Una nueva investigación de Bain & Company revela un marcado descenso en la priorización de la sostenibilidad por parte de los directores ejecutivos en sus agendas, mismas que se han orientado a factores como la inteligencia artificial, el crecimiento, la inflación y la incertidumbre geopolítica.
Esta desaceleración en el impulso hacia la sostenibilidad podría tener un costo tangible significativo. La consultora estima que un aumento de la temperatura global en 2 grados centígrados podría reducir en $6 billones de dólares el valor del S&P 500, además de causar consecuencias ambientales y sociales devastadoras.
En este escenario, muchas empresas están enfrentando dificultades para cumplir con sus compromisos climáticos. De las compañías que divulgan sus avances a través del CDP, el 30% están por debajo de sus objetivos de reducción de emisiones de alcance 1 y 2, y casi la mitad están rezagadas en los de alcance 3. Como resultado, muchas organizaciones están reevaluando, ajustando, e incluso retractándose de sus compromisos climáticos.
“En la actualidad, vivimos en un entorno definido por la globalización y la exigencia de adaptarse a nuevos procesos, nuevas tecnologías, nuevos instrumentos y formas de trabajo a ritmos acelerados. Las empresas deben resistir la tentación de retroceder en sus compromisos sostenibles, ya que los riesgos de hacerlo son demasiado altos. Nuestro estudio muestra que la adopción de tecnologías sostenibles avanzará más rápido de lo que muchos anticipan. Aquellas empresas que mantengan el rumbo serán las que lideren en un futuro dominado por la sostenibilidad”, afirmó Carlos Martínez, Socio y Office Head de Bain & Company México.
Clima extremo aumenta la preocupación de los consumidores
Aunque los directores ejecutivos se enfrentan a prioridades contrapuestas, el mensaje de los consumidores de todo el mundo es claro. De acuerdo con la encuesta de Bain aplicada a casi 19,000 consumidores en 10 países, el 61% de las personas dijeron que sus preocupaciones sobre el cambio climático han aumentado en los últimos dos años, a menudo provocadas por la experiencia personal de fenómenos meteorológicos extremos.
Los consumidores de Brasil, Indonesia e Italia (geografías que han experimentado fenómenos meteorológicos devastadores en los últimos meses) lideran la lista, ya que mientras que el 76% cree que un estilo de vida sostenible es importante “porque sus acciones tienen un impacto”, los consumidores de Brasil (90%), Indonesia (90%) e Italia (84%) sienten una mayor responsabilidad por su propia huella ambiental.
En lo que respecta a las compras sostenibles, los consumidores afirman que las marcas y los minoristas desempeñan un papel importante en su proceso de toma de decisiones. Si bien la experiencia personal con condiciones climáticas extremas es la principal razón, el 35% afirma que tomó la decisión debido a artículos y documentales en los medios, el 33% lo atribuye a la disponibilidad, y el 28% atribuye el mérito a las campañas de concienciación de las marcas y los minoristas.
No son solo los consumidores los que buscan la sostenibilidad. La encuesta de Bain a 500 compradores y vendedores B2B muestra que la sostenibilidad es ahora uno de los tres principales criterios de compra de los compradores corporativos: el 36% dice que dejaría de lado a los proveedores que no cumplan con las expectativas de sostenibilidad, casi el 60% dice que estará dispuesto a hacerlo dentro de tres años, y alrededor del 50% dijeron que pagarían una prima de sostenibilidad del 5% o más hoy.
Pero este mensaje parece no estar siendo comprendido por los proveedores. Si bien el 85% de ellos afirma que incorpora algún grado de sostenibilidad en sus productos y servicios, solo el 27% considera que conoce muy bien las necesidades de sostenibilidad de sus clientes.
Bain sugiere que la IA puede ayudar a cerrar la brecha de información para ofrecer métodos más eficaces para comunicar sobre productos y propuestas sostenibles.
“La desconexión entre lo que los clientes buscan en términos de sostenibilidad y lo que los proveedores creen que es suficiente, es preocupante. Es imperativo que los proveedores cierren esta brecha rápidamente, o corren el riesgo de quedarse atrás en un mercado cada vez más orientado hacia la sostenibilidad”, añade Martínez. “La integración de la inteligencia artificial en las estrategias de sostenibilidad no solo impulsará la innovación, sino que también permitirá a las empresas ser más resilientes frente a los desafíos futuros. Sin embargo, es crucial que se gestione cuidadosamente el impacto ambiental de la IA desde el principio, garantizando buenos resultados y con consecuencias responsables.”
