Las estadísticas muestran que la participación de las mujeres en la vida laboral es inferior a la de los hombres, sobre todo en puestos de alta dirección. Sin embargo, el porcentaje varía según el sector, ya que la mayoría de las personas que se dedican a labores de cuidado de la salud y educación son mujeres, llegando incluso al 90%, mientras que su participación en carreras tecnológicas e ingenierías apenas sobrepasa el 20%.
Por ello, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fomenta el acceso a un trabajo decente en condiciones de igualdad. En el cual las condiciones laborales permitan a las mujeres tener una remuneración justa y desempeñarse en ambientes seguros donde respete la dignidad humana. Y, esto ha motivado a actuar a muchas empresas que han implementado una estrategia de paridad de género, así como beneficios para madres trabajadoras, ya que la maternidad es un factor determinante en el crecimiento profesional.