La construcción de una pista deportiva, autorizada en 2021 y para la cual Operadora de Fondos Banorte aportó los recursos, ha comenzado a despertar dudas sobre un posible fraude al SAT, ya que al día de hoy esta simplemente no existe, y al no existir, el dinero debería haberse pagado directamente al Servicio de Administración Tributaria, situación que está poniendo en duda la RSE de Banorte.
Dicho proyecto pertenece a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE). Recordemos que esta nació hace aproximadamente 36 años con el objetivo de darle promoción y estímulo al deporte, y actualmente Ana Guevara —política y ex atleta— es la directora general de la misma.
Para el proyecto mencionado se valió de un programa de estímulos fiscales de EFIDEPORTE, en el cual Operadora de Fondos Banorte es uno de sus contribuyentes aportantes más activos. No obstante, al mes de febrero de 2024 el proyecto no se ha llevado a cabo.
Y según el reglamento de EFIDEPORTE, es la obligación del contribuyente aportante (Banorte) ver que el proyecto se implemente, ya que en caso contrario podría tratarse de una violación a la normatividad, de acuerdo con información de Proceso, medio que ha realizado una exhaustiva investigación al respecto.
¿En qué consistía exactamente el proyecto?
Se buscaba construir una pista de salto ecuestre. El salto en ecuestre consiste en una sincronización basada en la capacidad del caballo y del jinete de saltar sobre una serie de obstáculos por lo que la pista debe estar acotada. Una pista de competición debe tener como mínimo 4.000 m2 y su lado menor ha de medir al menos 50 m, de acuerdo con la Federación Hípica Española.
Se proyectaba que la pista fuese construida en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (Cnar), instalación que pertenece al gobierno federal que administra la Conade en Iztacalco. Empero, en su lugar, lo que hay es una pista muy pequeña para ciclismo BMX con discretas elevaciones.
¿Por qué EFIDEPORTE estaba detrás de este proyecto?
EFIDEPORTE es un estímulo fiscal que permite a los contribuyentes del impuesto sobre la renta (personas físicas y morales), aportar recursos a proyectos de inversión en infraestructura, instalaciones deportivas o programas para la formación de deportistas de alto rendimiento en deporte adaptado o convencional.
Los contribuyentes aportantes podrán acreditar en su declaración anual el monto de su aportación contra el pago del impuesto sobre la renta que les corresponda, pero esto no se llevó a cabo en este proyecto.
¿Cuál es la relación de Banorte con la pista deportiva inexistente?
Operadora de Fondos Banorte aportó 15 millones de pesos a la compañía Arquitectura Ecuestre para realizar el proyecto en lugar de tributarlos al fisco mexicano. No obstante, este no se hizo y tampoco se canceló o avisó que no se implementaría, por lo que tal cantidad no se dirigió ni a la pista de salto ecuestre pero tampoco se pagó al SAT, generando la pregunta del millón: ¿En dónde está ese dinero?
Se piensa en un desvío de fondos, ya que de acuerdo con la Conade, la pista sí fue construida y entregada el mes de septiembre de 2022, quienes presentaron una carta de entrega-recepción de trabajos firmada por partes involucradas entre las que destacan representantes de la Conade, la constructora y Banorte, pero… ¡la pista prevista no existe!
Con el propósito de corroborar la noticia, el medio Proceso realizó un recorrido por las instalaciones y pudo verificar que además de la la pista mencionada, existen caballerizas en las que no se encuentra caballo alguno y que además, se utilizan como bodegas, lo que deja a la institución bancaria en jaque, ya que se presume podría ser parte del posible fraude.
Tomando en cuenta el reglamento de Efideporte, el contribuyente aportante que en este caso es Banorte, es el encargado de presentar un reporte sobre los impactos y beneficios del proyecto, y es claro en lo siguiente en el artículo 36:
“Para efectos del párrafo anterior, si el Comité Interinstitucional identifica que se presentó información que es falsa y no coincide con sus registros contables, bases de datos, aplicativos, archivos o cualquier otro medio de concentración de información o documentación, se iniciará el procedimiento de revocación”.
