Volver a los valores originales, a la filosofía que abrazó siempre don Eugenio Garza Sada, el fundador del Tec de Monterrey, y que son también los suyos, serán fundamentales en su labor como nuevo Rector del instituto, afirmó ayer David Noel Ramírez Padilla en entrevista.
Respetar a todos, disfrutar el trabajo, ser modesto, sencillo y austero, deshacerse de la burocracia y preferir que la innovación vaya de abajo hacia arriba, indicó, serán sus directrices, que están estrechamente ligadas al ideario del empresario regiomontano y creador del Tecnológico.
«(En el Tec) somos un mosaico. Venimos de todos los estados, culturas, creencias religiosas, ideologías políticas, especialidades del conocimiento, y esto es lo que hizo al Tec grande», dijo Ramírez Padilla, sentado por primera vez en su nueva oficina, la que ocupaba el aún Rector del Sistema, Rafael Rangel Sostmann, quien ahora despacha desde la EGAP (Escuela de Graduados en Administración Pública).
«Pero, ¿qué nos une y qué es no negociable para todo este mosaico? Los principios del Tec, su misión, su visión y sus valores. Esos valores que precisamente nos heredaron las familias fundadoras: austeridad, sencillez, respeto, cultura del trabajo».
Los cambios en el Tecnológico con la nueva reestructura, serán de estilo de administración, donde existirá mucho más apego a los valores originales de la universidad privada con 31 campus en la República.
«Yo le digo mucho a los profesores que Dios es tan grande que al mundo lo nutre con originales, no con clones», señaló.
«Cada uno es diferente y tanto el doctor Rangel como un servidor estamos orientados a resultados; somos muy hiperactivos, con mucha pasión; estamos enamorados del Tec, pero nuestra manera de administrar es muy diferente».
Su parámetro para tomar decisiones, dijo, será basarse en lo que es mejor para el instituto y para México, alimentándose de las ideas de sus colaboradores, quienes deben ser unos apasionados de su trabajo y laborar en un ambiente donde reinará la cultura de la austeridad.
«No descansaré hasta que cualquier persona que hoy no tenga pasión de estar en el Tec de Monterrey, la tenga. Junto con todos mis directivos, que nuestro trabajo sea que todo el mundo sin importar su rol, viva apasionadamente su trabajo, pero con una cultura de sencillez y austeridad.
«No se vale, por ningún motivo, malbaratar ningún centavo. Ese dinero tiene que usarse para mejorar la calidad académica, para hacer investigación que impacte al País o para mejorar la infraestructura.
No habrá en su administración gastos superfluos, ni frívolos, aseguró.
«Cada centavo que utilicemos debe ser racional y pensando siempre en que mientras se tenga un remanente, más cumplimos nuestra chamba».
Comentó que sus viajes a los campus del País han servido y servirán para «medir el aceite» y ver cómo está la temperatura de ese credo original en todo el Tec.
La gran lección
Tras la muerte, en una puerta del Tec, de sus estudiantes Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, en el fuego cruzado entre criminales y el Ejército, en marzo del año pasado, la institución se dio cuenta de que debía trabajar más para mejorar la seguridad en el País.
«Más que un cambio radical, yo diría que nos concientizó», señaló Ramírez Padilla, «suceden los acontecimientos (de marzo), aprovechamos ese parteaguas para hacer más conciencia, para concientizar a todas las instituciones sobre este gran compromiso».
Y para lograr la paz y la seguridad, dijo el Rector, hay que trabajar en el desarrollo de oportunidades y la solidaridad, áreas en las que el Tecnológico le apostará cada vez más con investigación enfocada a los más vulnerables, a la sustentabilidad y a las políticas públicas.
«Parte de la falta de la seguridad, una de sus raíces, es la falta de oportunidades para todos(…) nuestro desarrollo no ha sido suficientemente ágil, rápido, para ofrecer a nuestra gente oportunidades», destacó, «y un factor que ha hecho que no suceda, es que a alguien le hemos fallado en la falta de solidaridad, por eso yo insisto que estas tres palabras van concatenadas ‘paz’, ‘desarrollo’ y ‘solidaridad'».
Crecerán poco
Ramírez Padilla señaló que para agosto del 2011, semestre en el que se registra el mayor crecimiento en alumnado, espera que el Tec crezca un 2 por ciento.
Debido a la inseguridad, señaló que en campus como Torreón, Tampico, Ciudad Juárez y hasta Monterrey, unos dos estudiantes de cada 100 dejaron la institución.
Sin embargo, recordó que el seguir creciendo ya no es la prioridad del instituto, sino impulsar la calidad, la formación ética y ciudadana, la internacionalización y el desarrollo social.
«Somos conscientes que el crecimiento del Tec de Monterrey va a ser de 2 o 1.5 por ciento, porque nuestro objetivo es tener una joyita desde el punto de vista de calidad académica», recalcó.
«En cambio, Tec Milenio y la Universidad Virtual van a repuntar en forma increíble porque son los segmentos donde hay mucho más mercado potencial».
El Rector resaltó que se buscará un mayor contacto con los padres de familia, a quienes desea recordarles que la responsabilidad de inculcar valores es de la familia, pues la universidad sólo se encarga de reforzárselos con sus programas académicos.
En su antigua oficina, Ramírez Padilla mostraba muchos de sus diplomas y reconocimientos. Hoy, en su nuevo despacho, sólo se observan fotos de su familia y, colgado en la pared, un retrato de don Eugenio, en cuyos valores se centrará su naciente administración.
Fuente: reforma.com
Publicada: 12 de enero de 2011.
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