En la cuarta edición de Iniciativa México se anunció el primero de varios conciertos “con iniciativa”, y en esta ocasión tocó turno a Veracruz para manifestar su solidaridad con los damnificados por las lluvias.
Fue en Boca del Río donde artistas como Yuridia, Yuri, Yahir y Reyli se encontraron con los veracruzanos que han perdido su patrimonio por el desbordamiento de ríos. Carlos Marín, director editorial de MILENIO, fue el padrino de estos conciertos, así como el encargado de cuestionar a los autores de los cinco proyectos que anoche contendieron para pasar a la final, en la que el ganador obtendrá 10 millones de pesos.
Mario Castro expuso primero su proyecto representando a una comunidad dedicada a la conservación marina de Cabo Pulmo, en Baja California Sur; el segundo proyecto fue de Manuel Aldrete, llamado Desarrollo de la actividad chiclera en la selva maya con goma de mascar orgánica.
La tercera propuesta estuvo a cargo de Elsa Esquivel con el nombre Scolel te (“El árbol que crece”).
El cuarto proyecto consistente en recuperar aceite comestible quemado para convertirlo en diésel que es 90% menos contaminante, a cargo de Carlos Alberto Campos, llamado Campaña cambio biodiésel.
La quinta y última idea mezclando conocimientos prehispánicos con tecnología, Agua para siempre, seguridad hídrica, de Raúl Hernández García Diego de la comunidad Santa María la Alta, Puebla.
Tras la presentación a detalle de cada una de estas iniciativas el primero en pasar a la final gracias a las llamadas del teleauditorio fue el de Agua para siempre.
Luego de limpiar el agua se dedicaron a sembrar amaranto para luchar contra la pobreza, por lo que la mixteca poblana y oaxaqueña regeneró sus cuencas para beneficio de los 206 mil habitantes.
Carlos Marín preguntó: “¿En qué otras localidades piensas aplicar tu modelo?”, a lo que Raúl Hernández respondió: “En todo el país, porque se tiene la capacidad para almacenar y purificar el líquido”. El segundo proyecto salvado por el consejo técnico fue el de Biodiésel.
En la planta de Carlos este aceite quemado se procesa hasta convertirlo en diésel, por lo que empresas del transporte han comenzado a adquirir este producto.
El autor de El asalto a la razón preguntó: “¿Cuánto aceite de cocina has calculado producir para competir contra Pemex?”
“Es uno de los temas más difíciles para tratar; pero con apoyo financiero podemos competirle al tú por tú a la paraestatal”, respondió Raúl Hernández.
Fuente: Milenio – política, p. 12
Autor: Rodolfo Montes
Publicada: 13 de septiembre 2010