La equidad de género en el ámbito laboral no solo es una cuestión de justicia social, sino que también se ha demostrado que conduce a empresas más rentables y a un aumento en los precios de las acciones, según Harvard Business Review.
Y aunque la participación activa de los hombres es esencial para crear un entorno laboral equitativo y sostenible, que beneficie a todos y promueva un impacto positivo en la sociedad en su conjunto, las cifras indican una brecha significativa entre la intención y la acción. Entonces, ¿por qué, a pesar de ese interés, no vemos una participación más destacada en iniciativas de diversidad de género por parte de los hombres?
Los hombres pueden ser catalizadores del cambio hacia una equidad de género genuina en el trabajo
Según la investigación de Catalyst, para que los hombres se unan al esfuerzo por la equidad de género, es crucial que los líderes organizacionales masculinos aborden tres principales barreras que parecen estar frenando la participación activa de los hombres en este esfuerzo hacia la equidad de género: el miedo, abordar la ignorancia y superar la apatía, continuación se explican más a fondo.
Así pueden aportar los hombres en la equidad de género en el trabajo
1. Reconociendo el miedo, comprendiendo el origen del miedo
Aunque pueda parecer sorprendente, los hombres sienten miedo, temen decir algo incorrecto, ser etiquetados o que sus buenas intenciones se interpreten de manera equivocada. Aunque estos miedos pueden parecer menos significativos en comparación con los que enfrentan muchas mujeres, especialmente mujeres de color, es esencial reconocerlos. La ansiedad masculina puede ser perjudicial tanto para hombres como para mujeres, especialmente para las mujeres de color, al crear barreras adicionales para el avance profesional, como la falta de retroalimentación, mentoría y patrocinio.
Para lograr un cambio cultural significativo, es fundamental crear un espacio para que los hombres participen en discusiones sobre equidad de género sin restar importancia a las experiencias y luchas de las mujeres. Grupos de afinidad y programas de mentoría pueden ser útiles como espacios alternativos para que los hombres se involucren.
2. Abordando la ignorancia, crear oportunidades para la conciencia
La investigación sugiere que los hombres son peores aliados de lo que piensan, en parte porque no son conscientes de que su comportamiento a veces es la fuente del problema. Aunque no se aboga por que las mujeres asuman la carga adicional de educar a los hombres, hay valor en que los hombres escuchen directamente las experiencias de las mujeres en el lugar de trabajo.
Establecer conversaciones guiadas, uno a uno, con una colega femenina puede ser una forma efectiva de abordar la ignorancia. Desde estas conversaciones, los hombres pueden obtener información de primera mano sobre interrupciones no deseadas, «mansplaining» y comentarios insinuantes, así como comprender el deseo de las mujeres de recibir retroalimentación concreta, asignaciones desafiantes y promociones que hayan quedado sin respuesta.
3. Superando la apatía, involucrándose activamente
Algunos hombres pueden sentir que no pertenecen a este esfuerzo, pero demostrar que les importa puede ser contagioso. Aquellos que ya están comprometidos en la equidad de género deben hablar activamente sobre sus experiencias con otros hombres para normalizar la participación masculina en estos temas.
Es esencial que los líderes masculinos refuercen el hecho de que las inequidades de género afectan tanto a hombres como a mujeres. No involucrarse no solo contribuye a la estancamiento en un entorno laboral en evolución, sino que también resulta en la pérdida de talentosas mujeres del ámbito laboral.
Finalmente, no se debe cargar a las mujeres con la responsabilidad de educar a los hombres. La fatiga de las mujeres es real, y para superar la apatía, los hombres deben reflexionar internamente sobre por qué no se preocupan más y comprender por qué deberían hacerlo. El liderazgo masculino efectivo en este aspecto implica liderar con el ejemplo y alentar a otros hombres a involucrarse.
Igualdad de género: Un beneficio para todas las personas
La equidad de género en el trabajo no es solo una cuestión ética, sino que también está estrechamente vinculada a la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Las empresas que promueven la igualdad de género demuestran su compromiso con valores éticos y sociales, lo que a su vez puede mejorar su imagen y reputación en la sociedad.
Al abordar el miedo, la ignorancia y la apatía, los hombres no solo están contribuyendo a un entorno laboral más equitativo, sino que también están participando activamente en la promoción de la RSE. Empoderar a los hombres para que aboguen por la igualdad de género no solo es beneficioso para las mujeres, sino que también contribuye al éxito sostenible de la empresa en un mundo cada vez más consciente de los problemas sociales y éticos.