Los gigantes de la industria de la moda han logrado poco o ningún progreso para abordar sus impactos sociales y ambientales negativos durante el año pasado, a pesar de la creciente conciencia y los llamados al cambio, de acuerdo con el portal edie.
La conclusión de que las marcas de moda no avanzan en RSE ha sido arrojada por el Informe Fashion Accountability efectuado por Remake World, el cual mide el progreso en materia de derechos humanos, cuestiones medioambientales, económicas y políticas integradas en las cadenas de suministro de la moda.
El informe ha hecho un llamado a las principales marcas y minoristas para que se responsabilicen de sus impactos ambientales y en materia de derechos humanos.
Marcas de moda no avanzan en RSE, revela informe
Al analizar a 52 grandes empresas de la moda, entre ellas H&M Group, Patagonia, SKIMS, Ralph Lauren y Reformation, se expuso un notable estancamiento en el progreso dentro de la industria.
No se observan mejoras significativas en áreas críticas como los salarios y el bienestar, las prácticas comerciales y la gobernanza de la sostenibilidad. Aunque hay áreas en las que se han tenido avances, como en la adquisición de materias primas y la justicia ambiental, los resultados son mínimos, revelando que las marcas de moda no avanzan en RSE.
Sólo el 6% de las empresas, incluidas H&M Group y Burberry, han cumplido las cuatro demandas climáticas de Remake World, entre las cuales se incluyen la publicación de datos completos de emisiones, el establecimiento de objetivos neto cero a corto plazo y largo plazo y la reducción en las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI).
Aunque muchas marcas de moda no avanzan en RSE sí ha habido algunas que han tomado cartas en el asunto, integrando métricas sociales y ambientales en sus bonificaciones ejecutivas; no obstante, el ritmo general del cambio sigue siendo lento.
De acuerdo con el informe, son escasas las marcas (como Inditex, Kering, Nike, PUMA y Ralph Lauren) que han comenzado a abordar cuestiones de gobernanza, introduciendo métricas específicas en el cálculo de las bonificaciones ejecutivas.
Sobreproducción de residuos y el impacto del cambio climático en los trabajadores
Los residuos de la moda suelen terminar en el basurero o aguas residuales, lo cual afecta desproporcionadamente a países del Sur, como Chile y Ghana. Estas naciones carecen de los recursos y el apoyo necesarios para gestionar adecuadamente estos residuos.
Ninguna de las empresas que fue evaluada en el informe, se ha comprometido a reducir o incluso estabilizar el número de prendas que producen cada año.
Por otra parte, aunque la industria de la moda reconoce su papel en la reducción de sus emisiones de GEI, todavía tiene que hacerse cargo de mitigar los efectos de los desastres climáticos en los centros de producción de moda y los trabajadores que fabrican sus productos.
En diciembre de 2023, el Consejo y el Parlamento de la UE llegaron a un acuerdo provisional, en el cual establecieron una normativa para que las empresas, ya sean de la UE o extranjeras, trabajen más en temas ambientales y de derechos humanos, implementándolos en todas sus operaciones, filiales y cadenas de suministro.
Esta normativa, conocida como la Directiva de Diligencia Debida sobre Sostenibilidad Corporativa (CSDDD), obliga a las empresas europeas de cierto tamaño a garantizar prácticas responsables y sostenibles, combatiendo los riesgos asociados con sus operaciones a nivel mundial, como la contaminación, el consumo excesivo de agua, las emisiones, la deforestación y el daño al ecosistema.
Pocas empresas líderes en el ramo, como Adidas, ASOS, H&M Group, Nike y Primark, han mostrado su respaldo a esta normativa.
La integración de prácticas sostenibles en la industria de la moda
Las marcas de moda, a pesar de los avances en materia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en diversos sectores, continúan enfrentando desafíos significativos en la integración efectiva de prácticas sostenibles en sus operaciones. Este estancamiento en la adopción de la RSE es consecuencia de una serie de factores complejos que obstaculizan el progreso hacia una industria de la moda más ética y sostenible.
Uno de los principales motivos por los cuales las marcas de moda no avanzan en RSE, es la presión por mantener márgenes de beneficio elevados y satisfacer la demanda del consumidor de productos asequibles y de última moda. Esta dinámica a menudo lleva a las empresas a priorizar la rentabilidad a corto plazo sobre las consideraciones éticas y ambientales a largo plazo: lo anterior dificulta la implementación de prácticas sostenibles que puedan aumentar los costos de producción.
Por otra parte, la complejidad de las cadenas de suministro globales en la industria de la moda presenta un desafío significativo para garantizar la transparencia y la trazabilidad en cada etapa de producción. La falta de visibilidad sobre las condiciones laborales, los impactos ambientales y las prácticas éticas en toda la cadena de suministro, hace muy difícil que las marcas implementen medidas efectivas de RSE.
La ausencia de estándares uniformes y obligatorios en materia de RSE deja a las marcas con la responsabilidad individual de definir y aplicar sus propias iniciativas, lo que puede resultar en un progreso desigual y limitado en toda la industria.
Para poder avanzar hacia una industria más ética y sostenible, es crucial que las marcas de moda adopten un enfoque integral que integre la RSE en todas las áreas de su negocio, desde el diseño y la producción, hasta la comercialización y la cadena de suministro. Solamente a través de compromiso genuino y acciones concretas, podrán impulsar un cambio positivo y duradero.