Puma, la icónica marca de calzado, ha llevado la innovación a un nivel sorprendente al presentar unas zapatillas que no solo son elegantes y cómodas, sino que también se convierten en abono para la agricultura.
En un sorprendente giro hacia la sostenibilidad, Puma, reconocida por su clásica zapatilla de gamuza que ha mantenido su diseño desde 1968, ha presentado una versión revolucionaria que se biodegradará para convertirse en compost. Este proyecto, denominado RE:SUEDE, es la primera iniciativa del Circular Lab de Puma, cuyos resultados fueron publicados en noviembre después de dos años de exhaustiva investigación, de acuerdo con Green Biz.
Puma aborda los desafíos de su calzado
La producción de calzado representa el 1.4 por ciento de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero a nivel global, según un estudio de Quantis en 2018, equivalente aproximadamente a las emisiones de Canadá. La fabricación constituye el 43 por ciento de esas emisiones, mientras que la extracción y procesamiento de materias primas contribuyen con el 34 por ciento, según el informe.
Fabricar un par de zapatillas genera 30 libras de CO2, según un análisis realizado por el MIT en 2013. Un zapato típico contiene varios materiales estrechamente cosidos (cuero, plástico, algodón, caucho, sintéticos, etc.) y, por lo tanto, es muy difícil de reciclar. El noventa por ciento de los zapatos viejos terminan en vertederos.
En respuesta a estos desafíos, Puma se ha propuesto metas circulares para 2025, que incluyen programas de devolución de productos en grandes mercados, reducción a la mitad de los desechos en vertederos durante la producción y desarrollo de materiales reciclados para cuero, caucho, algodón y poliuretano.
Puma apuesta por la circularidad
Romain Girard, jefe senior de innovación de Puma, destaca la importancia de avanzar activamente en la reducción del consumo de energía, los desechos y las emisiones, y enfatiza que la circularidad conecta varios aspectos clave en este esfuerzo. Girard afirma: «Experimentar con productos que eliminen los desechos en la etapa de fin de uso nos permite repensar la forma en que abordamos los residuos generados por nuestra industria».
El experimento de Puma, conocido como RE:SUEDE, se llevó a cabo en colaboración con consumidores. En el inicio de 2022, la empresa invitó a 500 personas seleccionadas de entre 2,000 solicitantes en Alemania a participar en el piloto RE:SUEDE. Estos participantes usaron los zapatos aproximadamente dos veces por semana durante seis meses, y Puma buscaba respuestas a cuatro preguntas fundamentales:
- ¿Puede Puma crear un zapato compostable que la gente realmente disfrute usando? Más de dos tercios de los participantes dijeron que recomendarían los RE:SUEDE a otros, aunque el 57 por ciento afirmó que eran incómodos.
- ¿Los participantes enviarían los zapatos de vuelta para compostaje? Cuatrocientos doce de ellos lo hicieron.
- ¿Pueden los zapatos transformarse en compost apto para la agricultura? En parte. Las partes superiores se descomponían lo suficiente como para ser utilizadas como compost estándar, pero las suelas tardaban demasiado.
- ¿Es posible escalar el proyecto? En este sentido, el Circular Lab de Puma no solo se conforma con la creación de unas zapatillas biodegradables, sino que busca extender su enfoque circular a otras áreas de producción, demostrando un compromiso genuino con la innovación sostenible.
Desafíos de sostenibilidad
Uno de los desafíos cruciales de las zapatillas que se convierten en abono fue determinar si los zapatos se degradarían lo suficiente como para ser utilizados en la agricultura. Inicialmente, varias empresas de gestión de residuos declinaron trabajar con Puma debido al riesgo de contaminar el compost al introducir nuevos materiales en las instalaciones industriales de compostaje. Sin embargo, la curiosidad llevó a la compañía de gestión de residuos Ortessa a probar la viabilidad del proyecto.
Entre marzo y junio, Ortessa, una empresa privada de compost, mezcló los zapatos de Puma con los residuos orgánicos de hogares y los dejó descomponerse a altas temperaturas dentro de sus catorce túneles de concreto de 150 metros cuadrados. Cada dos semanas, la empresa tamizaba el material en descomposición, considerando compostable cualquier cosa más pequeña que 1.5 pulgadas de diámetro y clasificando como compost de calidad A lo que era inferior a 0.4 pulgadas.
El viaje hacia la sostenibilidad
La composición de las partes superiores de las zapatillas RE:SUEDE es una muestra clara del enfoque de Puma hacia la sostenibilidad y la biodegradabilidad. Las partes superiores, es decir, la parte visible y externa de las zapatillas, están fabricadas con una combinación de cáñamo, algodón y gamuza Zeology. Lo notable es que estos materiales no solo son respetuosos con el medio ambiente, sino que también están curtidos con una fórmula no tóxica.
Sin embargo, el desafío radica en las suelas de las zapatillas, que están hechas de TPE-E, un polímero flexible. Aunque también es biodegradable, su descomposición lleva más tiempo, y se esperaba que necesitara aproximadamente cuatro meses adicionales para descomponerse completamente en comparación con las partes superiores. Este detalle destaca la complejidad de lograr la biodegradabilidad total en todos los componentes de un producto, y señala áreas donde aún se pueden realizar mejoras en términos de sostenibilidad.
Colaboración y expansión
RE:SUEDE no es el primer intento de Puma de lanzar una zapatilla biodegradable. Hace diez años, la compañía presentó el diseño InCycle, que incluía algodón y lino orgánicos, con suelas de bioplástico APINAT. Girard destaca que la tecnología ha mejorado desde entonces y que los RE:SUEDE son zapatos simples, compuestos por pocas piezas y componentes. Además, la empresa está explorando conceptos similares basados en productos más complejos con beneficios funcionales más altos.
Pequeñas empresas como Blueview Footwear, OAT Shoes y Native Shoes también están apostando por modelos biodegradables. Blueview utiliza algas en sus suelas de espuma, que afirma pueden biodegradarse en el océano.
Girard menciona que Puma ha mantenido conversaciones con estas startups y destaca la importancia de compartir objetivos comunes. Sin embargo, señala que Puma busca desarrollar innovaciones que puedan aplicarse a gran escala, con la oportunidad de brindar a más personas acceso a productos sostenibles y expandir el portafolio de productos en este campo con diferentes diseños y tipos de productos.