Gran Bretaña, una nación típicamente de clima templado, registró esta semana temperaturas sin precedentes. De acuerdo con AP, esta ola de calor —que ha arrasado otras partes de Europa— también ha provocando incendios forestales, cierre de escuelas, cancelación de vuelos, entre otros.
Las altas temperaturas registradas por la Oficina Meteorológica del Reino Unido alcanzaron un nuevo máximo el martes 19 de junio, ya que superó el récord de 39.1 °C registrado el mismo día por la mañana en Charlwood, Surrey, y llegó a 40.2 °C en el aeropuerto Heathrow a las 12:50 pm. Antes del martes, la temperatura más alta registrada en Gran Bretaña fue de 38.7 °C, establecida en 2019.
Los expertos en clima advierten que el calentamiento global ha aumentado la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, con estudios que muestran que la probabilidad de que las temperaturas en el Reino Unido alcancen los 40° C ahora es 10 veces mayor que en la era preindustrial.
Cambio climático
Ante la inusual ola de calor, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha hecho un llamado a los gobiernos para que lo sucedido en Europa sea un detonante para la acción climática. Acciones que muchos países han estado aplazando e incluso señalando un regreso «temporal» a los combustibles fósiles.
Hannah Cloke, profesora de hidrología en la Universidad de Reading, Inglaterra, dijo que el récord de temperatura fue un «hito sombrío» y parte de un «deslizamiento hacia un territorio desconocido para la humanidad a medida que calentamos nuestro planeta». Instó a “todos los políticos que piden una dilución de la política climática a explicar su pensamiento”.
Otro científico climático de la Universidad de Oxford, Myles Allen, ha señalado algo similar a Hannah Cloke:
“No podemos darnos el lujo de vivir en un clima en constante cambio”, y enfatizó que la renovación continúa de la infraestructura de Gran Bretaña frente al cambio climático será «extremadamente costosa».
Myles Allen, científico climático de la Universidad de Oxford.
Temperaturas sin precedentes: OMM
De acuerdo con la OMM, si bien un aumento de la temperatura a 1°C parece no ser significativo, el aumento resultante de los eventos de calor ya es evidente con el registro de lo sucedido en Gran Bretaña.
Las olas de calor extremas se han extendido por Portugal, España, Francia, alcanzando temperaturas sin precedentes, de hasta 46°C. Las «Advertencias rojas» que suelen activarse por calor exepcional, se mantienen vigentes en gran parte de Portugal, dado que las condiciones actuales aumentan el riesgo de incendios forestales.
Aunado a ello, las altas temperaturas han afectado también la infraestructura. Durante la inusual ola de calor en Gran Bretaña, el secretario de Transporte, Grant Shapps, señaló a la BBC que la red ferroviaria del país no podía soportar el intenso calor y agregó que las mejoras para ayudar a los servicios a hacer frente a las temperaturas extremas llevarían “muchos años”.
«Estamos construyendo nuevas especificaciones, creando líneas aéreas que puedan soportar temperaturas más altas. Pero con la mejor voluntad del mundo, esta es una infraestructura que ha llevado décadas construir, con algunos de nuestros ferrocarriles que se remontan a 200 años»
Grant Shapps, secretario de Transporte de Gran Bretaña.
Las sequías y temperaturas sin precedentes amenazan con ser una constante que requerirá que las personas y gobiernos consideren planificar dentro de sus actividades cotidianas. Además de señalar los efectos adversos que tiene para la salud de las personas.
Olas de calor y contaminación
La ola de calor también está actuando como una tapa, atrapando los contaminantes atmosféricos, incluidas las partículas, lo que resulta en una degradación de la calidad del aire y efectos adversos para la salud, en particular para las personas vulnerables, explicó Lorenzo Labrador, Oficial Científico del Programa de Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM.
Por su parte, el Dr. Nikos Christidis, científico de atribución climática de Met Office —Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido—, agregó que un estudio reciente descubrió que la probabilidad de días extremadamente calurosos en el Reino Unido ha aumentado y continuará haciéndolo durante el transcurso del siglo.
«La probabilidad de superar los 40°C en cualquier lugar del Reino Unido en un año determinado también ha aumentado rápidamente e, incluso con las promesas actuales de reducción de emisiones, tales extremos podrían ocurrir cada 15 años en el clima de 2100»
Dr. Nikos Christidis, científico de atribución climática de Met Office.
Finalmente, lo expertos climáticos han señalado que, si bien los eventos de calor extremos ocurren dentro de la variación natural del clima, el aumento frecuente de las temperaturas registradas en las últimas décadas son una muestra clara del cambio climático que vive el planeta.
