En tiempos de crisis las figuras de liderazgo son esenciales para poder hacerle frente a cualquier situación. A través de un buen líder las empresas pueden conformar un equipo sólido y confiable que establezca estrategias de transformación desde una visión holística y responsable. Para liderar en sostenibilidad además de promover prácticas ambientalmente responsables, se necesita integrar los principios de sostenibilidad en todos los aspectos de toma de decisiones. Por ello, a continuación te presentamos 7 formas para lograrlo ¡Sigue leyendo!
Liderar en sostenibilidad, un trabajo imprescindible
De acuerdo con un artículo publicado en Trellis, la montaña que los líderes de la sostenibilidad deben escalar parece más empinada que nunca. Nos encontramos frente a una industria de combustibles fósiles que ha resurgido y el acceso sin trabas a los pasillos del poder. Además de un régimen regulatorio inestable, cuyo objetivo era reducir las emisiones y apoyar la tan necesaria rendición de cuentas sobre el comportamiento corporativo, que ahora está listo para ser desmantelado. También frente a un sector de tecnologías limpias en auge que, sin embargo, corre el riesgo de perder el considerable impulso de mercado que ha ganado en los últimos años.
Por ello papel de un líder en sostenibilidad es necesario para desarrollar cualquier iniciativa, ya que puede llegar a inspirar cambios positivos en casi todos los aspectos de la industria a la que se dedique. Toda empresa debe contar con un líder en sostenibilidad porque la gestión responsable de los recursos y el impacto social y ambiental de las actividades empresariales se ha convertido en un factor crítico para el éxito a largo plazo. Las 7 formas para liderar en sostenibilidad son:
1.- Enfoque en RSE
En momentos difíciles muchas empresas pueden verse tan afectadas que están tentadas a reducir o desaparecer sus iniciativas de responsabilidad social y sostenibilidad para recortar presupuesto. Sin embargo, el compromiso constante con el bienestar de las personas y las comunidades es crucial. Sea cual sea el giro, las personas resultan el actor principal de la existencia las empresas. Por ello, mantener e intensificar esfuerzos a la contribución en áreas como la salud, la educación o el apoyo a comunidades vulnerables puede ser una garantía de éxito. Este enfoque de la RSE no solo es lo ético, también refuerza la reputación de la empresa, lo que puede generar lealtad y permanencia a largo plazo.
2.- Visión a largo plazo
Para liderar en sostenibilidad se tiene que tener muy claro que las soluciones en el corto plazo no son garantía de nada. Se necesita deben mirar más allá de la crisis, asegurándose de que las decisiones que se tomen no perjudiquen los objetivos a largo plazo. Es cierto que esto va en contra del enfoque trimestral y de resultados de la mayoría de las empresas, pero el liderazgo visionario a largo plazo sigue siendo un activo intangible valioso para la mayoría de ellas.
En lugar de reducir las inversiones en sostenibilidad, se pueden buscar maneras de optimizarlas, enfocarse en proyectos que generen tanto beneficios sociales como económicos, o en iniciativas. Hacer todo lo posible por comunicar cómo las prácticas de sostenibilidad contribuyen a la resiliencia operativa, ayudando a su empresa a mantenerse fuerte durante tiempos turbulentos.
3.- Resiliencia empresarial
En momentos de crisis tener una visión clara de la meta será la primera tarea. Liderar en sostenibilidad implica cultivar una cultura organizacional resiliente, lo que significa que la empresa y sus colaboradores tienen que estar preparados para adaptarse rápidamente a los cambios. Se requiere un optimismo incansable para seguir con determinación y aprender de los desafíos. En este sentido, se puede promover la formación continua, el trabajo en equipo y la innovación dentro de sus equipos para asegurarse de que la organización esté mejor equipada para lidiar con futuras crisis.
4.- Adaptación de estrategias
Cuando se trata de encaminarse hacia una meta la capacidad de cambiar de dirección es necesaria, ya que las circunstancias son por naturaleza cambiantes. A pesar de tener que cambiar de dirección, se puede seguir aprovechando de los conocimientos obtenidos, además de evaluar todo aquello para alinearse a los objetivos de sostenibilidad y obtener el éxito. Eso podría dar lugar a descartar algunas iniciativas que posiblemente no sean del todo ambiciosas a favor de centrarse en otras más impactantes y con resultados tangibles.
5.- Colaboración y colectividad
Las crisis también pueden ser momentos en los que la colaboración se vuelva necesaria y justo por esto todos los actores estén dispuestos a trabajar de manera más intensa. Tener el papel de liderar en sostenibilidad requiere la disponibilidad para deben colaborar y formar redes colectivas, ya sea dentro o fuera de la empresa; de la mano de gobiernos y organizaciones de la sociedad civil para abordar los problemas que se presentan. Dar prioridad a la empatía y garantizar que las iniciativas sean inclusivas y éticas es una forma de mantener el compromiso con la responsabilidad social y ello puede ayudar a mejorar la lealtad a la empresa, aumentando la retención de empleados y fortaleciendo los vínculos con la comunidad.
6.- Comunicación y transparencia
Para liderar en sostenibilidad es fundamental mantener una comunicación abierta con las partes interesadas (incluidos los empleados, los clientes y las comunidades). Los diversos públicos necesitan saber que se mantiene un rumbo hacia algo mejor. Durante una crisis, la transparencia se vuelve más importante que nunca. Se debe tener claridad con los equipos, accionistas y otras partes interesadas sobre los desafíos que enfrentan y las acciones que están tomando. Una comunicación efectiva ayuda a mantener la confianza y el compromiso y que tal vez incluso se redoblarán los esfuerzos hacia la sostenibilidad.
7.- Innovación y optimización de recursos
En momentos de crisis un líder en sostenibilidad debe de gestionar de manera responsable los recursos, tanto naturales como humanos. Este trabajo se realiza en beneficio del entorno presente pero también de las futuras generaciones. La eficiencia se vuelve aún más crucial porque significa tener que optimizar el uso de los recursos y reducir el desperdicio. Liderar con sostenibilidad es hacer más con menos, a través de la mejora de procesos, el uso más eficiente de la energía, el reciclaje de materiales y la gestión cuidadosa de los recursos naturales.