Científicos constatan el efecto humano en el aumento de las temperaturas en ambos Polos.
Un equipo internacional de científicos ha hallado pruebas de que el calentamiento global en los Polos, que pierden cada vez más masa helada, se atribuye directamente a la actividad humana, según un estudio publicado en la última edición de Nature Geoscience. Por primera vez, se ha constatado que existe una «causa humana» en el aumento de las temperaturas tanto en la Antártida como en el el Ártico.
«Por primera vez, somos capaces de atribuir directamente el calentamiento en ambos extremos de la Tierra a la actividad humana», ha indicado Nathan Gillett, de la Universidad inglesa de East Anglia, que ha dirigido el estudio en el que han participado investigadores estadounidenses, británicos y japoneses.
Las temperaturas del Ártico han aumentado bruscamente en los últimos años y la placa de hielo submarina del continente alcanzó en 2007 su nivel más bajo, pero no se tenía aún constancia de tales efectos en el otro continente helado, la Antártida. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, compuesto por 2.500 expertos, el año pasado la huella humana en el clima se detectó en todos los continentes excepto en la Antártida. Con esta nueva investigación, se disipan todas las dudas.
Incremento de la temperatura
Los investigadores han comparado los niveles máximos de temperaturas y cuatro modelos climáticos y han observado que el calentamiento se produce en las dos regiones polares. El aumento de temperaturas lo atribuyen al incremento de los gases de efecto invernadero, principalmente derivado de la quema de combustibles fósiles, más que de transformaciones naturales.
Según los científicos, las temperaturas han aumentado 2ºC en los últimos cuarenta años en el Ártico. En la Antártida, este proceso es aún más rápido debido a la oscuridad que impera en sus aguas y a la humedad del terreno.
El estudio publicado en Nature Geoscience llega incluso a vincular por primera vez las emisiones de gases de efecto invernadero con el aumento de las temperaturas en el Ártico. «Debemos mostrar más atención a lo que está ocurriendo con las placas de hielo», ha asegurado Andrew Monaghan, del Centro Nacional Estadounidense para la Investigación Atmosférica.
Fuente: El Pais.com