Por otra parte, Banorte también tenía la obligación de informar qué deportistas serían beneficiados y de qué forma esto los apoya en su preparación. En teoría serían los pentatletas de las selecciones juveniles Sub-23 y mayor, quienes participan en competencias internacionales, mismos que a la fecha han buscado instalaciones alternas para llevar a cabo sus actividades deportivas.
La respuesta de Banorte
Ante esto, Banorte le afirmó a Proceso que ha iniciado una investigación al respecto, no obstante su postura es que cumplió con todos los lineamientos establecidos, confirmando que un auditor independiente verificó y certificó lo pagado a la empresa Arquitectura Ecuestre:
“Aplicó el monto autorizado exclusivamente en cada uno de los conceptos de gasto aprobados y declaró que no encontró ninguna observación y, posteriormente, la institución beneficiaria (la Conade) notificó a Banorte sobre la correcta terminación de los trabajos”.
Banorte.
Por otra parte, confirma que la institución bancaria firmó el acta de entrega de recepción de los trabajos incluso cuando se percataron de que contenía imprecisiones: “A raíz de esta situación, Banorte activó su protocolo de investigación que se lleva a cabo en cualquier situación en donde pueda presentarse alguna infracción a nuestras políticas, a nuestro código de ética, o bien, al marco legal al cual nos adherimos”.
La situación resulta realmente grave no solo a nivel local y específicamente en cuanto a este proyecto, sino por la reputación corporativa que le antecede a Banorte, el cual ha sido considerado “El mejor banco de Consumo y Mejor Gobierno Corporativo” y el como “el quinto banco más confiable del mundo”
¿Y la RSE de Banorte?
De acuerdo con Carlos Hank González, Presidente del Consejo de Administración de Grupo Banorte: “Para Banorte la misión es muy clara: México necesita, más que nunca, una banca que sea el motor para retomar el crecimiento”.
Es por esto y más que la institución afirma estar consciente de que es una pieza fundamental para el cumplimiento que se ha establecido como sociedad con los ODS de la ONU. En su modelo actual de su estrategia de sustentabilidad se basa en tres pilares: Ambiental, Social y Gobierno Corporativo, y es precisamente en este último en el que comienzan las dudas sobre la RSE de Banorte.
En su página web, Banorte afirma que dispone de una serie de principios y normas que permiten un adecuado funcionamiento de los órganos de gobierno de la institución, los cuales se complementan con una sólida gestión de riesgos y una eficiente toma de decisiones.
No obstante, su participación en el posible fraude al SAT mediante el proyecto de la pista de salto ecuestre pone en tela de juicio qué tanta responsabilidad social tiene en verdad la compañía. Sobre todo porque la Operadora de Fondos Banorte, de acuerdo a Proceso, es uno de los contribuyentes aportantes más activos en el Efideporte, lo que abre la duda sobre si es este el único caso de posible desvío de recursos o podría haber otros tras las sombras.
Por otra parte, la RSE de Banorte ha sido premiada en diversas ocasiones, como se mencionó anteriormente. Uno de los reconocimientos más importantes fue el que se le otorgó el 2023, Grupo Financiero Banorte fue reconocido por la revista Newsweek y la firma global de datos Statista como el quinto banco más confiable del mundo y el número uno en México, dentro del listado World’s Most Trustworthy Companies.
Mientras que también Banorte fue reconocido por tercer año consecutivo como el Mejor Banco de Consumo y de Mejor Gobierno Corporativo en México en 2023 por World Finance. La revista internacional le otorgó este reconocimiento por su compromiso con la transparencia y rendición de cuentas, y recientemente fue incluido en el Sustainability Yeabook 2024 por sus buenas prácticas de sustentabilidad.
Esta situación pone sobre la mesa varias vertientes: saber qué sucedió con los fondos que claramente no están materializados en la pista deportiva prevista, por qué Banorte declaró que el proyecto estaba realizado y entregado, cuestionarse si existen más iniciativas de esta índole que tampoco se han materializado y principalmente:
¿Por qué la institución bancaria afirma ser socialmente responsable, destacar en su gobierno corporativo y transparencia mientras hay pruebas innegables de su participación en un posible fraude con diversas instituciones como el SAT? Y más grave aún: con sus stakeholders y por supuesto… los deportistas que jamás vieron realizada la pista de salto ecuestre.