La transformación de edificios de oficinas en espacios sustentables es una necesidad urgente conforme más se acerca el 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU exigen acciones concretas. Este proceso, lejos de ser una tendencia, es la oportunidad para rediseñar espacios con un impacto positivo en la sociedad a través de la sustentabilidad, mientras se crean entornos que inspiren, conecten y promuevan el bienestar colectivo.
El reto más significativo para la reconversión sustentable de edificios radica en la estructura misma de las construcciones. Muchos de los inmuebles que se transforman fueron edificados bajo códigos de construcción antiguos que no cumplen con las normativas actuales, más estrictas y exigentes en cuanto a seguridad y eficiencia. Actualizar estas estructuras requiere una inversión considerable y un enfoque multidisciplinario que garantice que las soluciones implementadas cumplan con los nuevos estándares sin comprometer la integridad del edificio.
“La ejecución de estos proyectos enfrenta múltiples retos, desde gestionar los costos, hasta coordinar equipos multidisciplinarios y es en donde la Gestión de Proyectos juega un papel fundamental al articular estrategias que alineen los objetivos de sustentabilidad con los intereses de los stakeholders, garantizando que los resultados sean tanto ecológicamente responsables como financieramente sostenibles” comenta el experto en reconfiguración de espacios, Arturo Bañuelos, Director de Proyectos y Desarrollos de JLL Latinoamérica.
Asimismo, el diseño sustentable, en el centro de estas transformaciones, va más allá del uso de tecnologías y materiales de última generación, que no solo busca minimizar los impactos negativos, sino también generar beneficios para las comunidades y los ecosistemas. Este enfoque se manifiesta en acciones como la modernización de fachadas de edificios que, construidas hace tres o cuatro décadas, pueden actualizarse para incorporar soluciones tecnológicas como materiales transparentes retardantes de temperatura, así como la adición de terrazas que promuevan el uso de espacios al aire libre y la optimización de la luz natural para reducir el consumo de electricidad. Estas mejoras, además de incrementar la eficiencia energética, contribuyen al bienestar de los ocupantes al crear ambientes más agradables y saludables.

Otro ejemplo de cómo el diseño puede influir en la salud y el bienestar es la incorporación de biofilia en los espacios laborales. Andrea Sordo, Project Manager Sr de JLL México, comenta: “la presencia de elementos naturales en el entorno de trabajo, como plantas y texturas orgánicas, no solo reduce el estrés y mejora el estado de ánimo, sino que también aumenta la productividad y la satisfacción laboral. Los estudios respaldan esta tendencia, mostrando cómo la naturaleza en el espacio de trabajo tiene un impacto tangible en la salud mental de los empleados”. La creación de espacios regenerativos así definidos no solo revitaliza a las personas, sino también potencia las capacidades operativas de las organizaciones.}
Por su parte, Julieta Boy, Directora Técnica de Gensler, menciona que un aspecto clave en la sustentabilidad es el ciclo de vida de los materiales utilizados en los proyectos de remodelación. “En Gensler hemos implementado un innovador catálogo de materiales para interiores, el cual analiza a detalle su ciclo de vida. Este recurso permite que los diseñadores seleccionen materiales no solo por su apariencia o costo, sino también por su impacto ambiental, adaptándose a las necesidades específicas de cada proyecto”.
Complementando esta perspectiva, Arturo Bañuelos señala: “los interiores corporativos ahora se desarrollan bajo los principios de las tres R: reducir el consumo de productos que se convierten en desperdicio, reutilizar aquellos elementos que pueden tener una segunda vida útil, y reciclar materiales para su reincorporación en procesos industriales como la fabricación de muebles y otros productos”.
Los beneficios de estos esfuerzos son notables debido a que las empresas que invierten en la sustentabilidad de sus edificios ven un incremento en el valor de sus propiedades, acceden a incentivos fiscales y obtienen financiamientos más favorables. Además, los periodos de retorno de inversión son más cortos en comparación con los costos de desarrollar un proyecto desde cero. Esta ventaja financiera, sumada a la mejora en la experiencia de los ocupantes y la reducción de riesgos asociados a normativas desactualizadas, subraya el atractivo de la reconversión sustentable.
“Las nuevas generaciones son particularmente receptivas a estos cambios, tienen mayor conciencia ambiental y enfoque en la responsabilidad social, no solo valoran la importancia de incorporar la sustentabilidad, sino que también esperan que sus lugares de trabajo reflejen esos valores. Esto ha impulsado la adopción de materiales innovadores como madera laminada hecha de desechos, concretos ecológicos y biomateriales, que ofrecen soluciones avanzadas para el diseño de espacios laborales del futuro y que estaremos viendo más a menudo dentro de los próximos años”, finaliza Julieta Boy.
La transición hacia edificios más sustentables es un viaje complejo pero necesario, que combina planeación, diseño y una visión holística de la sustentabilidad. Al transformar los edificios antiguos, se construye también un camino hacia un futuro más equilibrado y responsable, donde el bienestar de las personas y el respeto por el entorno son principios fundamentales en cada proyecto.