Casi 8 millones de niños menores de 5 años —en quince países afectados por los conflictos sociales y ambientales— corren el riesgo de morir por desnutrición severa, a menos que reciban atención y alimentos terapéuticos inmediatos, y el número aumenta cada minuto, advirtió UNICEF a líderes mundiales, esto tras los preparativos para la cumbre del G7, la cual reúne a las llamadas economías «más avanzadas» del mundo.
El organismo de la ONU para la protección de la infancia, mencionó que, desde principios de año, la creciente crisis alimentaria mundial ha provocado que 260,000 infantes más —es decir, un niño o niña cada minuto— sufran desnutrición grave.
Al respecto, la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell indicó que “la ayuda alimentaria es fundamental, pero no podemos salvar a los niños hambrientos con sacos de trigo. Necesitamos llegar a ellos con alimento terapéutico antes de que sea demasiado tarde».
Ayuda que salva vidas
RUTF es la abreviatura de «alimento terapéutico listo para usar», un artículo de suministro esencial para salvar vidas. Esta pasta fue inventada por el científico e investigador francés, André Briend, hace 25 años y estuvo disponible comercialmente a principios de la década de 2000. Está hecha de leche en polvo, maní, mantequilla, aceite vegetal, azúcar y una mezcla de vitaminas y minerales. Un sobre de RUTF combina 500 calorías y micronutrientes.
Dichas características hacen a este producto un aliado estratégico en la erradicación de la hambruna, pues, de acuerdo con UNICEF, los programas de alimentos terapéuticos para niños con desnutrición severa en Sudán del Sur han logrado una tasa de recuperación del 95%.
Desnutrición severa y su impacto en la niñez
La desnutrición severa en la niñez consiste en una deficiencia entre el peso y la altura. Un niño o niña con este trastorno tiene hasta 11 veces más probabilidades de morir, además de que ve reducidas las funciones corporales más básicas, incluso necesita toda su energía para seguir respirando.
Se estima que en quince países, 40 millones de niños y niñas padecen inseguridad nutricional aguda, lo que significa que no reciben la dieta diversa mínima que requieren para crecer y desarrollarse en la primera infancia. Asimismo, 21 millones carecen de acceso a alimentos suficientes para satisfacer sus necesidades, lo que los expone a un alto riesgo.
Un problema en aumento
En 2020, cerca de cinco millones de niños recibieron tratamiento con alimentos terapéuticos rentables y listos para usar pero, la pandemia, la guerra en Ucrania y el cambio climático están aumentando la crisis en cuanto a comida.
Aunado a ello, el precio de los alimentos terapéuticos para tratar la desnutrición grave se ha disparado un 16% en las últimas semanas, debido a un fuerte incremento en el costo de las materias primas, lo que ha dejado a 600,000 menores sin un tratamiento vital y en peligro de muerte.
Si bien se ha avanzado en la lucha contra la desnutrición, el problema es demasiado grande para dejar que la ONU, las ONGs y el sector público lo resuelvan.
RSE contra la desnutrición
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha utilizado como un tipo de contrapeso moral a las prácticas que han tenido impactos negativos en las personas y sociedad. La RSE representa una forma posible de marcar una diferencia de impacto, actuando desde la prevención de la desnutrición.
En este sentido, las principales compañías de alimentos pueden integrar este principio a su propósito. La inversión en nutrición infantil temprana es apostar por el futuro sostenible. El compromiso corporativo con orientación social puede crear un efecto multiplicador que mejora y, en última instancia, fomenta el desarrollo económico sostenible.