De acuerdo con Aristegui Noticias, una empresa filial de Toyota falsificó datos sobre las emisiones de algunos de los motores desde, por lo menos, 2003. Esta investigación se realizó de forma interna en Hino Motors —fabricante de camiones diésel, autobuses y otros vehículos que forma parte del grupo Toyota—, pues el comité fue creado por la misma compañía en marzo de este año, después de que se admitió el hecho.
La investigación encargada por Toyota Motor Corp buscó verificar los datos de emisiones y de rendimiento del combustible de los motores fabricados por Hino. Y, se concluyó que los problemas con los motores son el resultado de la atmósfera inflexible de trabajo, ya que el personal no se sentía «seguro psicológicamente».
Una filial de Toyota falsificó datos e ignoró los procesos
En una cultura en la que es necesario producir grandes cantidades en poco tiempo se suelen pasar por alto los procedimientos adecuados. Esto fue lo que pasó con Hino Motors, pues de acuerdo con Reuters, había priorizado expandir su escala y volumen desde el año 2000.
Por ello, la calidad, el cumplimiento y el desarrollo de talento quedaron en un segundo plano mientras que se enfocaban en desarrollar nuevos productos y en aumentar la eficiencia del combustible en los motores. Metas que tampoco alcanzaron, ya que desde marzo de 2022 se retiraron del mercado japonés varios motores porque presentaron fallas en las verificaciones de emisiones de NOx, que son perjudiciales para la salud.
Después de la revisión, se identificó que el fabricante filial de Toyota falsificó datos y realizó conductas indebidas en relación con las solicitudes de certificación sobre emisiones y kilometraje, por lo menos, para el mercado japonés. Aunado a ello, en EU también también se reportó que los vehículos de Hino no cumplían con los requerimientos de los motores.
La cultura laboral en Japón perjudicó a Hino Motors
La investigación que se realizó en Hino Motors detalló que, en la organización, la gente era incapaz de decir lo que no puede hacer. Como reporta Pulso, los equipos que estaban desarrollando los motores de la marca sabían que no podían cumplir con los objetivos de disminuir las emisiones y mejorar el rendimiento.
Por ello, se sintieron tan presionados que cambiaron los resultados de las pruebas, como admitió Satoshi Ogiso, presidente de Hino. Con lo cual inició una cadena de engaños en la que, incluso, los obreros encubrieron las malas prácticas. De esta manera, la filial de Toyota falsificó datos porque no se consideró que dicha acción implicara problemas de seguridad.
El comité de investigación, en un informe de 17 páginas señaló que la cultura introspectiva y conservadora dentro de Hino Motors ocasionó falta de participación y solidaridad entre los empleados. Lo cual afectó directamente la producción y el logro de metas. Esto se debió también a que los directivos no se comprometieron lado a lado con sus trabajadores.
Filial de Toyota falsificó datos y afectó a sus empleados
En el informe se señala que el ambiente y el ritmo de trabajo afectaron negativamente la producción de motores. Sin embargo, esta situación no ocurrió de manera espontánea, sino que es un reflejo de la sociedad japonesa, en la que se establece una jerarquía entre los trabajadores con más años en la empresa y los de ingreso más reciente.
Además, las largas jornadas de trabajo y el estrés derivado de ellas bajan el rendimiento de los trabajadores, al mismo tiempo que se compromete su salud. Según datos del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón, por lo menos, el 10% de los empleados trabaja más de 60 horas a la semana. Asimismo, aproximadamente el 50% presenta problemas y estrés relacionado con el trabajo.
De esta manera, la constante presión en la sociedad japonesa por cumplir con los plazos de entrega ha llevado a que se produzca el fenómeno karoshi o muerte por exceso de trabajo. Por lo que no solamente se tienen consecuencias graves en las finanzas de la empresa, sino que se pone en riesgo al capital humano.
Las acciones caen debido al escándalo
Debido al escándalo generado porque la filial de Toyota falsificó datos, las acciones de Hino Motors cayeron casi 10% este martes 2 de agosto de 2022, de acuerdo con Reuters. Lo cual afecta también a Toyota, ya que posee el 50.1% de Hino.
Aunado a ello, según el reporte de Forbes, Hino ya ha retirado cerca de 47 mil vehículos fabricados entre abril de 2017 y marzo de este año. Asimismo, anunció el retiro de otros 20 mil 900.
Ante estas repercusiones, la compañía afirmó que tomará con seriedad los hallazgos de la investigación y propondrá medidas para evitar que se repita. Para ello pretende crear sistemas de verificación y revisión, así como fortalecer la cultura corporativa.
Del mismo modo, como parte de la responsabilidad social que la empresa tiene con sus trabajadores, fomentará una ética de trabajo adecuada y una comunicación más abierta. Esto ya que es un problema presente en todo Hino Motors y no solo en los equipos de producción que se vieron involucrados.