La ONU ha ignorado el papel crucial de los empleos y la equidad en los ingresos en su estrategia de 15 años para combatir la pobreza y la hambruna en el mundo, reconoció ayer la misma institución en un informe.
De acuerdo con el reporte del Instituto de Investigaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD, por sus siglas en inglés), el organismo está en camino de reducir a la mitad, para 2015, el número de personas que viven con menos del equivalente a un dólar diario. Sin embargo, el panorama presenta altibajos para los otros Objetivos para el Desarrollo del Milenio (ODM) en materia de salud, educación y medio ambiente.
El plan convenido por los gobiernos del mundo en 2000 tiene serias fallas, dice el texto.
La gente necesita empleos para combatir la pobreza y se debe cambiar el enfoque que hacía hincapié en las redes de seguridad y programas de bienestar. Señala que para erradicar la pobreza resulta más eficiente abordar las causas que la provocan, en vez de centrarse en paliar temporalmente sus efectos.
«Las políticas para eliminar la pobreza se centran en dar a los pobres las cosas que les faltan, en lugar de plantearse por qué les faltan», aseveró el coordinador del informe, Yusuf Bangura.
El estudio reprocha que las actuales medidas para terminar con la pobreza son erróneas, al separar las políticas de pobreza de las del crecimiento económico.
La crítica es inusual, dada la promoción que ha hecho la ONU de los ODM como la mayor esperanza para erradicar la pobreza extrema, el hambre y las enfermedades en el mundo.
«Los hechos prueban que la pobreza se reduce cuando las políticas económicas y sociales se apoyan mutuamente», señala.
La investigación indica que los enfoques sobre el desarrollo demasiado complejos pueden ser contraproducentes: varios proveedores de salud, educación y servicios que utilizan diferentes estrategias para diferentes grupos de población significan «mayores costos, escasa calidad y un acceso limitado a los pobres».
Asimismo, advierte que en buena parte del mundo en desarrollo la pobreza se vincula con el cambio que va de la agricultura a servicios y empleos de poca remuneración.
Las naciones hacen frente a una creciente desigualdad, y quizá pobreza, si no saben manejar este cambio, y si promueven el libre mercado sin una protección adecuada para desempleados, embarazadas, ancianos, enfermos y personas con discapacidad, agrega.
Los empleos desempeñan un papel clave durante todo el proceso y se ha descuidado su importancia en los planes contra la pobreza, indica el UNRISD.
El documento de la ONU ofrece como ejemplo el caso de Brasil y los progresos registrados bajo el mandato del Presidente Luis Inácio Lula da Silva en cuanto a reducción de pobreza y desigualdad, lo que al mismo tiempo «ayudó a consolidar la democracia», según el texto.
De continuar con las actuales medidas para paliar la pobreza, el estudio estima que el número de indigentes en 2015 se elevará a mil millones, ya que las crisis económica y alimentaria pusieron en entredicho el éxito de los ODM.
Agencias
Cambio clave
En el informe, el UNRISD da propuestas para lograr un desarrollo más equitativo.
Economía. Sugiere cambios en la estructura de la agricultura, la industria y el sector de los servicios para generar empleos remunerados y con acceso a todas las personas sin importar la clase social, género, etnia o ubicación.
Social. Propone una protección social integral y servicios basados en los derechos universales respaldados por políticas democráticas.
Política. Pide proteger los derechos civiles y establecer acuerdos políticos que garanticen la cobertura de las demandas ciudadanas.
Así lo dijo:
«Cuando una gran parte de un país es pobre, no tiene sentido despegar la pobreza de las dinámicas de crecimiento económico».
– Yusuf Bangura, coordinador de UNRISD
Fuente: Reforma – internacional, p. 21
Publicada: 4 de septiembre 2010
