En días pasados recibimos un correo de Shoshana Grossman-Crist, Coordinadora de Difusión y Control de Calidad del Instituto Mexicano de Investigación de Familia y Población (IMIFAP). El contenido del mail presenta una invitación como muchas otras que recibimos cotidianamente. Fue la leyenda junto a su firma la que capturó nuestra atención: “Yo quiero, yo puedo”. Esta OSC ha tomado como objetivo de desarrollo a la mínima unidad posible: al individuo. Las palabras que eligieron describen el estado psicológico necesario para alcanzar un mejor nivel de vida: querer/poder. IMIFAP plantea que todos tenemos tanto el derecho como la responsabilidad de mejorar nuestras vidas.
Esta organización ha trabajado con 19 millones de personas a lo largo de 25 años y 19 países. Ellos parten de que el individuo no puede alcanzar un desarrollo social y económico si a nivel personal no tiene herramientas que lo ayuden a tomar mejores decisiones. “Independientemente del nivel socioeconómico, todos debemos desarrollarnos para tomar un rol activo en nuestras vidas. De esta manera, la transformación de los individuos genera cambios a nivel comunitario.”, nos comenta Shoshana.
La visión del IMIFAP es formar personas para que puedan tomar y crear oportunidades para ellos mismos. Sus programas brindan las herramientas necesarias para que los beneficiarios, urbanos y rurales, logren ser responsables y productivos, en cuanto a su salud, educación y economía, en temas tan diversos como sexualidad, adicciones y rendimiento escolar, entre muchos otros.
Hace algunos años, una mujer que asistía a los talleres de IMIFAP comentó durante una sesión de seguimiento: “Ya estamos cuidando bien de nosotras mismas y de nuestros hijos, ahora necesitamos una fuente de ingresos.” Ese fue el punto de arranque de sus programas económicos: Microfinanzas y Microempresarios. En el primero, capacita para ahorrar y crear un banco comunitario; en el segundo, capacita para crear una microempresa. Crear estos programas ha ayudado a IMIFAP a internalizar lo que predican: la auto-sustentabilidad. La venta de los productos da ingresos a los microempresarios y le permite al IMIFAP beneficiar a más comunidades.
Uno de los muchos problemas que enfrentaron los microempresarios fue diversificar su oferta. Muchos ofrecían el mismo producto y en algunos casos, con mala calidad. Hubo una empinada curva de aprendizaje que los nuevos microempresarios e IMIFAP tuvieron que domar. Al principio, la infraestructura de esta OSC no estaba adecuada para manejar todos los pedidos que les llegaron en los primeros meses. “Lidiar con esto, más las actividades del día a día requirió que todos nos sumáramos a sacar adelante el proyecto.”, nos comenta Shoshana.
Gracias a la flexibilidad de la organización, el proyecto es un éxito. El siguiente año será posible encontrar los productos que comercializan en una cadena de autoservicio de amplio alcance. Por lo pronto, han elaborado un catálogo de productos bajo la marca “Tía Lore” para capitalizar las épocas navideñas.
Los logros alcanzados no son pequeños y el fortalecimiento de la organización podría ayudar a continuar escalando su impacto. Hasta el momento, más de 130 bancos comunitarios han sido establecidos, 1,364 mujeres han fundado microempresas y 4,200 mujeres han participado directamente en su programa.
Gabriel Zaid escribió que “quizá el mayor problema para el desarrollo está en que no sabemos admirar los sueños de cinco centavos. Cuando se cree que nada puede salir de una persona sin recursos, sin empleo, sin escolaridad, ya no se diga dañada por la vida o con malos antecedentes, no puede haber desarrollo, porque el énfasis negativo bloquea los sueños de una vida mejor.” IMIFAP entiende esto muy bien y promueve que los cambios de conducta son posibles y están bajo el control del individuo. El desarrollo no sólo debe estar enfocado a resultados económicos. Brindar las herramientas necesarias para que los individuos se desarrollen integralmente es fundamental para que cambios a nivel comunitario tomen lugar. Todo parte de un “Yo quiero, yo puedo”.
Catálogo Navideño 2010: www.imifap.org.mx/catalogonavidad.pdf
Edmundo Vallejo / Alonso Ortiz
Edmundo Vallejo Venegas es profesor de Política de Empresa del IPADE desde 2009. Fue Presidente y CEO de GE Latino América.
Alonso Ortiz Galán es consultor en sustentabilidad y desarrollo social. Dirigió el área de Consultoría y Nuevos Proyectos en New Ventures México y ha colaborado con organizaciones enfocadas al desarrollo como DAI y Ashoka.