Los consumidores, empleados, inversores y otras partes interesadas esperan cada vez más que las empresas asuman un propósito corporativo y prácticas ESG. Si bien, ambos son importantes dentro de los negocios, conocer su diferenciación permitirá evaluar su alcance y resultado por separado. ¿Cuáles son las principales diferencias entre propósito y ESG? Expertos lo explican.
Dado el impacto de los últimos hallazgos inequívocos del IPCC sobre la naturaleza del cambio climático y la probabilidad de que ocurra al menos una década antes de lo previsto, los stakeholders exigen un mayor compromiso y acción frente a estos complejos desafíos.
Una difícil distinción
De acuerdo con el portal Sustainable Brands, sin la inversión financiera, las redes y la influencia del sector privado, simplemente es imposible mejorar el panorama. No obstante, en el esfuerzo por redefinir el papel de las empresas en la sociedad, el propósito y ESG, a veces compiten por la atención. No siempre está claro cuál debe considerarse primero, cómo se interrelacionan o en qué se diferencian.
Es por ello, que a menudo se discuten de forma aislada o se combinan, llevando a una mayor confusión y caos. Si se quiere trabajar en alcanzar los 17 ODS, los líderes empresariales deben conocer la ruta para lograrlo y no perderse entre los conceptos.
¿Qué es ESG?
El Environmental, Social and Governance es un área de la comunidad inversora que se centra en resaltar el riesgo en las carteras de inversores frente a una matriz de factores ambientales, sociales y de gobernanza.
Es el inversor centrado en lo que muchas empresas se incluiría como parte de un enfoque tradicional de la sostenibilidad, aunque ESG también tiene en cuenta cómo se analiza el riesgo como parte de un enfoque empresarial sistémico, mientras que muchas organizaciones todavía se centran en la sostenibilidad a través de una estrategia y un departamento aislados.
Los inversores tienden a abordar la evaluación del riesgo de forma numérica, examinando a las empresas en una amplia gama de datos e información en
tres pilares y cómo se desempeñan en las clasificaciones de la industria, como el Índice de Sostenibilidad Dow Jones, en comparación con otras organizaciones del mismo sector.
¿Y propósito?
El propósito empresarial se determina como la razón significativa y duradera para existir de una organización que se alinea con el desempeño financiero a largo plazo, proporciona un contexto claro para la toma de decisiones diaria y unifica y motiva a las partes interesadas relevantes.
El propósito dirige a los equipos y empresas a perseguir objetivos con una fuerte intención de servir al bienestar de los demás. Aplicable a todo tipo de empresas y organizaciones, el propósito está en el corazón de la estrategia y la identidad de una organización.
Propósito y ESG no son lo mismo
Si bien, propósito y ESG son temas que se han vuelto particularmente destacados en los negocios, saber cómo integrarlos resulta urgente.
Por ello, los siguientes tres expertos indican cuál es la mejor manera de priorizarlos e integrarlos dentro de la organización: Nikhil Bumb, director de FSG y coautor dela serie Beyond Trade-Offs de The Economist; Coro Strandberg, cofundador y asesor del Social Purpose Institute de Canadá y presidente de Strandberg Consulting; y Phil Preston, fundador de The Business Purpose Project en Australia.
Para estos especialistas, si las empresas se centran solo en el propósito, corren el riesgo de ignorar los compromisos críticos de ESG que quedan fuera del mismo.
Por ejemplo, una empresa cuyo objetivo es reducir las emisiones globales a través de la energía eólica, ¿podría ignorar la diversidad y la inclusión entre su personal, o el desperdicio y la contaminación en su cadena de suministro?
O en otro caso, se le pide mejorar su diversidad, equidad e inclusión; construir una cadena de suministro resiliente; y trabajar hacia emisiones netas cero, entre muchos otros objetivos relacionados con ESG. ¿Debería hacerse cargo?
Y es que esperar que las organizaciones hagan todo lo relacionado con sustentabilidad, es arriesgarse a perder el sentido de la brújula y, por ende, impactar en el desarrollo comercial.
