Debido a la necesidad de ser más conscientes de la importancia de la sostenibilidad y la gestión responsable de recursos, las empresas están llamadas a adoptar medidas que fomenten la circularidad y la sostenibilidad. Este enfoque no solo responde a una demanda creciente por parte de los consumidores y los reguladores, sino que también es crucial para el cumplimiento de las certificaciones solicitadas por los inversionistas y para enfrentar de manera efectiva los retos que impone el cambio climático.
Según el International Business Report de Grant Thornton, el 39% de las empresas encuestadas durante el primer trimestre de 2024, planean incrementar su inversión en iniciativas sostenibles durante los próximos 12 meses. Este dato que se estima incremente en los siguientes meses, refleja una tendencia clara hacia la implementación de prácticas empresariales que no solo buscan la rentabilidad, sino también la responsabilidad social y ambiental.
Siendo la bancaria, la de tecnología, medios y telecomunicaciones, así como la de productos industriales las tres principales industrias que consideran la inversión en sostenibilidad, con más del 60% de las empresas en estos sectores planeando aumentar su inversión en este ámbito.
Jorge Alberto Pérez Curiel, experto en sostenibilidad y Socio de BAS en Grant Thornton México, subraya: “La transición hacia un modelo de negocio circular y sostenible no es solo una opción, sino una necesidad imperante. Las empresas que no adopten estas prácticas corren el riesgo de quedar rezagadas en un mercado cada vez más competitivo y exigente en términos de sostenibilidad”.
Las recomendaciones para las empresas que buscan iniciar o reforzar su camino hacia la sostenibilidad incluyen:
1. Evaluación de impacto ambiental: Realizar auditorías regulares para identificar áreas de mejora y establecer metas claras y alcanzables.
2. Implementación de tecnologías limpias: Adoptar tecnologías que minimicen el impacto ambiental y promuevan el uso eficiente de los recursos.
3. Fomento de la economía circular: Incorporar prácticas que permitan el reciclaje, la reutilización y la reducción de desechos en todas las etapas del ciclo productivo.
4. Transparencia y reporte: Informar de manera transparente sobre los avances y desafíos en materia de sostenibilidad para ganar la confianza de los consumidores e inversionistas.
5. Capacitación y sensibilización: Invertir en la formación de empleados y colaboradores para que comprendan la importancia de la sostenibilidad y se conviertan en agentes de cambio dentro de la organización.
La implementación de estas iniciativas es esencial no solo para cumplir con las certificaciones requeridas por los inversionistas, sino también para mitigar los efectos adversos del cambio climático y contribuir a un futuro más sostenible.
Así mismo, algunos beneficios que pudieran materializarse al implementar prácticas de sostenibilidad son:
1. Reducción de costos: Al optimizar el uso de recursos como energía, agua y materiales, las empresas pueden reducir sus gastos operativos.
2. Reputación y marca: Las organizaciones sostenibles ganan una mejor reputación y atraen a clientes y socios que valoran la responsabilidad ambiental.
3. Cumplimiento normativo: Adoptar prácticas sostenibles ayuda a cumplir con regulaciones ambientales y sociales.
4. Innovación y Resiliencia ante riesgos: La sostenibilidad fomenta la creatividad y la búsqueda de soluciones más eficientes y ecológicas. Además las empresas sostenibles están mejor preparadas para enfrentar desafíos como el cambio climático y la escasez de recursos.
4. Atracción de inversores: Los inversores buscan empresas comprometidas con la sostenibilidad y la gestión responsable.
En un contexto donde la condición climática se deteriora rápidamente, es fundamental que las empresas no solo retomen estos temas, sino que los refuercen con acciones concretas y continuas. La sostenibilidad ya no es un lujo, es una necesidad crítica para la supervivencia y el éxito a largo plazo.