Sabemos que el consumo y la producción son las fuerzas impulsoras de la economía global, pero es imperativo que reflexionemos sobre el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente y los recursos naturales. Aunque se suele poner el enfoque en el consumo responsable, la influencia de los individuos en los problemas ambientales es mínima si se compara con las industrias, es por ello que cada vez hay más empresas que optan por una producción responsable.
Esto se debe a que, a lo largo del último siglo, hemos presenciado un impresionante progreso económico y social, pero a un costo insostenible: la degradación medioambiental que amenaza nuestra supervivencia y el bienestar de las futuras generaciones. Entonces, desde las empresas y la sociedad se tiene que hacer más y mejor con menos, para desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, impulsar la eficiencia en el uso de recursos y fomentar estilos de vida sostenibles. Pero ¿cómo lograrlo? ¡Veamos un ejemplo!
Producción responsable en México
Uno de los mejores ejemplos de producción responsable en nuestro país es Cooperativa Pascual, que a lo largo de 38 años de historia se ha actualizado y modernizado no solo para cumplir con los más altos estándares de calidad en sus bebidas, sino también para empatar con las necesidades ambientales globales. Es por ello que se mantiene a la vanguardia en equipo para procesar su propia pulpa y cuenta con los recursos técnicos y profesionales del más alto nivel en México y el mundo.
Desde la adquisición de materias primas a proveedores certificados y el cuidado en el uso de sustancias biodegradables avaladas por las normas oficiales mexicanas y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), hasta la gestión adecuada de sus residuos y sus aportaciones a la acción climática y social, Cooperativa Pascual demuestra su firme compromiso por ser una Empresa Socialmente Responsable.
Aunque es cierto que es un éxito destacable que el crecimiento que ha tenido la compañía ahora le permite procesar 40 mil toneladas de fruta y producir 25 millones 300 mil 260 cajas de bebidas al año en su Planta San Juan del Río, ubicada en Querétaro, sus logros en el ámbito de la Responsabilidad Social Empresarial son incluso más grandes. Puesto que contribuyen al desarrollo de la población mexicana y al cuidado del medio ambiente.
«La Cooperativa siempre ha estado muy preocupada por ser socio comercial y aparte ser un buen vecino. En una política de buen vecino se trata de ganar-ganar, tanto para generar fuentes de trabajo como para no contaminar. Tenemos que ser responsables».
Miguel Pérez García, Gerente de Productividad y Procesos de la Planta 4 San Juan del Río.
Los residuos no se desechan, se reciclan
Para la Cooperativa siempre ha sido importante el desarrollo comunitario y por esa razón ha llevado a cabo eventos culturales y deportivos, así como jornadas de salud. Mientras que, por otro lado, nunca ha dejado pasar la oportunidad de fomentar el consumo y la producción responsable, apoyando a artesanos locales y también proporcionando educación ambiental e impulsando el reciclaje.
Es por ello que, dentro de sus Plantas, tanto en Tizayuca, Hidalgo, como en San Juan del Río, Querétaro, ha implementado sistemas de gestión de residuos y uso eficiente de recursos. En el caso de la Planta de San Juan del Río, las instalaciones de tratamiento de aguas residuales procesa 43.2 m3 de líquido por hora, además, el agua utilizada para limpiar los recipientes antes del envasado se reutiliza directamente para riego de los jardines para darle un segundo uso y reintroducirla a los mantos freáticos.
Asimismo, dentro de la Planta hay zonas específicas para el depósito y la clasificación de otro tipo de materiales no intencionados, como plástico, metal, lodos biológicos e incluso el bagazo resultante de la molienda de la fruta. Los cuales serán destinados a los centros de acopio y los destinos correspondientes para su reciclaje y/o reutilización.
Es por ello que las y los colaboradores de la planta cuentan con la capacitación adecuada para trasladar los residuos a sus depósitos, clasificarlos y, en dado caso, compactarlos con la maquinaria destinada para este fin. De esta manera, ningún residuo de Cooperativa Pascual termina en vertederos contaminando el suelo ni el agua. Veámoslo en cifras:
Residuos reciclados y/o reutilizados en 2022 | |
Material | Cantidad |
Acero inoxidable | 48 kg |
Aluminio | 11,381 kg |
Cartón | 171,121 kg |
Chatarra total | 15,133 kg |
Costales de polipropileno | 12,678 kg |
Plástico | 28,948 kg |
Vidrio | 602,580 kg |
Papel de brik | 53,610 kg |
Lodos | 387,700 kg |
Bagazo | 8,600,077 kg |
Un subproducto a favor de la comunidad y el medio ambiente
De entre todas las Plantas de Cooperativa Pascual, en la de San Juan del Río es donde se realiza la molienda de la fruta para elaborar pulpa y jugo, elemento central de la mayoría de las bebidas de la Cooperativa. Este proceso, que dura aproximadamente 9 meses intercalando frutas según la temporada de cosecha, genera un subproducto muy particular: el bagazo.
Durante 2022 se produjeron más de 8.6 toneladas de bagazo que, al igual que todos los demás residuos de la Planta, se gestiona para beneficiar a las comunidades locales y evitar la contaminación. A través de un proceso de verificación, avalado por la normatividad mexicana, Cooperativa Pascual selecciona los lugares a donde se destinará el bagazo, para nutrir las tierras de cultivo en San Juan del Río, así como para complementar la alimentación de ganado en el municipio de Ezequiel Montes, también en el estado de Querétaro.
Gracias a esto, se puede afirmar que Cooperativa Pascual realiza una producción responsable, en la cual no solo se utilizan de manera eficiente los recursos naturales, sino que, además, se aprovechan todos y cada uno de los subproductos del proceso. Puesto que el cartón, el vidrio, el plástico y los demás materiales no intencionados volverán a ser materia prima para nuevos productos, mientras que los residuos orgánicos regresarán a la tierra para cumplir su ciclo natural.