Los Juegos Olímpicos de Invierno, a diferencia de sus contrapartes estivales, ofrecen una experiencia más íntima entre los atletas competidores. En este contexto, Oluseyi «Seyi» Smith, miembro de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional (COI) y antiguo competidor en ambas ediciones olímpicas, reflexiona sobre los desafíos de la sostenibilidad en el deporte.
De acuerdo con CSRwire & 3BL, el excompetidor en atletismo y bobsleigh comparte su visión sobre cómo la tecnología, los viajes y el cambio climático impactan en el sector deportivo y cómo este puede comenzar a adoptar prácticas más sostenibles. La sostenibilidad ambiental dentro del sector deportivo se refiere a la integración de prácticas responsables, conservación de recursos y gestión responsable de residuos y emisiones de carbono.
Sostenibilidad como Valor Deportivo
Con la industria del deporte siendo responsable de aproximadamente 350 millones de toneladas de CO2 al año, según un informe de la marca deportiva Decathlon, es preciso repensar sus prácticas y adoptar la sostenibilidad como un principio fundamental.
Los Juegos Olímpicos de Invierno, en comparación con sus homólogos veraniegos, se caracterizan por una menor participación de países, generando una atmósfera más íntima entre los atletas competidores. Smith destaca la importancia de esta conexión personal, ya que permite a los atletas presentarse y aprender sobre nuevas culturas, una experiencia que, aunque presente en los Juegos de Verano, se vuelve más prominente en la edición invernal.
Sin embargo, también señala que, en medio de la grandeza de estos eventos, la conciencia de la crisis climática se intensifica, especialmente debido a los desafíos asociados con la nieve y el hielo. En este contexto, el exatleta reflexiona sobre su proyecto «Racing to Zero», que ha evolucionado desde una iniciativa de jóvenes líderes del COI hasta un negocio tangible. Este proyecto aborda la realidad preocupante de que la nieve está desapareciendo, y en una década, la temporada invernal podría cambiar drásticamente. Esta situación, según Smith, coloca a deportes como el bobsleigh en una posición donde la sostenibilidad no puede ser ignorada.
Apostar por una Industria Responsable
Al evaluar la sostenibilidad en deportes, Smith pone el ejemplo del bobsleigh —una carrera contra reloj de trineos encajonados— y reconoce que, como en muchos deportes, los viajes a competiciones generan una huella significativa de carbono. No obstante, destaca una ventaja inherente al bobsleigh: la repetición de eventos en los mismos lugares. Este patrón ofrece una oportunidad única para encontrar soluciones más eficientes en el transporte de trineos entre competiciones.
Una propuesta intrigante surge en la conversación: la posibilidad de diseñar la temporada de manera que se utilicen trenes para desplazarse entre eventos en una región específica. Esta estrategia, aunque limitada a Europa debido a la disponibilidad de trenes, ilustra la necesidad de replantear la logística del deporte para reducir las emisiones de carbono. Sin embargo, Smith también es consciente de las limitaciones geográficas de esta propuesta y sugiere que las federaciones de bobsleigh podrían invertir en proyectos de compensación de carbono, como el Bosque Olímpico, para contrarrestar las emisiones asociadas con los viajes.
El uso del monobob, un trineo operado por una sola persona, se presenta como un ejemplo tangible de cambio sostenible en el bobsleigh. Smith destaca la singularidad de este vehículo en el mundo del bobsleigh, ya que todos los atletas conducen el mismo trineo, eliminando las disparidades tecnológicas presentes en disciplinas de dos o cuatro personas. Además, plantea la idea de estandarizar el uso de estos trineos en todas las disciplinas, promoviendo la equidad y facilitando la transición hacia equipos más ecológicos.
La conversación se amplía al ámbito de la energía, señalando que algunas pistas utilizan amoníaco para enfriar, una práctica que podría sustituirse por fuentes de energía más sostenibles. A medida que muchas corporaciones y sectores trabajan para lograr la neutralidad de carbono, Smith reflexiona sobre la falta de organización en el ámbito deportivo, donde cada entidad sigue su propio camino.
Estrategias Interseccionales para Abordar Desafíos de la Sostenibilidad en el Deporte:
El exatleta enfatiza la necesidad de un enfoque liderado por la gobernabilidad, con estrategias claras desglosadas a niveles nacional, regional y local. Si bien reconoce los esfuerzos del COI en liderar la sostenibilidad en el deporte, señala que muchos deportes profesionales operan de manera independiente. En este contexto, destaca el papel crucial de los atletas como impulsores del cambio, llamando a los administradores deportivos a mantener la transparencia y a los atletas a utilizar sus plataformas para abogar por la sostenibilidad.
La visión de Smith es clara: la sostenibilidad en el deporte requiere sacrificios y cambios significativos, pero a largo plazo, estos son necesarios para el bienestar general del deporte y del planeta. La innovación sostenible puede no ser gradual, sino más bien similar a cambios reglamentarios drásticos, como los experimentados en la Fórmula 1.
En pocas palabras, el exatleta sugiere que las transformaciones hacia la sostenibilidad en el deporte podrían ser más rápidas y decisivas cuando están respaldadas por cambios normativos y regulaciones que todos en la comunidad deben aceptar y seguir.
Responsabilidad Social Individual (RSI) de los Deportistas
Smith también destaca la posición única y la influencia potencial de los atletas y deportistas en la preservación y mejora del deporte, alentándolos a asumir un papel activo en la promoción de prácticas sostenibles y en la defensa de los valores que consideran cruciales para el bienestar a largo plazo del deporte.
«Sin atletas, no hay deporte, así que debemos mantener a los administradores honestos y seguir impulsando la conversación, ya sea en el discurso privado o público. Tenemos que presentarnos ante los medios y decir: ‘Esto es importante para mí y para nuestro deporte. Tengo millones de seguidores, miles de seguidores o solo cientos de seguidores, pero voy a utilizar la plataforma que el deporte me ha dado para ayudarlo a perdurar'».
Finalmente, la propuesta de estandarizar el uso de trineos, la consideración de energías más sostenibles y el llamado a una gobernanza más fuerte delinean un camino hacia un futuro donde la sostenibilidad y el deporte coexistan de manera armoniosa. En este escenario, deportistas y administradores colaboran para construir un deporte más consciente, donde la competencia y el respeto por el medio ambiente se entrelazan en una sinfonía única, puntualiza Oluseyi.