En México, 76% de los empresarios tiene absoluto desinterés en vincularse con escuelas superiores de investigación científica, tecnológica y universidades, según una encuesta aplicada por el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
De acuerdo con los resultados, el argumento dominante es que las instituciones educativas suelen tener una lenta reacción a las exigencias de los corporativos, que en muchos casos está relacionada con el calendario escolar.
La encuesta, presentada hoy por el director general del CIDE, Enrique Cabrero, durante su participación en el Foro Encuentro en México: construyendo futuros, muestra también que “la agenda del desarrollo de nuevas tecnologías e investigaciones científicas está totalmente desconectada del sector productivo”.
Lo que según el directivo “resulta una realidad desoladora, si se toma en cuenta que este vínculo entre empresarios, investigación y desarrollo científico es la clave del despegue económico en países como Corea, India y China”.
Según los resultados, mientras en la zona noreste del país 33% de las empresas consultadas refirió que sí quieren tener un vínculo con instituciones universitarias y tecnológicos, en el sureste del país sólo 16% comparte este interés.
El directivo reveló que 54% de las instituciones consultadas respondió que las investigaciones y desarrollos experimentales que realizan carecen de un vínculo productivo, social u otro, es decir, “están desconectados del sector productivo”.
Escuelas desinteresadas
Según los resultados expresados por el catedrático, sólo 36% del total de las instituciones encuestadas lleva a cabo algún tipo de desarrollo tecnológico.
El universo de aplicación fue de 350 instituciones de educación superior, institutos tecnológicos y escuelas de investigación científica.
De ellos, sólo 16% lleva incubadoras a las empresas.
La lectura que le da Cabrero es que el país requiere que se incorpore una economía del conocimiento que incluya “una triple hélice”, es decir, gobierno, empresas y el sector científico y académico.
“En México tenemos un sistema científico sólido no comparable al de países desarrollados, pero sí lo tenemos. Un sector empresarial activo y propositivo, y un gobierno preocupado por esta desvinculación. Y esta desconexión es por lo tanto, la agenda que tenemos pendiente”, refirió.
Según el directivo, esta desvinculación no permite construir un mercado de conocimiento y esto significa que difícilmente podría emerger una sociedad del conocimiento.
Fuente: El Economista, Valores y Dinero, p. 10
Reportera Yolanda Morales
Publicada: 21 de Octubre 2010
