directa será de 25 mil hectáreas para el caso de carreteras, caminos y veredas, mientras que para los ferrocarriles implicará 198 h».
5. Gestión de residuos
Manejar cualquier tipo de residuos es fundamental para mitigar los efectos negativos que estos tienen en el medio ambiente. Dentro de sus consideraciones para el Tren Maya, ONU-Habitat estimó que puede existir un conflicto si se mantiene el esquema de recolección actual.
El impacto puede ser mayor en los municipios que cuenten con una estación, ya que con el turismo los desechos aumentarán, por ello, recomienda que se realice un esfuerzo coordinado para para impulsar la construcción de plantas de tratamiento y reciclaje.
Por otra parte, grupos activistas han denunciado que al menos en Yucatán no se cuenta con una infraestructura para aguas residuales y un alcantarillado funcional, por lo que esto podría convertirse en una afectación grave.
6. Desaparición de áreas protegidas
De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), una área protegida es un «territorio geográfico claramente definido, reconocido, dedicado y administrado, a través de medios legales u otros similarmente efectivos, para lograr la conservación de la naturaleza».
Un informe del Conacyt, elaborado en 2019 y que permaneció fuera de la opinión pública, aseguraba que se verían afectas 10 zonas protegidas de los estados por los que atravesará el convoy.
Estas son: Balam Kin, Balam Kú, Calakmul y Los Petenes en Campeche; Cañón del Usumacinta en Tabasco; Palenque en Chiapas; y los Manglares de Nichupté, Sian Ka’an, Uaymil y Yum Balam en Quintana Roo.
7. Daño a la fauna
Quienes corren más riesgos con la implementación de esta obra serán los verdaderos habitantes de las selvas, es decir, las diferentes especies que habitan en los territorios por los cuales cruzará.
Reporte Indigo señala que la mayor angustia de los activistas ambientales es lo que sucederá con los animales, ya que al continuar sin «contemplar los impactos ambientales no solo provocará pérdida del hábitat, también fragmentación, atropellamientos y bloqueos de pasos de fauna».
Esta amenaza a los ecosistemas es preocupante, ya que en ellos viven y se refugian miles de especies endémicas como jaguares, ocelotes, tapires, monos aulladores, monos arañas, cocodrilos, manatíes, loros y guacamayos, que requieren grandes espacios para su existencia.
8. Fragmentación de los ecosistemas
Cuando un ecosistema —establecido en un espacio grande y continuo— es reducido y dividido se habla de fragmentación, este fenómeno tiene consecuencias severas en la dinámicas de los hábitats.
De acuerdo con la CEDAM, la infraestructura aumentará la fragmentación y «la pérdida de la conectividad ecológica entre las áreas de conservación, reduciendo las zonas boscosas y favoreciendo al aislamiento de la flora y fauna, la interrupción de los corredores biológicos, el cambio de microclimas, la transformación del hábitat y la extinción de especies».
Lo anterior representa un duro golpe para la estabilidad del clima, ya que se dividiría el mayor continuo de selva tropical que existe en Mesoamérica.
9. Contaminación de la selva
Los bosques tropicales, conocidos como selvas, contienen el 25% del carbono de biósfera y representan el 15% de la superficie de nuestro planeta, según lo documenta la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
México cuenta con 31 millones de hectáreas de este tipo de bosque. La mayoría se encuentra distribuida en la vertiente del Atlántico, que va desde el sur de San Luis Potosí a Veracruz, Tabasco y al sur de la Península de Yucatán, lugares que posiblemente resientan los impactos ambientales del Tren Maya.
Las vías de tren, los combustibles que requiere, los posibles asentamientos irregulares, la llegada de millones de turistas, así como la concentración del comercio, podrían ser algunos de los contaminantes de los paisajes naturales selváticos.
10. Aumento de las emisiones GEI
De acuerdo con Wri México, las modificaciones en el sector de Uso de Suelo, Cambio de Uso de Suelo y Silvicultura, que incluyen agricultura y bosques, son piezas fundamentales en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
En este sentido, con la expropiación de espacios que pertenecían a la naturaleza, así como la deforestación y contaminación que provocará el Tren Maya, las GEI de nuestro país sin duda aumentarán.
