El creador de los populares modelos ChatGPT y GPT-4, enfrenta una demanda colectiva por utilizar el contenido de millones de videos de YouTube sin el consentimiento de sus creadores para entrenar sus productos de software de inteligencia artificial generativa. Esta acusación no sólo ha puesto en duda la RSE de OpenAI, sino que podría redefinir las prácticas en la industria.
En el ámbito de la inteligencia artificial, el desarrollo de modelos de lenguaje avanzados ha sido fundamental para el progreso de la tecnología. Sin embargo, la utilización de grandes volúmenes de información para entrenar estos modelos ha generado preocupaciones legales y éticas, especialmente cuando se trata de contenido protegido por derechos de autor, como es el caso del creado por youtubers. Te contamos sobre esta presunta infracción de OpenAI. ¡No te lo pierdas!
¿Falta de RSE de OpenAI?
OpenAI Inc., la compañía de inteligencia artificial conocida por desarrollar ChatGPT y GPT-4, ha recibido una actuación que podría tener implicaciones significativas para el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial. De acuerdo con información de Bloomberg Law, la demanda colectiva, presentada el 2 de agosto en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Norte de California, alega que OpenAI ha estado transcribiendo y utilizando millones de videos de YouTube sin el consentimiento de sus creadores para entrenar sus productos de software de inteligencia artificial generativa.
Este litigio añade un nuevo capítulo a la creciente serie de conflictos legales que la compañía enfrenta respecto al uso de contenido protegido por derechos de autor. La demanda, interpuesta por David Millette, en nombre de otros creadores de contenido de YouTube, sostiene que OpenAI ha usado videos subidos por los usuarios para construir grandes conjuntos de datos que son fundamentales para el entrenamiento de sus modelos de lenguaje.
Estos modelos, conocidos como grandes modelos de lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés), se entrenan utilizando enormes cantidades de texto para aprender a generar y analizar lenguaje natural. Según la denuncia, la transcripción encubierta de estos videos por parte de OpenAI ha permitido a la empresa refinar sus productos y aumentar su valor para los usuarios, sin proporcionar ninguna compensación a los creadores de los contenidos utilizados.
El proceso descrito en la demanda implica una serie de alegaciones graves, entre ellas que OpenAI se ha beneficiado indebidamente de los datos de los demandantes al utilizar contenido protegido sin autorización, mientras que los creadores de los videos no han recibido ninguna retribución por su contenido.
La demanda argumenta que esta práctica no solo infringe los derechos de propiedad intelectual de los creadores de contenido, sino que también representa un enriquecimiento injusto para OpenAI. Además de plantear reclamaciones por enriquecimiento injusto y competencia desleal según la ley de California, el demandante busca reparación monetaria equitativa por daños y perjuicios, medidas cautelares y el reembolso de honorarios de abogados y costes.
La tecnología y la protección de los derechos de autor
Este caso no es el primero en señalar la falta de RSE de OpenAI por el uso de contenido sin permiso. La empresa ya ha enfrentado demandas similares por parte de autores, artistas discográficos y actores que alegan que sus obras han sido utilizadas en el entrenamiento de los modelos de IA de OpenAI sin su consentimiento.
Estas demandas han puesto de relieve la creciente preocupación sobre cómo las empresas de tecnología están utilizando contenido protegido para desarrollar productos que posteriormente generan beneficios económicos significativos. Desde una perspectiva más amplia, este litigio plantea importantes preguntas sobre los límites y las prácticas aceptables en el campo del desarrollo de inteligencia artificial.
La protección de los derechos de los creadores de contenido en la era digital es una cuestión crucial, y la resolución de este caso podría sentar un precedente importante para el futuro del desarrollo de inteligencia artificial y la propiedad intelectual. El resultado de este caso podría tener un impacto significativo en la forma en que las empresas de tecnología manejan el uso de datos protegidos por derechos de autor.
Hasta el momento, OpenAI no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre la demanda, lo que deja en el aire cómo la compañía abordará estas acusaciones. La resolución de este litigio no solo afectará a OpenAI, sino que también podría influir en la manera en que otras empresas en el sector de la inteligencia artificial gestionan el uso de contenido de terceros en el desarrollo de sus productos.
Regulación de la IA protegería los derechos de autor
La demanda hacia la empresa creadora de ChatGPT resalta la falta de RSE de OpenAI y subraya la necesidad de una regulación más clara y estricta en el campo de la inteligencia artificial. La resolución de este litigio será crucial para establecer precedentes que podrían influir en la forma en que las empresas tecnológicas manejan los derechos de autor y la compensación por el uso de datos.
A medida que la tecnología avanza, es imperativo que se encuentren soluciones equilibradas que fomenten la innovación mientras se protegen adecuadamente los derechos de los creadores de contenido. La forma en que se resuelva este caso podría sentar las bases para un marco normativo más robusto que guíe el desarrollo de inteligencia artificial en el futuro, asegurando un trato justo tanto para las empresas tecnológicas como para los titulares de derechos.
