Desde el cambio climático hasta las desigualdades sociales, la Responsabilidad Social Empresarial es más urgente que nunca. Es particularmente importante, para las grandes organizaciones multinacionales, la integración sistemática de estas preocupaciones sociales, ambientales y éticas críticas en las operaciones comerciales diarias, ya que puede plantear desafíos sustanciales, según Harvard Business Review.
Muchas empresas han creado departamentos específicamente de RSE para impulsar estos esfuerzos y, sin embargo, una investigación reciente sugiere que un departamento de RSE fuerte no necesariamente indica una implementación efectiva. Entonces, ¿cómo conseguir un buen equipo de RSE?
¿Qué es RSE?
La Responsabilidad Social Empresarial es un tipo de autorregulación corporativa con el objetivo de rendir cuentas socialmente y generar un impacto positivo en la sociedad. Algunas formas en que una empresa puede adoptar la RSE incluyen ser consciente del medio ambiente; promover la igualdad, la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo; tratar a los empleados con respeto; retribuir a la comunidad; y garantizar que las decisiones comerciales sean éticas.
Dicho esto, para comprender mejor lo que se necesita para pasar de los elevados ideales al impacto en el mundo real, se realizó un análisis a profundidad, documentado como Promulgación coordinada: cómo los departamentos organizacionales trabajan juntos para implementar la RSE (2022), realizado a casi tres docenas de tomadores de decisiones de los departamentos de RSE de varias grandes empresas suizas en las industrias bancaria y de seguros reveló hallazgos importantes.
Esta base de investigación integral permitió determinar que conseguir un buen equipo de RSE depende del desarrollo de las relaciones correctas entre el departamento central de RSE y los departamentos funcionales donde se ejecutarán las prácticas de RSE. Lo anterior ha sido identificado a partir de tres etapas que a continuación se describen.
Fase uno: centralización y fusión de la estrategia de RSE
Para consolidar un buen equipo de RSE, el departamento de RSE debe estar a cargo. Una vez que el liderazgo se haya comprometido con los objetivos de la RSE, el departamento de RSE desempeñará un papel clave para impulsarlo y desarrollar una estrategia y una visión centralizada para toda la empresa.
Además de centralizar la estrategia, los departamentos de RSE en etapa inicial también se involucran en un alcance proactivo para crear coaliciones de tomadores de decisiones en los departamentos funcionales. La combinación de información sobre las necesidades y objetivos únicos de los diferentes departamentos ayuda al departamento central de RSE a determinar la mejor manera de adaptar su estrategia en estos contextos diferentes, y construir relaciones con estas partes interesadas al establecer una base importante para la implementación futura.
Pero en esta etapa inicial, la propiedad de la RSE aún recae principalmente en el departamento de RSE, mientras que el papel de los departamentos funcionales sigue siendo limitado. Como resultado, las empresas cuyos esfuerzos de RSE aún son relativamente incipientes tienden a asignar la mayor parte de su presupuesto y personal al departamento de RSE, en lugar de a otras unidades de negocios.
Fase dos: descentralización y dirección de RSE
Una vez que la organización ha desarrollado una estrategia central y ha fusionado información clave de las partes interesadas, la propiedad de la RSE puede comenzar a descentralizarse y distribuirse. En esta etapa, los departamentos funcionales pueden convertirse en actores más activos en la implementación de prácticas de RSE relevantes en sus operaciones.
Dicho esto, encontramos que el departamento de RSE sigue siendo bastante importante en esta etapa. A medida que la propiedad se comparte gradualmente entre el departamento central y las unidades funcionales, los gerentes de RSE deben orquestar la implementación coherente y cohesiva de las estrategias de RSE en toda la empresa.
Como tal, para satisfacer las necesidades de esta fase de transición, se encontró que los recursos comienzan a transferirse a los departamentos funcionales, con presupuestos y personal cada vez más divididos entre el departamento central y otras unidades. Esto no significa necesariamente que aumenten los presupuestos generales de RSE, sino que los fondos y el personal se asignan cada vez más a tareas relacionadas con la RSE en departamentos funcionales, como supervisar la implementación de políticas específicas y monitoreo del progreso.
Fase Tres: ejecución y evaluación de RSE
Finalmente, el estudio encontró que las operaciones de RSE más maduras eran de hecho aquellas cuyos departamentos de RSE tenían menos recursos y autoridad directa, ya que habían pasado con éxito la propiedad a los departamentos funcionales. En esta etapa, «la RSE gana importancia y, al mismo tiempo, se reduce la carga del departamento de RSE [porque] diferentes departamentos abordan temas específicos de RSE […] de manera especializada”.
En estas empresas, el departamento de RSE centralizado se refugió en una función más de consultoría, con departamentos individuales impulsando la ejecución y adaptando la estrategia de RSE consolidada para satisfacer sus propias necesidades.
Los líderes de RSE y los departamentos funcionales deben trabajar juntos
En última instancia, la investigación demuestra la importancia de la colaboración entre los departamentos centrales de RSE y los equipos funcionales en toda la organización. Si bien el departamento de RSE desempeña un papel clave en la coordinación de la estrategia en las primeras etapas, es principalmente en los departamentos funcionales donde se ejecutarán realmente los planes de RSE.
Esta distribución de poder variará con el tiempo a medida que maduren los esfuerzos de RSE, pero no importa en qué parte de ese proceso se encuentre una organización, las relaciones sólidas entre estas diferentes partes interesadas son críticas. Para tener una idea del alcance de la implementación de un buen equipo de RSE de una empresa, es importante examinar no solo a los gerentes de RSE, sino también a los tomadores de decisiones en los departamentos funcionales.