Por Edgar López
Grupo Financiero Banorte, uno de los principales actores del sector bancario en México, ha reportado una destacada generación de utilidades y crecimiento en el tercer trimestre de 2024. Sin embargo, más allá de sus buenos resultados financieros, me surge la pregunta de cuál es el verdadero norte de Banorte en materia de sustentabilidad. ¿Está realmente alineado con una estrategia de largo plazo o se limita a iniciativas puntuales?
Veamos…
Desempeño Financiero en el contexto de la sustentabilidad
Banorte finalizó el tercer trimestre con una utilidad neta acumulada de 8% superior al mismo periodo de 2023, mientras que su retorno sobre capital (ROE) alcanzó un sólido 22.7% y el ROE del banco llegó a 29.5%. Además, la institución ha mantenido su índice de morosidad en 1%, reflejo de una cartera de crédito selectiva y bien gestionada. Sin embargo, en el contexto actual, estos logros financieros se evalúan cada vez más a través de una lente de sustentabilidad. La verdadera pregunta es si el crecimiento de Banorte está respaldado por prácticas sostenibles o si su norte aún requiere ajustes.
El crecimiento en su cartera de crédito, que abarca sectores de consumo (11%), corporativo (24%) y comercial (10%), plantea interrogantes sobre el impacto ambiental y social de su expansión. ¿Cuánto de este crecimiento apoya sectores que promueven la sustentabilidad y cuántos recursos se destinan a sectores con efectos ambientales adversos? La capacidad de Banorte para expandir su portafolio en consonancia con una estrategia de financiamiento responsable es clave para alinear sus resultados financieros con su compromiso en sustentabilidad.
Estrategia Ambiental: Alineación y descarbonización
En el ámbito ambiental, Banorte ha dado pasos para alinear su cartera de crédito con estándares de sustentabilidad, utilizando la metodología LEAP del TNFD para identificar riesgos relacionados con la naturaleza en sectores críticos como infraestructura, alimentos y bebidas, y procesamiento de minerales. La geolocalización de sus créditos en estos sectores permite a Banorte evaluar el impacto ambiental y los riesgos asociados, lo cual es esencial en una estrategia financiera sustentable. Sin embargo, surge la pregunta de si este enfoque de análisis se traduce en acciones concretas que minimicen el impacto ambiental de su cartera y si esto marca un verdadero norte hacia una operación más verde.
El «Autoestrene Verde», un producto diseñado para financiar la compra de autos híbridos y eléctricos, muestra una intención de alinearse con la tendencia de descarbonización. Al cierre del tercer trimestre, este producto ha alcanzado una colocación de 999 millones de pesos en 2,146 créditos, con una estimación de emisiones evitadas de 1,067 toneladas. Si bien es un esfuerzo positivo, su alcance aún representa una pequeña fracción del total de créditos de Banorte, lo que sugiere que existen oportunidades para ampliar la oferta de productos financieros sostenibles y definir un rumbo más claro en su portafolio verde.
Impacto Social: Inclusión financiera y empoderamiento femenino
Banorte ha integrado una serie de iniciativas enfocadas en la inclusión financiera y el empoderamiento de las mujeres. Durante el tercer trimestre, realizó talleres de educación financiera beneficiando a más de 1,700 clientes, además de participar en eventos nacionales de educación financiera, alcanzando a estudiantes y visitantes con conferencias y actividades informativas. Estas iniciativas reflejan un compromiso con la educación y salud financiera, temas materiales para un banco que busca ser socialmente responsable.
Además, su programa de financiamiento a mujeres emprendedoras, con un monto acumulado de 548 millones de pesos en créditos destinados a empresas lideradas por mujeres, es un claro ejemplo de cómo el banco busca promover la igualdad de género en el ámbito empresarial. Sin embargo, para maximizar el impacto de estas iniciativas, Banorte podría considerar una mayor escalabilidad y una evaluación más profunda de los resultados, asegurando que estos programas no solo logren un alcance inmediato, sino también un cambio duradero en la vida de sus beneficiarias. Definir este tipo de metas y medir su impacto será clave para consolidar un norte socialmente responsable.
Gobernanza: Reconocimientos y premios, pero ¿y los cambios estructurales?
