Nada brilla como un diamante, pero su viaje desde la mina hasta el joyero es cualquier cosa menos deslumbrante. Está documentado que los diamantes extraídos tienen un alto precio social y ambiental. Si bien, su costo puede fluctuar entre 2 mil 500 y 18 mil dólares por un diamante de un quilate, el costo por quilate que paga el planeta es aún mayor: 1,128 libras de CO2e emitidas, de acuerdo con Sustainable Brands (SB).
Sin embargo, gracias a los avances científicos, ahora es posible crear diamantes en laboratorio como una alternativa más responsable a la gema extraída de la naturaleza. Lo que haría su adquisición más asequible, al mismo tiempo que reduciría las condiciones de trabajo inseguras y conflictivas conocidas en el proceso de extracción de diamantes.
Impacto social de la extracción de diamantes
Los diamantes han sido durante mucho tiempo uno de los minerales más importantes de la joyería. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la industria, el procesos de verificación para detener la venta de «diamantes en conflicto» o «diamantes sangre» no ha sido suficiente. Son llamados así porque proceden de países productores inmersos en conflictos bélicos. Además, su extracción y comercialización se realiza en flagrante violación de los derechos humanos.
Empero, Sacet, especialista en diamantes, asegura que la explotación laboral humana y el impacto ambiental no están incluidos en la fabricación de diamantes con la etiqueta «libre de conflictos» que maneja Kimberley.
Muchos diamantes certificados por el Proceso de Kimberley se derivan de regiones que experimentan nuevos tipos de conflicto, y los impactos climáticos no son relevantes en el examen. Ello sugeriría que la certificación que ofrece Kimberley ha quedado rebasada frente al nuevo panorama.
Impacto ambiental de la extracción de diamantes
Aunado a los problemas sociales que genera la extracción del mineral, los desechos mineros (relaves) suelen filtrarse al ambiente contaminando el agua de la región. Este conjunto de residuos está formado por roca triturada, trazas de metales, aditivos utilizados en el proceso como petróleo, ácido sulfúrico y cianuro.
Como resultado, la biodiversidad en las regiones mineras está disminuyendo. Asimismo, la erosión del suelo es otro problema importante con muchas técnicas de extracción de diamantes. De hecho, un quilate de un diamante extraído elimina aproximadamente 250 toneladas de tierra/suelo, requiere 120 galones de agua y emite 140 libras de CO2.
Por donde miremos, la industria del diamante presenta serios problemas en sostenibilidad, dado el impacto ambiental y social que genera. Por lo tanto, con las crecientes regulaciones en materia de riesgo en las inversiones, este sector se podría verse afectado.
Diamantes de laboratorio asequible y sostenible
La respuesta para la industria podrían ser los diamantes de laboratorio. Una propuesta genuina de diamante de carbono y que no tiene nada de antinatural, de acuerdo con Sacet.
En comparación con los diamantes extraídos de minas, los diamantes cultivados en laboratorio son más baratos y tienen un costo social y ambiental mucho más bajo. Y, a diferencia del Proceso de Kimberley, los diamantes cultivados en laboratorio se pueden auditar fácilmente para garantizar buenas prácticas laborales y ambientales.
Diamantes de laboratorio la propuesta responsable
Sacet es un productor de joyas que se abastece exclusivamente de diamantes certificados cultivados en laboratorio. Pero está compañía también ha ido un paso más allá, al utilizar únicamente materiales reciclados (metales preciosos y envases) de proveedores estrictamente examinados.
Al elaborar todas sus joyas en un taller artesanal, Sacet puede pagar a los artesanos un salario digno y eliminar intermediarios . Además, utiliza 100% de las ganancias de su taller para brindar a sus trabajadores y comunidades desarrollo de habilidades, educación y atención médica.
«La visión general es llevar a los artesanos al frente de lo que hacemos».
Sacet.
Diamantes de carbono
Si bien, la mayoría de los diamantes cultivados en laboratorio utilizan materias primas de origen fósil, Aether es la única propuesta que crea diamantes a partir de CO2 atmosférico. Lo que convierte a los diamantes Aether en las primeras piedras preciosas con carbono negativo del mundo.
A través del secuestro directo y colaboraciones externas, Aether se ha comprometido a eliminar 20 toneladas de carbono por cada quilate que crea. También es la única compañía de diamantes en el mundo en obtener la certificación B Corp, un movimiento transformador, en el que la empresa es parte de la solución y no del problema.
El lujo sustentable
Aether y Sacet son parte de un panorama de lujo en evolución que está remodelando el futuro del negocio de los diamantes.
En este sentido, la marca de joyería más grande del mundo, Pandora, también ha hecho lo propio al cambiar recientemente los diamantes extraídos de minas por los cultivados en laboratorio, en un esfuerzo por mitigar los riesgos continuos de impacto negativo. También ha adquirido instalaciones de diamantes sintéticos, lo que marca un cambio sísmico en la aceptación de diamantes cultivados en laboratorio.
En este contexto, Sacet señala que, si bien, el lujo ha estado asociado con emblemas de exceso y desperdicio, es momento de cambiar el guión. Es decir, hacer que los diamantes de laboratorio y de carbono no solo sean menos costosos que los extraídos de minas, sino que generen un impacto neto positivo en el planeta.
Aether y Sacet quieren ver los diamantes no solo como símbolos de lujo, sino como recipientes de bien social y ambiental. Debido a que los diamantes son tan carismáticos, un diamante positivo para el clima juega un papel importante para mantener la acción climática como parte del espíritu de la época.
Por ello, para Aether, cambiar la cultura en torno a los diamantes es tan importante como hacer el trabajo de extraer carbono de la atmósfera.
“El lujo no tiene por qué ser caro”, afirmó Sacet. “Es único, es cómo te hace sentir y es bueno para el medio ambiente”.
La demanda de los consumidores de sostenibilidad, trazabilidad y neutralidad de carbono está causando que los diamantes cultivados en laboratorio se generalicen, explicó Sacet. Esto indica un cambio drástico en la definición de lujo: no se trata del precio, sino de la emoción.