La evolución de la tecnología en nuestra vida diaria nos ha facilitado muchas tareas. Sin embargo y a la par, esto también ha dado pie a un fenómeno global conocido como E- waste o generación de «Basura electrónica». Y es que a medida que la tecnología avanza, nuestras necesidades cambian, por lo que la producción de equipos electrónicos usados tiene un impacto continuo en el medio ambiente.
La acumulación de e-waste está aumentando a un ritmo acelerado, alcanzando aproximadamente 50 millones de toneladas anualmente en todo el mundo. Los especialistas prevén que esta cifra podría elevarse a 120 millones de toneladas por año para el 2050. Los teléfonos inteligentes, siendo los dispositivos móviles más populares, registraron un récord de ventas en Europa con 52.5 millones de unidades nuevas vendidas en el tercer trimestre de 2019.
Entre los materiales peligrosos podemos encontrar metales pesados como: arsénico, cromo, cadmio, plomo, mercurio y antimonio, que pueden ocasionar daños a la salud y a nuestro Medio Ambiente.
Impacto a nivel global
A nivel mundial se generan aproximadamente 54 millones de toneladas de desechos electrónicos, y es probable que esta cifra aumente a 74 millones de toneladas para 2030. Así mismo se estima que cada año circulen 50 toneladas de mercurio en flujos de energía no residuales.
¿Cómo dañan la salud este tipo de materiales?
- Mercurio: Daño neurológico, problemas renales y respiratorios. Puede ser especialmente perjudicial para mujeres embarazadas y el desarrollo del feto.
- Plomo: Daños al sistema nervioso, desarrollo cognitivo deficiente en niños, problemas renales y reproductivos.
- Cadmio: Cáncer, daño pulmonar, problemas renales, y puede afectar el sistema cardiovascular.
- Cromo: Irritación de la piel, daño pulmonar, cáncer, y puede afectar el hígado y los riñones.
- Arsénico: Cáncer de piel, pulmón y vejiga. También puede causar problemas gastrointestinales y daño nervioso.
- Antimonio: Irritación de ojos, piel y pulmones. A largo plazo, puede afectar el sistema cardiovascular y causar problemas gastrointestinales.
Acciones Empresariales Responsables
En nuestro país, aún existe una brecha para adoptar prácticas que beneficien al medio ambiente y optimicen el uso de recursos financieros, y aunque ya existen opciones de renta, aún el 60% del mercado compra sus activos, contribuyendo a la generación de e-waste.
Adrián Sandoval, vicepresidente de la Compañía CHG-MERIDIAN en México, y experto en temas de la industria del leasing en Tecnologías de la Información, comentó que en 2020 por ejemplo, se recibieron aproximadamente 8,000 dispositivos para reacondicionamiento. Y es que a través de prácticas en donde se usa en lugar de poseer, es posible sacar el mayor provecho a los dispositivos tecnológicos ya que además de darles un segundo ciclo de vida, se puede reciclar más del 95% de estos, lo que reduce significativamente el impacto ambiental.
Durante 2023, gracias a las acciones de economía circular que se implementaron en territorio nacional, se registraron aproximadamente 6,000 activos tecnológicos que pudieron obtener un segundo ciclo de vida; es decir que los dueños de dichas infraestructuras tecnológicas se deshicieron de sus equipos obsoletos, para después ser analizados y revendidos a mercados secundarios extendiendo su ciclo de vida, reduciendo el impacto por contaminación de basura electrónica, lo que
representaría un 96% del material recolectado originalmente.
Así mismo, para el cierre de 2024, se tiene prospectado que para la industria del sector de IT en México se supere la cifra del 2023 en cuanto a equipos tecnológicos candidatos a Remarketing.
Ante estos panoramas es muy importante que las organizaciones comprendan el ciclo de vida de las herramientas tecnológicas que utilizan. Reducir el daño ambiental y los desechos electrónicos, implica reconocer y aprovechar los beneficios ambientales y que brindan algunos programas de arrendamiento.