Ya que aunado al crecimiento de actividades económicas, se le sumará el desgaste que provoquen los trabajos. Investigadores de la UNAM han advertido que las emisiones del Tren Maya podrían ser equivalentes a lo que generan 139 mil 461 autos sedán, es decir, 431 millones de kilogramos de CO2 anuales.
11. Afectación a las cavidades naturales
Otros de los impactos ambientales del Tren Maya será cómo afectará a las cavidades subterráneas como cenotes y cuevas. Con el nuevo trazo del Tramo 5 Sur, grupos ambientalistas han denunciado que la obra podría transitar por encima de ríos subterráneos, cuevas y cenotes.
Este tipo de cavidades naturales son ecosistemas únicos que resguardan especies endémicas. En el estado de Yucatán se estima existen 6 mil cenotes y ríos subterráneos, de los cuales se han identificado 2 mil.
12. Pérdida del jaguar
El jaguar es una de las especies en peligro de extinción que tiene como hábitat natural la selva de las península mexicana. Según un censo de esta especie realizado en 2018, había en el territorio 4 mil 800 ejemplares.
El riesgo de perder a este felino ha incrementado «debido a la construcción de infraestructura sin medidas de mitigación y la expansión de la frontera agropecuaria«.
Cabe señalar que los felinos son fundamentales para mantener los ecosistemas, si desaparecen podría ocasionarse un desajuste en la cadena alimenticia que pondría en riesgo a otras especies.
13. Manglares en peligro
Así como el mítico felino, los manglares también sufrirán grandes daños con la edificación del Tren Maya. México tiene el 6% de este tipo de ecosistemas a nivel mundial, en el 2020 la península de Yucatán poseía 544,169 hectáreas de manglares.
«Los manglares son considerados como uno de los ecosistemas más productivos del planeta. Generan gran cantidad de materia orgánica (en forma de hojarasca, flores, frutos, propágulos, madera y corteza).
Conacyt.
La construcción del Tren Maya podría incrementar la desaparición de los manglares, los cuales son fundamentales para combatir el cambio climático. Cabe señalar que la región donde se está desarrollando este megaproyecto representa el 55% de los manglares nacionales.
14. Especies invasoras
La biodiversidad que habita en la región sur de nuestro país es única, ya que son ecosistemas que han prevalecido por siglos, los cuales requieren de equilibrio para mantenerse así. La irrupción del transporte turístico puede acarrear otro problema: las especies invasoras.
Ese fenómeno que forma parte de los impactos ambientales del Tren Maya, consiste en la inserción de especímenes extrañas a un entorno, las cuales pueden provocar un desajuste en los ecosistemas.
Ante ello, varios colectivos han pedido que se regule de mejor manera la gestión del proyecto: «que no haya expansión hotelera desmedida ni cambio en el uso del suelo con monocultivos y especies invasoras».
15. Incendios
Con la deforestación y la fragmentación de los ecosistemas, los incendios forestales se convertirían en uno más de los impactos ambientales del Tren Maya, ya que al modificar tan agresivamente los ecosistemas, habría un aumento e intensificación de estos siniestros.
En México, lo incendios forestales se han agudizado, según el Reporte Semanal de Incendios de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en el 2021 se presentaron más de 4 mil incendios forestales, dañando aproximadamente a 130 mil hectáreas.
Como puede verse, los impactos ambientales del Tren Maya tendrán graves consecuencias para el medio ambiente, no solo a nivel nacional, sino mundial. Debido a que aún existen muchas lagunas sobre las cifras oficiales de las afectaciones ecológicas, la suspicacia no puede quedarse a un lado.
Es posible que la inestabilidad con la que se ha llevado el proyecto sea la causa de por qué se ha evitado brindar certezas sobre las consecuencias de un proyecto tan ambicioso y quizá mal fundado.
Me interesa los temas de sustentabilidad y desarrollo social
Hola muy interesante tu artículo del tren maya, tendras la reglamentación dodne basas los temas expuestos
¿Qué tal Jac? Agradecemos tu comentario e interés, la información que has encontrado en este artículo se sustenta en los links que encontrarás dentro del mismo. Espero sea de ayuda.