La batalla de las redes vs gobierno USA parece tener un ganador, ya que el Tribunal Superior de Estados Unidos ha dicho que las redes sociales tendrán libertad para establecer sus propias políticas de moderación de contenidos, como vetar, expulsar a usuarios y borrar mensajes.
De esta forma los estados que pugnaban por limitar a las plataformas de redes sociales han sido derrotados y no podrán restringir los contenidos que se divulgan en ellas. Este veredicto no solo redefine los límites de la libertad de expresión en el contexto digital, sino que también plantea importantes implicaciones para el futuro de la regulación de internet en Estados Unidos.
Si bien la decisión del jurado aún no es definitiva, estará en discusión en tribunales inferiores. ¡Te decimos las implicaciones de este fallo!
Redes vs gobierno: ¿Qué pasará con la moderación de contenidos?
El 1 de julio de 2024 el Tribunal Superior de Estados Unidos ha indicado que plataformas de redes sociales, como Facebook, Instagram, TikTok y YouTube podrán decidir libremente sus políticas de moderación, desde qué contenidos vetar o qué mensajes borrar, hasta la expulsión de usuarios, según informa el diario El País.
Aunque la decisión de este tribunal aún será discutida por tribunales inferiores que evaluarán la pertinencia de esta resolución, dicha propuesta es por sí misma una derrota para Texas y Florida, estados que intentaron restringir las políticas de contenido de las redes sociales.
Por su parte, estados gobernados por partidos republicanos intentaron desprestigiar las políticas de moderación de las redes sociales, bajo el argumento de que estas silenciaban voces conservadoras, incluso aquellas que promovieron teorías infundadas sobre las elecciones presidenciales.
¿Atentado contra la libertad de expresión?
El conflicto entre los estados y las plataformas se centra en la interpretación de la libertad de expresión protegida por la Primera Enmienda de la Constitución frente a la intervención estatal. Texas y Florida sostenían que las acciones de las redes sociales para vetar usuarios y mensajes violaban esta libertad, mientras que las plataformas argumentaban que estas leyes interferían con su capacidad editorial y su derecho a decidir qué contenidos permitir en sus plataformas.
La sentencia del Tribunal Supremo apoya a las redes sociales en su capacidad de ejercer control editorial sobre los contenidos que alojan, equiparándolas a editores de periódicos o programadores de contenido televisivo.
Según la sentencia, las plataformas seleccionan y combinan contenidos para crear una oferta expresiva distintiva, y las leyes de Texas y Florida que intentan regular estas decisiones editoriales son inconstitucionales al imponer sus preferencias ideológicas sobre la libertad de expresión privada.
La decisión destaca que aunque los estados tienen el derecho legítimo de promover un ambiente expresivo diverso, la Primera Enmienda prohíbe al gobierno inclinar el debate público hacia una dirección preferida. El Tribunal Supremo ha criticado a los tribunales inferiores por no realizar un análisis completo en ciertos aspectos de las leyes impugnadas y devuelve el caso para una revisión más detallada.
Limitar la intervención estatal en RS es crucial
Más que una lucha de intereses de redes vs gobierno, es importante señalar que las leyes sobre moderación de contenidos son cruciales para el futuro de las redes sociales, ya que permitir la interferencia estatal en estas políticas podría fomentar la proliferación de desinformación y discursos de odio sin controles efectivos, excepto cuando violan la ley.
El fallo del Tribunal Supremo confirma el derecho de las plataformas de redes sociales a gestionar sus políticas de moderación de contenido sin interferencia estatal indebida, garantizando así su capacidad de mantener entornos expresivos diversos y protegidos por la Primera Enmienda.
Por supuesto la discusión sobre los límites de la intervención estatal en el ciberespacio continuará siendo crucial en los años venideros, afectando no solo a las empresas tecnológicas, sino también a la forma en que se protege y se promueve la libre expresión en la era digital.