Los poderes políticos de la ciudad aún no determinan el reglamento y las instancias que vigilarán el cumplimiento de la Ley de Residuos Sólidos del DF, que prohíbe obsequiar bolsas de plástico en establecimientos mercantiles; sin embargo, para Uriel Beltrán, director de la carrera de Biotecnología del Tecnológico de Monterrey, esta ley resulta insuficiente ante el problema que, dijo, es más social que ambiental.
A decir del académico, es necesario impulsar la práctica de la recolección, la separación y el reciclaje de desechos en todos los niveles del proceso, es decir, tanto en los hogares como en los camiones de basura y en los basureros.
Por su parte, Juan Antonio Hernández, presidente de la Industria de Bolsas de Plástico, exhortó al gobierno capitalino a otorgar un plazo más amplio para que comerciantes y empresarios del ramo lleven a cabo las negociaciones que permitan aplicar la ley.
Además, lamentó que la administración local para la creación de esta ley se basó en un modelo que se efectuó en Irlanda en 2003, donde estableció un impuesto de 10 centavos por bolsa para que la gente dejara de adquirirlas.
Tanto el académico Uriel Beltrán como el empresario Antonio Hernández coinciden en que la Ley de Residuos Sólidos del DF no ayudará en nada a reducir la contaminación que se genera por estos materiales.
Ambos aseguraron que en unos años los basureros estarán llenos de bolsas biodegradables que tardarán muchos años en desintegrarse; ello, porque las zonas en las que se depositan los desechos no cuentan con los requerimientos necesarios para una degradación óptima de los desechos.
Uriel Beltrán lamentó que “si se trata de predicar con el ejemplo, el gobierno del Distrito Federal sale muy mal parado”, ya que en problemas de ambiente, cuidado del agua, las normas y reglamentos de la Ley de Residuos el GDF no ha hecho una campaña de difusión eficiente.
El presidente de la Industria de Bolsas de Plástico informó que en el Distrito Federal se regalan diariamente 15 millones de bolsas que equivalen a uno por ciento del total de la basura que se genera y termina en los tiraderos por la falta de reciclaje.
Agregó que las bolsas degradables o biodegradables no son la solución, pues se fabrican con la raíz de las papas, maíz, caña de azúcar, entre otros, y no hay fábrica en el mundo que pueda general tal cantidad de biopolímeros para suministrar la cantidad de productos que se requieren, además de que no se pueden reutilizar.
Fuente: La Crónica; Ciudad, p.17
Autor: Oscar Viale
Publicada: 19 de agosto 2010
