En el contexto migratorio del México actual, en el que casi medio millón de personas entran al país año con año, es necesario proteger sus derechos humanos y dejar de ver esta situación como un fenómeno más. Puesto que esta realidad marcada por flujos migratorios constantes se debe a diversos factores como la búsqueda de oportunidades económicas, la huida de conflictos y persecuciones, así como la esperanza de un futuro más prometedor.
Asimismo, la falta de infraestructura gubernamental y la saturación de albergues en la Ciudad de México y su área metropolitana son testigos de la magnitud del desafío que enfrentan las personas en movilidad forzada. En este escenario, la Fundación Scalabrini de México, a través de la Congregación de los Misioneros de San Carlos Scalabrinianos ha desplegado sus esfuerzos para brindar protección y asistencia a quienes se encuentran en estas circunstancias con la inauguración de la Casa del Migrante Arcángel Rafael II en Ecatepec
Casa del Migrante Arcángel Rafael II para la ayuda humanitaria
Para hacer frente a la creciente afluencia de personas en movilidad, que ha generado una saturación de los escasos recursos disponibles, la Fundación Scalabrini de México se ha aliado con otras organizaciones eclesiásticas locales como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. De esta manera fue posible inaugurar la Casa del Migrante Arcángel Rafael II en Ecatepec, que da espacio para alojar hasta a 200 personas.
Esto amplía la atención que ya se estaba otorgando en la Casa del Migrante Arcángel Rafael en Iztapalapa, CDMX, que lleva alrededor de un año en operaciones. La cual ha dejado en claro su capacidad para atender de manera integral a esta población, gracias a su colaboración con la Fundación Pablo Landsmanas (FPL).
Dicha colaboración, a través de la Cátedra de Investigación Elías Landsmanas Dymensztejn, permitió implementar durante tres meses el programa piloto del Modelo de atención a niños, niñas y adolescentes no acompañados, dando excelentes resultados. Por lo que fue posible mejorar los servicios a los que podían acceder los residentes de la Casa del Migrante, y se espera que este trabajo continúe en ambas residencias.
Atención a la población vulnerable en tránsito por México
En el intrincado entramado de la movilidad forzada, la niñez, las mujeres y los hombres que transitan por México se ven confrontados con una realidad desafiante. Este sector de la población, desprovisto de recursos económicos, atención médica adecuada y lugares seguros de estancia, se encuentra en una situación de vulnerabilidad extrema.
Por ello, la Casa del Migrante Arcángel Rafael II se erige como un bastión de apoyo para esta población en situación de tránsito. Con una atención especializada y focalizada en las necesidades particulares de mujeres e infantes, este refugio busca contrarrestar las dificultades añadidas que enfrentan en su viaje hacia la esperanza.
Esto es posible gracias a que las instalaciones cuentan con diferentes zonas de hospedaje para las familias, comedor, sala de usos múltiples, áreas verdes y lugares de esparcimiento. Por lo que las personas que lleguen a hospedarse podrán vivir temporalmente en un hogar seguro, así como recibir atención médica, legal, psicológica y de inserción social, como ya se brindó en la Casa del Migrante en Iztapalapa gracias a la FPL durante los tres meses del programa piloto. Además, se espera que las y los voluntarios que trabajen ahí puedan brindar atención las 24 horas del día a quienes residan en la Casa.
Un hogar para quien lo necesite
Ubicada estratégicamente en la Avenida Vicente Lombardo Toledano 82, colonia San Pedro Xalostoc, C.P. 55330, en Ecatepec, Estado de México, esta nueva Casa del Migrante representa un espacio de acogida y resguardo. El cual también es un punto de encuentro para ofrecer una mano amiga a quienes más lo necesitan.
Por ello, en el corazón de esta iniciativa reside la convicción de que, a través de la colaboración entre distintos sectores de la sociedad, es posible proporcionar respuestas integrales que aborden las necesidades inmediatas de los migrantes y que, al mismo tiempo, promuevan un trato digno y humano.
Así, la Casa del Migrante Arcángel Rafael II no solo abre sus puertas físicas, sino que también simboliza una puerta abierta a la solidaridad, la compasión y la construcción de un futuro más inclusivo y justo para quienes buscan un hogar lejos de casa.
Si tú también deseas apoyar esta causa, no dudes en contactar con la Fundación Scalabrini de México.