En términos de gobernanza, Banorte ha obtenido diversos reconocimientos por la calidad de su informe anual y su desempeño en ASG. Su informe 2023 fue galardonado con el premio GOLD en los LACP Awards, y el banco obtuvo una puntuación de 67 en la evaluación anual de sustentabilidad de Corporate Sustainability Assessment (CSA), un punto más que en el año anterior. Sin embargo, aunque estos reconocimientos son importantes y validan su compromiso, es esencial preguntarse si reflejan cambios estructurales en la cultura corporativa y en la toma de decisiones de Banorte.
Los premios pueden ser una buena señal de transparencia y compromiso, pero no necesariamente aseguran una transformación real en la práctica diaria de la organización. Es importante que Banorte no se limite a alcanzar estándares mínimos para cumplir con evaluaciones externas, sino que continúe integrando los principios de sustentabilidad en su gobernanza y operación diaria, estableciendo así un norte claro y alineado a su visión de liderazgo.
Fundación Banorte y el impacto en la comunidad
La Fundación Banorte ha sido una herramienta clave para canalizar el impacto social de la institución, apoyando a comunidades vulnerables a través de iniciativas en nutrición, vivienda, salud y educación. Por ejemplo, en alianza con “ Un Kilo de Ayuda A.C.” la fundación ha distribuido más de 41,000 paquetes alimentarios a personas en condiciones de vulnerabilidad, y en colaboración con diversas organizaciones, ha participado en la construcción de viviendas y jornadas de salud en distintos estados del país. Estas acciones reflejan un compromiso hacia el bienestar de las comunidades, aunque el impacto a largo plazo y la sustentabilidad de estas iniciativas siguen siendo puntos de evaluación crítica.
Las iniciativas de la fundación, como los programas de apoyo a mujeres rurales y las actividades de voluntariado corporativo, han beneficiado a miles de personas. Sin embargo, un enfoque estratégico para medir el impacto a largo plazo de estos programas permitiría a Banorte evaluar si estas iniciativas realmente están mejorando las condiciones de vida de las comunidades o si, en cambio, son esfuerzos aislados sin un efecto sostenible. Establecer un norte en el impacto comunitario implica ser constante y transparente en los resultados.
Banorte y su norte sustentable
Banorte ha dado pasos importantes en la ruta hacia la sustentabilidad, con logros financieros sólidos y diversas iniciativas ASG. Sin embargo, si realmente aspira a ser reconocido como “el banco más sustentable de México,” el reto va más allá de esfuerzos puntuales y compromisos aislados. Su crédito para autos eléctricos, por ejemplo, es una buena iniciativa, pero sigue siendo solo un punto de partida dentro de un portafolio que podría destinarse en mayor proporción a proyectos con impacto ambiental positivo.
El camino hacia el liderazgo en sustentabilidad exige mucho más. Banorte debe integrar la sustentabilidad en el núcleo de su estrategia de negocio, ampliando el alcance de sus programas de inclusión financiera y empoderamiento, especialmente en regiones que más lo necesitan. Además, necesita elevar su nivel de transparencia y gobernanza, asegurando un equilibrio de género en su Consejo y presentando indicadores claros y medibles de impacto en todas sus operaciones.
Hace algunos años, Carlos Hank González proyectó a Banorte en el escenario global de Naciones Unidas , promoviendo una visión de liderazgo en sustentabilidad. Ahora, es momento de respaldar esa visión con acciones decisivas y consistentes. La sustentabilidad no puede seguir siendo un apartado en sus informes, sino el eje que impulse su crecimiento. ¿Cuál será el norte de Banorte en sustentabilidad? Banorte tiene la oportunidad de demostrar que puede liderar con responsabilidad en un entorno financiero en constante evolución. La dirección está en sus manos.
R con R, por Edgar López
Edgar López Pimentel, es actualmente Director en Expok, ejerciendo su liderazgo día a día con pasión por la responsabilidad social y el desarrollo sustentable. Su labor ha contribuido significativamente al posicionamiento de empresas líderes en materia de responsabilidad social.
Su formación académica, enriquecida por programas de Alta Dirección de Empresas en el IPADE e IE Business School, así como una maestría en Responsabilidad Social Empresarial en la Universidad Anáhuac Norte, respaldan su liderazgo.