La gestión responsable del agua se ha convertido en uno de los principales temas en las agendas de sostenibilidad corporativa, particularmente en sectores industriales con un alto consumo de este recurso, como el alimentario. PepsiCo Foods North America (PFNA) está trabajando activamente para enfrentar esta realidad, no solo con mejoras operativas en sus procesos internos, sino también buscando un impacto positivo en las comunidades y los ecosistemas en los que opera.
La compañía, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, ha avanzado significativamente en la optimización del uso del agua y la reducción de su huella hídrica; sin embargo, el contexto global y regional en el que se insertan estas acciones plantea desafíos que deben analizarse con imparcialidad.
El compromiso y las estrategias de PFNA
De acuerdo con la reciente información compartida por WaterTech Online, PFNA ha implementado estrategias innovadoras para reducir su consumo de agua, especialmente en procesos críticos como la producción de alimentos. Un ejemplo notable es la optimización de la cocción de maíz para snacks como Tostitos y Doritos, donde lograron una reducción del 70% del agua utilizada, manteniendo la calidad y seguridad de los productos. Esta cifra no es menor y refleja un avance significativo en términos de eficiencia operativa, respondiendo al creciente escrutinio sobre el uso de recursos naturales en industrias de alto impacto.
PFNA ha incorporado sistemas que permiten capturar y recircular agua en procesos como el pelado y corte de papas, un paso fundamental para reducir la dependencia de agua fresca. Estas acciones están enmarcadas en el compromiso global de PepsiCo de alcanzar el estatus de Net Water Positive para 2030, lo que significa reponer más agua de la que consumen en sus operaciones.
La relevancia del agua en los ODS
El ODS 6 (Agua limpia y saneamiento) y el ODS 12 (Producción y consumo responsables) son pilares en cualquier estrategia de gestión hídrica. El agua es un recurso no renovable en muchas regiones del mundo, y su manejo inadecuado no solo afecta a las operaciones empresariales, sino también a comunidades enteras y ecosistemas frágiles .
PFN este reto al enfocar sus esfuerzos en plantas ubicadas en zonas de alto estrés hídrico, una práctica alineada con los estándares internacionales de gestión responsable, como los promovidos en la ISO 26000 y las Directrices para contribuir a los ODS de la ONU y la ISO/UNDP PAS 53002:2024 .
Desafíos críticos: ¿es suficiente?
Si bien los avances de PFNA son tangibles y reflejan un compromiso corporativo con la gestión sostenible del agua, existen desafíos importantes que deben considerarse con una mirada crítica:
- Escalabilidad y replicabilidad: Aunque la reducción del 70% en procesos específicos es loable, surge la pregunta de cuán escalables son estas prácticas a nivel global. Las soluciones implementadas en PFNA deben ser adaptables a otras plantas de PepsiCo, particularmente en países con condiciones de acceso al agua más precarias.
- Impacto real en las comunidades: PepsiCo ha mencionado la necesidad de regenerar cuencas y ecosistemas locales. Sin embargo, acciones como las realizadas en el embalse Windy Gap, aunque valiosas, son casos aislados. Para que el compromiso Net Water Positive sea realmente transformador, es necesario ampliar estos proyectos y medir su impacto a largo plazo en las comunidades cercanas.
- Desafío de la demanda: PepsiCo, como líder global en la industria alimentaria, depende de grandes cantidades de agua no solo en sus plantas, sino también en su cadena de suministro agrícola. La adopción de prácticas sostenibles por parte de proveedores y agricultores es igualmente crítica, pero suele ser un proceso lento y costoso.
- El equilibrio entre negocio y sostenibilidad: Existe un dilema en la industria alimentaria: ¿es posible satisfacer la creciente demanda de snacks y bebidas sin generar presión adicional sobre recursos como el agua? Aunque las mejoras en eficiencia son importantes, el modelo de negocio debe incluir una visión que limite su impacto en la demanda total de recursos hídricos.
Implicaciones a futuro y responsabilidad corporativa
Los esfuerzos de PFNA y PepsiCo en materia hídrica son una referencia positiva dentro de la industria, pero también son un recordatorio de que la sostenibilidad no es una meta estática, sino un proceso continuo de mejora y adaptación. Las empresas deben actuar con base en un enfoque de debida diligencia, como lo plantea la ISO 26000, evaluando no solo los riesgos inmediatos para el negocio, sino también los impactos sociales y ambientales a largo plazo.
Por ejemplo, en cuanto a justicia social, la reducción del agua utilizada en operaciones debe ir de la mano con programas que garanticen el acceso al agua potable en comunidades vulnerables. La empresa tiene el poder y la responsabilidad de actuar como un agente de cambio, contribuyendo no solo a la eficiencia interna, sino también a la regeneración de ecosistemas y la seguridad hídrica global.
Avances reales, pero no complacientes
PepsiCo Foods North America ha dado pasos importantes en la conservación del agua, logrando resultados notables en eficiencia operativa y en proyectos específicos de restauración hídrica. Estas acciones demuestran que es posible reducir la huella hídrica sin comprometer la calidad ni la productividad, posicionando a la empresa como un referente en el sector alimentario.
Sin embargo, el éxito a largo plazo dependerá de su capacidad para escalar estas soluciones, ampliar su impacto en las comunidades y liderar un cambio estructural en su cadena de valor. La crítica constructiva debe ser vista como una oportunidad para que PFNA y otras empresas eleven aún más sus estándares, asegurando que la gestión sostenible del agua no solo beneficie al negocio, sino también a la sociedad y al planeta.
El rechazo a la complacencia es el camino hacia un futuro donde la seguridad hídrica, la justicia social y la sostenibilidad sean una realidad tangible y duradera.