Un nuevo análisis realizado en 2022 por el Instituto de Política Económica de tendencia izquierdista (EPI) reveló que el sueldo de las y los directores ejecutivos (CEO) de las empresas estadounidenses más grandes se ha disparado un 1460% desde 1978, de acuerdo con Morning Star.
El hecho de que CEOs ganan 399 veces lo que una persona trabajadora promedio, es decir, un trabajador de producción a tiempo completo, ha despertado indignación porque contribuye al aumento de la desigualdad salarial. Y, por otra parte, compromete la responsabilidad social empresarial (RSE) de la junta directiva y la responsabilidad individual (RI) por la asignación de salarios estratosféricos.
Responsabilidad de la junta corporativa en la asignación de salarios
Según el estudio, el pago que reciben quienes tienen el puesto de CEOs aumentó un poco más del 11% entre 2020 y 2021. Lo anterior se produjo debido al rápido crecimiento de paquetes de compensaciones descomunales en acciones que han crecido mucho más rápido que el mercado de valores y el salario de los trabajadores típicos.
Mientras en 1995 a directores ejecutivos se les pagaba 20 veces más de lo que ganaba el trabajador promedio, en 2021 se les pagó 27.8 millones de dólares. Lo anterior indica que su remuneración ha aumentado de manera exorbitante, pues «eclipsó con creces el lento crecimiento del 18.1% en la compensación anual de un trabajador típico» durante ese lapso.
«El pago exorbitante de las y los CEOs contribuye al aumento de la desigualdad, que podríamos restringir sin causar ningún daño a la economía en general».
Josh Bivens, director de investigación de EPI.
Por ello, el informe tiene el objetivo de hacer un llamado a promulgar soluciones políticas y acciones que reduzcan los incentivos destinados a CEOs, para extraer concesiones económicas y que limiten su capacidad para hacerlo.
Responsabilidad Social Empresarial en el ajuste a los salarios de CEOs
Con el tiempo, las y los directores ejecutivos reciben salarios cada vez más altos debido a su influencia para fijar la cantidad que reciben, y porque gran parte de ellos —más del 80%— está relacionado con acciones, es decir, poseen derechos sobre la compañía.
Además, de acuerdo con los hallazgos, la obtención de salarios más altos no está asociada con que se están volviendo más productivos o mejor calificados que otros trabajadores, o por la escasez de excelentes candidatos para directores ejecutivos, sino que depende de su poder específico para obtener concesiones.
Este poder se deriva de los sistemas disfuncionales de gobierno corporativo —un sistema que garantiza que las empresas cuenten con controles y procesos de toma de decisiones apropiados para que los intereses de todas las partes interesadas (accionistas, empleados, proveedores, clientes y la comunidad) estén equilibrados— en los Estados Unidos. Debido a que gran parte de los ingresos de directores ejecutivos constituye una renta económica.
Esta escalada en la compensación designada a directores ejecutivos, y de la compensación de ejecutivos en general, está dejando menos ganancias del crecimiento económico para trabajadores ordinarios y ampliando la brecha entre los ingresos muy altos y el 90% de los salarios inferiores.
«Las cifras de compensación incluyeron salarios, bonificaciones y pagos de incentivos a largo plazo, incluidos premios en acciones y opciones sobre acciones».
Informe EPI.
Es momento de replantear por qué CEOs ganan 399 veces más
De acuerdo con I by IMD, las empresas deben asegurarse de que el pago de su director ejecutivo refleje las condiciones de las partes interesadas más amplias, incluyendo a la fuerza laboral, los clientes y las comunidades en las que opera la organización.
Es momento de un replanteamiento fundamental de las variables que deben incluirse en los planes de compensación, como las siguientes:
- Políticas sobre el establecimiento de tasas marginales más altas del impuesto sobre la renta en la parte más alta.
- Establecer tasas de impuestos corporativas más altas para las empresas que tienen mayor compensación en la dirección ejecutiva.
- Utilizar la aplicación y la regulación antimonopolio para restringir el poder de mercado excesivo de las empresas y, por extensión, de la dirección ejecutiva.
- Permitir un mayor uso de «decir sobre el pago», lo que permite a accionistas de una empresa votar sobre la compensación de altos ejecutivos.
La economía no sufriría ningún daño si a la dirección ejecutiva se le pagara menos (o se le cobraran más impuestos). En los últimos años se ha abierto un gran debate respecto al tema de las compensaciones vinculadas al logro de los objetivos corporativos: ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG por sus siglas en inglés); sin embargo, el hecho de que los CEOs ganan 399 veces que un trabajador promedio envía un mensaje claro a todo el demás personal de la compañía de que el gobierno corporativo necesita cambios.