El enfoque ESG debe provenir del propósito
En este contexto, los expertos señalan que el propósito puede iluminar en qué áreas ESG enfocarse, pero algunos compromisos de esta última deben ser una prioridad, incluso si van más allá del alcance del objetivo.
Las buenas prácticas de sustentabilidad/ESG son apuestas básicas para todas las empresas: todas deben comprender sus riesgos y oportunidades sociales y ambientales y abordarlos.
Entonces, existen prácticas que deberían estar contempladas desde un inicio en el propósito empresarial como son: actuar de manera ética, seguir códigos de prácticas relevantes, cumplir los requisitos legales y reglamentarios.
Propósito y ESG en los negocios
En temas de sustentabilidad en los negocios, el propósito es como la North Star de una corporación, ya que debe ser lo primero cuando se toman decisiones comerciales estratégicas, incluidos los compromisos de ESG, sin embargo, algunos deben priorizarse independientemente de cómo se relacionen con el propósito.
Los líderes deben asegurarse de que al menos algunos de sus compromisos ESG estén claramente vinculados y cumplan con los objetivos establecidos por su propósito.
Por ejemplo, un restaurante cuya meta es construir comunidad e inclusión podría establecer una estrategia para mejorar la comprensión de sus empleados sobre la diversidad a través de una iniciativa de educación. Esta trabajaría simultáneamente hacia su propósito y un objetivo ESG relacionado con mejorar el bienestar o la inclusión.
Lo anterior demuestra que es posible encontrar vínculos entre el propósito y ESG para tomar decisiones inteligentes relacionadas con el negocio, las operaciones y las personas, al mismo tiempo que se cumple con las métricas clave.
Empero no hay que olvidar que el alcance de los aspectos ESG será más amplio que el de aquellos vinculados directamente al propósito. Porque mientras el primero está orientado hacia un pequeño conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible, la gestión de los segundos tendrá en cuenta una gama mucho más amplia de preocupaciones.
¿Existen diferencias?
Aunque, el propósito y ESG están claramente relacionados, las iniciativas asociadas con cada uno incluso se superponen. Por lo que es importante ser consciente de sus diferencias.
Mientras que el propósito corporativo se trata de la creación de valor conjunto entre el negocio y la sociedad, ESG se trata más de administrar el riesgo a la baja: un examen de si la organización está haciendo lo correcto desde una perspectiva de marca y reputación para mantener a las partes interesadas clave de su lado.
El propósito tiene un impacto social, los ESG se centran en reducir los riesgos para la sociedad. Además, las directrices ESG evolucionan con el tiempo, pero el propósito debe perdurar.
Es posible que algunas iniciativas hagan ambas cosas, por ejemplo, un restaurante centrado en la comunidad y la inclusión, cuyas iniciativas educativas tengan el potencial de crear un impacto positivo y de reducir los riesgos para la reputación del negocio.
Priorizar iniciativas
¿Cómo es posible que las corporaciones las prioricen entre uno u otro? De acuerdo con los expertos, esto se puede evaluar con base en dos preguntas clave:
- ¿Priorizar esto nos ayuda a lograr el impacto social reflejado en nuestro propósito? (Enfoque de impacto).
- Si no es así, ¿nos ayuda el priorizar esto a reducir los riesgos para nuestro negocio y/o nuestros grupos de interés? (Enfoque de reducción de riesgos).
El grado en que una empresa pueda decir «sí» a al menos una de estas preguntas hará que las prioridades más importantes lleguen a la cima. En última instancia, un corporativo debe tener múltiples preferencias que caigan en cada uno de estos dos cubos y asegurarse de cubrirlos.
Por último, integrar propósito y ESG es necesario para todos los negocios, aunque en esta nueva era no es una hazaña pequeña, por lo cual comenzar con una comprensión clara de cómo se relacionan y en qué se diferencian dará más seguridad al asumir cualquier desafío.
