Sin duda el impacto del efecto invernadero en el medio ambiente es un tema que urge atender. Muchas organizaciones han manifestado la necesidad de generar un cambio en las estructuras económicas en pro de atrasar el acelerado paso del cambio climático. A través de la Organización de las Naciones Unidas y de cumbres internacionales se ha discutido cuál es el papel de los bancos en éstas acciones. Cuestionando si financian o no proyectos de carbón.
Sin embargo, de acuerdo a la información otorgada por Edie, una nueva investigación del Centro Transition Pathway Initiative (TPI) de la London School of Economics (LSE) acaba de concluir que 8 de cada 10 bancos siguen financiando proyectos altamente contaminantes. ¿Cómo es esto posible? ¡Aquí te contamos!
Los bancos ¿a favor o en contra de los proyectos de carbón?
La financiación en favor del mejoramiento del medio ambiente es necesaria para poder generar cambios tangibles. Es este sentido, es indispensable la participación de los bancos, pues sus inversiones en gran escala pueden ayudar a reducir significativamente las emisiones.
Sin embargo, de acuerdo a la información del portal elEconomista, pese a todos los avisos, la firma de tratados y las evidencias, muchos bancos e inversores siguen financiando la industria del carbón, el combustible fósil más sucio del mundo. Entre enero de 2019 y noviembre de 2021, muchas instituciones bancarias destinaron cerca de 1,5 billones de dólares a la financiación de la industria del carbón.
Media docena de bancos con sede en Estados Unidos, China, Japón, India, Canadá y Reino Unido son responsables de casi el 50% del dinero canalizado a empresas de la industria del carbón, mientras que más de 360.000 millones corresponden a préstamos realizados por 376 bancos comerciales, según la investigación de las ONG climáticas Urgewald y Reclaim Finance.
Las actividades que desarrollan dichas compañías van desde la extracción y el comercio de carbón hasta la conversión del mismo en líquidos y la explotación de centrales eléctricas de este material.
El estudio que los delata
Recientemente se publicaron los resultados de la envaluación que el Centro TPI realizó a 38 bancos internacionales y estadounidenses. Su utilizó su Marco de Evaluación Bancaria Net Zero (NZBAF) para evaluar la alineación de los bancos con los puntos de referencia de descarbonización para varios períodos de tiempo.
Los resultados que han revelado son lamentables, pues se concluyó que el 85% de los principales bancos internacionales siguen dispuestos a financiar nuevos proyectos de carbón, y ninguno se ha comprometido a eliminar gradualmente la financiación del carbón en consonancia con el objetivo de calentamiento de 1,5 °C.
Si bien muchos bancos reconocen los riesgos climáticos, pocos los integran en sus estados financieros. Los bancos tampoco revelan qué proporción de su financiamiento total destina a iniciativas relacionadas con el clima.
El informe muestra una desconexión entre los objetivos de cero emisiones netas de los bancos y sus acciones. El TPI Centre estima que los objetivos de los bancos cubren menos del 22% de sus ingresos, lo que deja excluidos a los principales segmentos de negocio, en particular los mercados de capitales.
El compromiso no se ha cumplido
Entre los bancos evaluados, Barclays, BNP Paribas, Groupe Crédit Agricole, HSBC, ING Bank y JP Morgan Chase fueron los que establecieron el mayor número de objetivos, cubriendo ocho de los 14 sectores evaluados.
Sólo el 8% se ha comprometido a detener la financiación de proyectos para nuevos yacimientos de petróleo y gas, y ninguno se ha comprometido a poner fin a toda financiación de actividades de deforestación para 2025.
El director de investigación del Centro TPI, Simon Dietz, dijo:
“Si bien se han logrado algunos avances desde nuestras evaluaciones iniciales en 2022, los bancos no se están moviendo lo suficientemente rápido para cumplir los objetivos climáticos globales»
Simon Dietz, director de investigación del Centro TPI
El director ha mencionado que sin acciones más contundentes, el sector bancario, y por extensión la economía global, se expone a mayores riesgos regulatorios, de mercado y físicos asociados con el cambio climático.
Ya que, solo el 19% de los bancos se alinean con los objetivos de 1,5 °C o menos de 2 °C para el período 2028-2035. El informe también muestra que los bancos carecen de objetivos claros a corto y largo plazo para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Tomando en cuenta la información de Wired, la falta de transparencia en las inversiones verdes se mantiene como una de las crecientes preocupaciones en el sector financiero.
La urgencia de una realidad más verde
La cantidad de personas que busca invertir de manera sostenible va a la alza. Investigaciones que se han publicado en el portal Wired han demostrado que una parte importante de estas transacciones terminan beneficiando a industrias y organizaciones con operaciones que impactan de forma negativa al medio ambiente.
Se menciona que el 43% de los fondos verdes de inversión en Europa destinan parte de su capital a empresas de combustibles fósiles, de acuerdo con un análisis realizado por las consultoras de inversión Investico y Follow The Money.
La mayoría de estas instituciones colectivas dedican hasta un 6% de sus capitales a compañías que generan ingresos a través del carbón, petróleo y gas. La cifra es equivalente a 6,700 millones de euros.
La comunidad científica, organizaciones ambientales y diversos grupos de activistas han hecho un llamado urgente a las autoridades de gobierno de todo el mundo para fijar los problemas climáticos como una prioridad.
Las acciones, políticas y proyectos de mitigación existentes resultan insuficientes para cumplir los Acuerdos de París, señalan expertos. Los investigadores climáticos auguran que la temperatura global aumentará 2.5 °C por encima de los niveles preindustriales en este siglo.
Aunque el panorama parezca desalentador, investigaciones como la que realizó el Centro TPI son sumamente necesarios, ya que, de no ser por los esfuerzos por comprobar si realmente se llevan acciones en contra de los proyectos de carbón, no tendríamos conocimiento de quien no está cumpliendo sus promesas. Permitiendo que se hable del tema y se les exijan modificaciones en sus planes de inversión.
