La Navidad es un momento especial del año, lleno de gestos de generosidad y el deseo de hacer felices a nuestros seres queridos. Sin embargo, varios estudios recientes han revelado que el acto de regalar puede tener efectos perjudiciales más allá de la decepción de un destinatario.
La acumulación de regalos no deseados y la consiguiente generación de desechos están dejando una huella que evidencia el enorme impacto ambiental en Navidad. Adoptar un enfoque más sostenible para hacer regalos navideños no solo beneficia a la salud del planeta, sino que también ofrece una oportunidad para cambiar la forma en que percibimos el acto de regalar.
Los regalos no deseados incrementan el impacto ambiental en Navidad
El desaprovechamiento de los regalos no deseados durante la Navidad está en aumento, especialmente en países como el Reino Unido y Estados Unidos, donde el impacto ambiental en Navidad es más pronunciado de lo que parece. Con cada regalo mal elegido aumenta la cantidad de productos que se desechan, lo que contribuye directamente al creciente problema de la generación de residuos.
En particular, los regalos que no son apropiados para la persona a la que se les da, como ropa o gadgets, suelen terminan en vertederos o son olvidados en un rincón de la casa. Estos regalos no solo desperdician recursos, sino que también incrementan la huella de carbono asociada con la fabricación, el transporte y el embalaje de productos.
Un estudio realizado por Depop en el Reino Unido descubrió que el 25% de los jóvenes entre 25 y 34 años desechan ropa y accesorios que les son regalados, con un valor promedio de £40 por artículo.
Esto resulta en un desperdicio masivo, especialmente en la industria de la moda, que ya genera suficiente desecho por sí sola. Se estima que los británicos tiran alrededor de £91 millones en moda después de las fiestas.
Sin embargo, la solución podría estar en la economía circular: si esos regalos se revendieran en plataformas de segunda mano, los británicos podrían contribuir con aproximadamente £344 millones, beneficiando tanto a la economía como al medio ambiente.
La opción de la reventa y los regalos de segunda mano
A pesar de que una gran parte de los británicos, específicamente el 45%, admite haber comprado o vendido artículos en plataformas de reventa, la percepción cultural sobre los regalos de segunda mano sigue siendo un desafío.
Un estudio reveló que un 34% de las personas considera de mala educación revender un regalo no deseado. Justine Porterie, directora de sostenibilidad en Depop, sugiere cambiar esta visión, invitando a los consumidores a considerar los regalos de segunda mano como una alternativa más ecológica y única:
«Si has recibido algo en Navidad que no es del todo adecuado para ti, lo más probable es que sea perfecto para otra persona, por eso nos gustaría animar a la mayor cantidad posible de personas a que lo hagan de forma circular. No solo evitarás que los artículos no deseados abarroten tu casa o acaben en un vertedero, sino que también ganarás algo de dinero extra para el nuevo año».
El aumento de la aceptación de los regalos de segunda mano
En los Estados Unidos, el cambio en la percepción hacia los regalos de segunda mano también está en marcha. Según una encuesta de OfferUp, el 74% de los encuestados considera que los regalos de segunda mano son más aceptados este año, un aumento del 7% respecto al año anterior. Esta tendencia es respaldada por el 83% de los estadounidenses que se sienten cómodos recibiendo regalos de segunda mano.
No obstante, aún se estima que más de la mitad de los estadounidenses (53%) estarán decepcionados por al menos un regalo que reciban esta temporada, lo que contribuiría a una acumulación de productos no deseados que seguirán inflando la cifra del impacto ambiental en Navidad. Los minoristas, aunque aceptan devoluciones, a menudo no gestionan adecuadamente los productos devueltos, lo que sigue alimentando el ciclo de desperdicio.
El desafío no es solo la cantidad de regalos no deseados, sino el impacto ambiental que genera el proceso de compra, embalaje y distribución. Los compradores pueden evitar estos efectos negativos siendo más selectivos con los regalos que eligen y considerando opciones más sostenibles, como los regalos de segunda mano.
Comprar productos usados o únicos no solo alarga la vida útil de los artículos, sino que también reduce la demanda de nuevos recursos. Otro modo de evitar contaminar con la compra de regalos innecesarios es iniciar con tiempo las listas de regalos y optar por productos menos impulsivos y más pensados, todo lo cual puede ayudar a mitigar los efectos negativos del consumismo desmedido.
Un enfoque más sostenible para regalar
Los regalos navideños no tienen por qué generar un enorme impacto ambiental en Navidad.Si bien el gesto de regalar es uno de los más nobles de la Navidad, es crucial que lo hagamos de forma más consciente y responsable. La reventa de artículos no deseados, el uso de productos de segunda mano y la compra más reflexiva pueden ser alternativas efectivas para disminuir el desperdicio generado.
Este año, invitamos a marcas y consumidores a reflexionar sobre la sostenibilidad y optar por regalos que no solo beneficien a quienes los reciben, sino también al planeta. Adoptar estas prácticas sostenibles podría significar un cambio significativo en el impacto de las celebraciones navideñas, contribuyendo a una economía más circular y reduciendo el desperdicio innecesario.
