Se cumple el primer año del devastador terremoto que ocasionó la muerte de aproximadamente a 230,000 personas en Haití.
Las críticas en los medios de comunicación y la comunidad internacional señalan que el progreso ha sido lento en lo que respecta a la reconstrucción de la vida de los damnificados.
Sin embargo, World Vision/Visión Mundial hace un llamado para ser pacientes y comprometerse con los habitantes haitianos, mientras esta nación se reconstruye de la tragedia.
Richard Stearns, presidente de World Vision/Visión Mundial en Estados Unidos resaltó que el equipo de respuesta en emergencias de la organización ha alcanzado buenos resultados, no obstante, el trabajo está lejos de finalizarse.
“Nuestros colaboradores en Haití han tenido una respuesta increíble ante este reto, al satisfacer las necesidades de cientos de miles de familias”, afirmó Stearns. “Pero aún queda mucho trabajo por hacer. Reconstruir Haití tomará años y únicamente sucederá si cada uno de los involucrados muestra un incansable compromiso para completar el proceso, agregó el directivo.
“Ciertamente, este año estuvo lleno de problemas y adversidades. Con el terremoto, nuestra tierra se sacudió. Con el brote de cólera, nuestra gente se cimbró. Con la violencia post- electoral, nuestro sistema se convulsionó. Pero, World Vision/Visión Mundial no dejará nuestro trabajo o a la gente que servimos. Estaremos aquí hasta que todo esté terminado”, comentó el colaborador haitiano de la organización en Haití, Paul-Emile Cesa.
Algunas de las actividades de World Vision/Visión Mundial en Haití durante el 2010 fueron:
Entrega de alimentos de emergencia a más de 1 millón de personas tras los primeros meses de apoyo.
Entrega de alimentos a más de 120,000 niños y niñas.
Establecimiento y equipamiento de 11 clínicas de salud para las familias afectadas por el temblor.
Creación de oportunidades de trabajo para cerca de 15 mil personas.
Oportunidades de educación y recreación para más de 6 mil niños y niñas.
World Vision/Visión Mundial reconoce que retos substanciales contrarrestan el trabajo que está en marcha. Algunos de estos son:
El ambiente político inestable hace que Haití sea un lugar volátil de trabajo, algo que siempre desacelera y complica el programa de respuesta. El gobierno que tomará posesión en la primavera del 2011, necesitará tomar decisiones que mantengan los programas de apoyo y respuesta ante la emergencia.
Cuestiones de propiedad de tierra y la remoción de escombros siguen complicando los esfuerzos para construir refugios de transición y el regreso de las personas a sus hogares permanentes.
La presente amenaza del cólera requerirá programas de protección, así como una especial consideración de programas paralelos.
No obstante, la organización reitera su compromiso con la respuesta en Haití.
Fuente: Comunicado de Prensa
