Cuando la pandemia de COVID-19 se intensificó, los pagos digitales se volvieron comunes, ya que las personas evitaron usar efectivo para prevenir la propagación del virus. Sin embargo, desde entonces, ha habido un impulso para dejar de usar efectivo, incluso después de que los efectos de la pandemia hayan disminuido.
En 2018, se publicó un artículo de investigación que exploraba el impacto ambiental de las sociedades sin efectivo en comparación con aquellas que aún utilizan efectivo. El estudio reveló que vivir sin efectivo ayuda al planeta, y una de las razones mencionadas fue el consumo de energía de los cajeros automáticos y su contribución a los indicadores ambientales. Sin embargo, aunque la idea parezca atractiva, también plantea algunos desafíos que mencionaré a continuación.
El flujo de efectivo tiene costos para el planeta
Cada vez que se hace uso de dinero en efectivo, se participa en un sistema complejo. Cada parte de este sistema utiliza materiales y energía, y todas las piezas producen residuos. Para medir el costo total para la sociedad del dinero, los investigadores han realizado lo que se denomina evaluación del ciclo de vida.
Esta herramienta analiza todos los impactos ambientales a lo largo de todas las etapas del ciclo de vida de un producto o proceso. En el caso del efectivo, la evaluación comienza desde la extracción de las materias primas necesarias para producir el producto. Luego, se examina el proceso de fabricación, considerando las emisiones, el consumo de energía y agua, y otros impactos asociados.
«el pago en efectivo tiene un 36% más impacto en emisiones de CO2, siendo el transporte del dinero uno de los factores de más impacto».
Informe: Digitalización, sostenibilidad y centros de datos (2022).
Según datos del Informe: Digitalización, sostenibilidad y centros de datos (2022), cuanto más digitalizada está una economía, más sostenible es. Sin embargo, esto no significa que todas las opciones sin efectivo sean buenas para el planeta. Por ejemplo, el bitcoin es muy dañino para el medio ambiente. Existen criptomonedas más ecológicas, pero no son tan buenas para el planeta como otras opciones sin efectivo.
No obstante, la mayoría de las personas desconoce los ciclos de vida del efectivo u otros medios de pago, lo que hace difícil juzgar y decidir si una u otra forma es más o menos dañina para el planeta. Una evaluación del ciclo de vida no te dice qué hacer, dice Peter Shonfield, un experto en Gestión de Recursos Ambientales en Sheffield, Inglaterra. Sin embargo, señala que «te brinda una base informada para tomar una decisión».
Cicla de vida del efectivo
Para comprender un poco más por qué vivir sin efectivo ayuda al planeta, exploremos el caso de las monedas. Para producir monedas, se extraen materiales como el zinc y el cobre de diferentes lugares. Estos minerales pasan por varios procesos de separación y se moldean en discos conocidos como monedas en blanco. Luego, estos discos se transforman en monedas a través de procesos en las plantas de la Casa de la Moneda de EE. UU. Las monedas se empaquetan y se distribuyen al público a través de los bancos.
Se requiere energía para realizar los procesos de fabricación, transporte y distribución de las monedas, y se generan desechos y contaminación en cada etapa. Además, el costo de producción de las monedas no siempre refleja su valor nominal.
En cuanto a los billetes, diferentes países utilizan una variedad de materiales para su fabricación, como papel de fibra de algodón o polímeros/plásticos. El cambio de un tipo de material a otro puede tener implicaciones ambientales y económicas, y se pueden realizar comparaciones de los impactos ambientales entre los diferentes tipos de billetes.
Ventajas de no usar efectivo más allá de lo ambiental
Sin embargo, el impacto ambiental del efectivo no es la única razón para dejar de utilizarlo. Hay otras ventajas obvias, y otras no tanto, como la comodidad, la seguridad, el seguimiento de hábitos y la rapidez en las transacciones financieras, que pueden brindarte beneficios al no llevar efectivo.
- Al no tener que llevar billetes y monedas contigo, reduces la cantidad de cosas que debes llevar en tu bolsillo o bolso. Esto te permite moverte con mayor libertad y comodidad, sin la necesidad de preocuparte por el peso o la seguridad de tus pertenencias.
- Utilizar efectivo puede dificultar el seguimiento de tus gastos y controlar tus hábitos de consumo. Sin embargo, al no utilizar efectivo y realizar transacciones electrónicas, puedes acceder fácilmente a tus estados de cuenta y realizar un seguimiento más preciso de tus gastos. Esto te brinda una visión clara de tus hábitos de gasto y te ayuda a tomar decisiones financieras más informadas.
- Al no llevar dinero en efectivo, reduces el riesgo de perderlo o ser víctima de robo. Si bien existe la posibilidad de perder o que te roben tu tarjeta, muchas instituciones financieras ofrecen opciones de bloqueo remoto en caso de extravío o robo, lo que te brinda un mayor nivel de seguridad y protección para tus fondos.
- Realizar transacciones sin efectivo es mucho más rápido y conveniente. Puedes pagar tus facturas, realizar transferencias de dinero y hacer compras con solo tocar un botón o usar tu tarjeta. En la actualidad, la mayoría de las tarjetas utilizan tecnología de pago sin contacto, lo que significa que solo necesitas acercar tu tarjeta al lector y la transacción se completa al instante, agilizando el proceso de pago.
Es importante tener en cuenta los posibles beneficios ambientales de esta elección, ya que el uso de medios de pago digitales puede reducir la necesidad de producir y transportar billetes y monedas físicas, lo que a su vez disminuye el consumo de recursos naturales y las emisiones de carbono asociadas. Sin embargo, también es esencial reconocer los posibles inconvenientes de no llevar efectivo, como los que se mencionan a continuación:
Desventajas de no usar efectivo
- Uno de ellos es la tendencia a gastar en exceso, ya que no se tiene una percepción física de la cantidad de dinero que se está utilizando. Al no ver disminuir los billetes o monedas en la mano, es más fácil caer en la tentación de hacer compras impulsivas o gastar más de lo necesario.
- El uso de medios de pago digitales requiere adaptación, especialmente para aquellos que no están familiarizados con la tecnología o no tienen acceso a servicios bancarios. La transición hacia tarjetas de crédito, aplicaciones móviles o plataformas en línea puede resultar desafiante para algunas personas, lo cual puede generar barreras para su adopción.
- Otro aspecto a considerar es la seguridad cibernética. Si bien las transacciones digitales suelen estar encriptadas, existe el riesgo de ciberdelincuencia y robo de información personal. Es crucial utilizar contraseñas seguras y confiar en instituciones financieras con sólidas medidas de seguridad para proteger nuestros datos y evitar posibles brechas de seguridad.
En conclusión, vivir sin efectivo ayuda al planeta, pero es importante sopesar los desafíos y riegos asociados, además ya se trabaja en tarjetas de pago sostenibles. Finalmente mientras los consumidores cuenten con mayor información sobre los procesos y adopción de medidas de seguridad se podrán aprovechar al máximo las ventajas de medios de pago digitales.
