Actualmente, casi todos los modelos de negocios basados en combustibles fósiles están amenazados por el cambio climático. En la última década, se han hecho grandes esfuerzos para impulsar la acción climática, creando cambios materiales en las empresas. Sin embargo, muchas compañías aún están lejos de cumplir sus objetivos para 2030. De acuerdo a la información de Sustainable Brands, solo el 5% de las empresas tienen estrategias definidas, y solo el 1% de las empresas han evaluado que tanta es su dependencia de los medios naturales.
Las mayores corporaciones del mundo han tenido la necesidad de evaluar el uso de los recursos y reformular estrategias de innovación para abordar los efectos a largo plazo. Esto no sólo abre puertas a oportunidades económicas más grandes, la transición a un futuro con menos emisiones de carbono es beneficiosa para la humanidad porque nos hace cambiar de mentalidad hacia la regeneración de la naturaleza. Pero ¿Qué acciones son clave para impulsar esa transición? ¡Aquí te contamos!
Las barreras que impiden la transición
Las corporaciones enfrentan grandes desafíos cuando se habla de acciones en favor del medio ambiente. No solo porque el tema de la medición y verificación de producción es un tema difícil, también hacen falta de marcos de políticas claros y consistentes. Existe además una profunda resistencia interna al cambio, sumada a la presión de inversores centrados en las ganancias a corto plazo y la complejidad de integrar iniciativas de sostenibilidad en todas las cadenas de suministro.
La falta de políticas nacionales y subnacionales coherentes y claras también frena la acción corporativa. Existen algunas políticas que impulsan subsidios para lograr esta transformación, como la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 de USA. Que tiene como propósito estimular la innovación e impulsar la ación climática. Mientras que en la Unión Europea la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa y el Reglamento sobre productos libres de deforestación, obligan a las empresas a actuar en favor del planeta.
Sin embargo, muchas empresas que operan en EE. UU. y la UE a menudo se ven atrapadas entre incentivos y requisitos contradictorios. Como resultado, luchan por equilibrar el cumplimiento con la innovación. Esto es increíblemente difícil para una acción eficaz en materia de agua y naturaleza, que requieren enfoques más matizados.
Acciones para impulsar la acción climática
El cambio climático está vinculado a una cadena de afectaciones que no sólo afectan al medio ambiente. La humanidad también será testigo de los riesgos económicos y de salud que trae consigo el aumento de la temperatura global. Ccomo recientemente lo vimos en la pandemia de covd-19. Además, esta variación en el clima también afecta la producción agrícola, lo que puede llevar a la escasez de alimentos y aumentar los precios.
La acción en favor de la naturaleza ayuda a garantizar la estabilidad de la sociedad, sin embargo, para ser sostenible tenemos que estas dispuestos a cambiar las dinámicas económicas tal cual las conocemos. Y para ello se tienen que tomar en cuenta éstas acciones:
Educación y conciencia climática
Informar a la población sobre el cambio climático y promover estilos de vida sostenibles contribuye a mejorar la relación entre sociedad-naturaleza. Para generar un cambio, es vital fomentar la educación ambiental y la conciencia sobre el cambio climático en comunidades vulnerables.
Esto empodera a las personas para que tomen decisiones informadas y participen activamente en iniciativas locales. El cambio climático es un desafío mundial que requiere cooperación. Cada acción cuenta para lograr un impacto colectivo y cumplir con los compromisos internacionales.
Inversiones verdes y conscientes
Para hacer frente a estos complejos desafíos, se necesitan modelos de financiación no tradicionales. Los bonos verdes y las inversiones de impacto positivo, así como las asociaciones público privadas son esenciales para desbloquear el capital necesario para iniciativas de gran escala que aborden simultáneamente cuestiones relacionadas con el agua, la naturaleza y el clima.
Informes sobre el uso y cuidado con el agua
Las corporaciones necesitan generar una hoja de ruta para abordar el tema del agua, la naturaleza y el clima. Se requiere integrar estrategias relacionadas garantizando que estos esfuerzos se alineen con los estándares de presentación de informes voluntarios y de cumplimiento normativo e incluyan la cuantificación de los riesgos ambientales y sociales que plantean la escasez de agua y la degradación de los ecosistemas.
Las empresas deben comprender el valor comercial a largo plazo que está en riesgo, incluidas las interrupciones de la cadena de suministro, la escasez de recursos y las sanciones regulatorias y tomar medidas para abordarlo ahora.
Formación de redes y comunidades activas
Es necesario que las corporaciones formen redes y apoyen la creación de comunidades catalizadoras, como lo son las ONG y comunidades de ambientalistas o protectores de los recursos y los territorios. Estas asociaciones permiten a las empresas compartir recursos y conocimientos, en particular en áreas como la biodiversidad y la conservación del agua, donde faltan estándares y medición del impacto.
Al fomentar un diálogo intersectorial que desafíe las normas, las asociaciones pueden impulsar el cambio en la acción climática, integrado a nivel de sistemas necesario para un progreso significativo.
Todos estos esfuerzos requieren una planificación cuidadosa, especialmente cuando se trabaja con pueblos indígenas y comunidades locales, que son los administradores originales del capital natural y poseen conocimientos críticos sobre el clima que pueden ayudar a revertir la pérdida de biodiversidad. Darles voz es esencial para lograr resultados sostenibles y equitativos.
Erradicar la desigualdad es la clave más importante
Se dice, que la desigualdad económica es el inicio de todos los males. En un mundo en donde los recursos naturales son explotados y existen sectores de la población que no tienen acceso a los servicios básicos, los puntos anteriores no pueden darse por sí solos. Es necesario hacer un cambio en la mentalidad empresarial, ya que la acción climática también está ligada a las acciones sociales en favor de mejorar la calidad de vida de las personas.
Aquellos sectores de la población que sustentan un estilo de vida elevado suelen tener una huella de carbono significativamente mayor. Abordar esta contribución implica fomentar el cambio hacia prácticas de inversión hacia unas más sostenibles y con estilos de vida menos consumistas, así como promover políticas que prioricen la justicia climática y la sostenibilidad.